—¡Doña Irma!, ¡Doña Irma!.— al fondo del callejón se empezaron a escuchar los gritos.—Te llaman ma.— dije mientras dejaba el balde de agua a un costado.
—¿Que paso?.— la escuche decir y después salió del portón.
No paso mucho tiempo antes de que mi mama entrara apurada y con las lagrimas en la cara.
—¡Lo agarraron al Pañalin!.— fue lo único que tuvo que decir para que todos los que estábamos sentados bajo la sombra del sauce le prestaramos atencio.
—¿Que paso, vieja?.— el tio Damian se acerco.
—Mi hijo.— lloro.— ¡Gustavo!.— entro a la casa y todos fuimos detrás de ella.
—¿Que paso, ma?.— pregunte agarrandola. Estaba berviosa y la conocía sino la calmaba podia empeorar.
—Los Gutierrez lo agarraron.— lloro buscando a alguien con la mirada.— Lo violaron entre todos hija, ¡y no se donde esta!.— se desparramo en el piso y todos quedamos en shock.
Lo proximo que me acuerdo es que me encontraba yendo por las calles del barrio en la bicicleta buscando a mi hermano. Alguien le habia hecho daño y estoy mas que segura que el no se iba a quedar con los brazos cruzados.
—¡Dante!.— me pare en la bici y le grite a Dante que estaba en la vereda del frente con su hijito en brazos.—¿Viste al Pañalin?.— estaba super agitada, casi no podia hablar.
—No chiquilla, ¿que paso?, ¿estas bien?.—
—No.— dije y estaba apunto de seguir en busca de mi hermano cuando vi a uno de los Gutierrez corriendo en la dirección de Dante, poco después se escucho el ruido de una moto venir.
Lo siguiente que paso fue como un flash, no me dio tiempo ni a esconderme, ni a gritar para parar a mi hermano, no me dio tiempo de nada.
El cuerpo de Dante se estampó contra el suelo de la vereda y su bebé de menos de 3 años lloraba en su regazo. Luego otro tiro se escucho y el Gutierrez mayor cayo de rodillas en la vereda.
Cruce miradas con mi hermano y pude ver tristeza, enojo, miedo. Pero ya era tarde el había cobrado su venganza pero en ella se llevo la vida de alguien inocente.
—¡El bebé!.— grito alguien y corri a buscar al bebé que lloraba. Díganme, ¿hay escena peor que esta?.
—Perdón.— solloce poniendo la cabeza del bebé en mi pecho. Su cuerpito se movia violentamente por los sollozos que soltaba.
El sonido de la moto se escucho y supe que mi hermano se habia ido.
Ese dia comenzo el principio del fin.