Verdades Ocultas

Capitulo 1

~ Rivalidad entre dos poderosas familias ~

Uno de los más grandes problemas que puede ver es la rivalidad entre dos familias, la envidia de tener más que la otra puede llegar tan lejos en ciertas ocaciones oh aveces solo se trata de un oscuro secreto.
La familia Ferro, era una de las más poderosas en un pequeño pueblo, tenían grandes comercios y distribuidores a varios lugares y sobre  todo contaban con una línea de hoteles en varios lugares del Estado. La familia Ferro estaba conformada por el Sr. Raúl Ferro quien era un hombre que siempre vestía de traje, era alto, de tez morena y su cabello ondulado color negro y su amada esposa la Sra. Angustias De Ferro que al igual a él era una mujer fina, alta, su piel morena y su largo cabello color negro.Ellos tenían a su pequeño bebé de tan solo un año de edad de nombre  Abdel Ferro Rivas.

La familia Maldonado, ellos eran otra de las familias muy poderosas del pueblo, eran tan honestos y amables hacia los más necesitados. Eran una familia de un enorme corazón la cual le gustaba compartir sus riquezas con las personas del pueblo y eso hacía que los habitantes amaran a esa familia. Su riqueza era un poco más alta que la de la familia Ferro y eso provocaba la envidia de la familia Ferro.
La familia Maldonado estaba conformada por el Sr. Diego Maldonado quien era un hombre alto, con un buen cuerpo, su piel blanca y una sexy barba, y su amada esposa la Sr. Consuelo De Maldonado que al igual a él era muy fina y siempre solía tener su cabello largo y rizado. Ellos tenían a su recién nacida llamada Flor Maldonado Gutiérrez.

   Marzo 2003

La residencia de la familia Ferro era de dos plantas, color naranja, frente a ella tenía una alberca y rodeada de palmeras.
Una tarde de un soleado Lunes, llega el Sr. Raúl Ferro un poco enfurecido, al parecer había algo que lo había molestado tanto.
La Sra. Ferro se encontraba sentada en una mesa del patio, en sus piernas cargaba con su hijo Abdel.
— Eres el bebé más bonito de todos. - decía la Sra. Ferro mientras alimentaba con una papilla a su pequeño.
—  Amor, ¿ Ya viste la noticia que salió en el periódico?. - Dijo el Sr. Raúl mientras tiraba a la mesa el periódico.
— ¿ Qué pasa Raúl? No me estés asustando de esa manera. - Dijo la Sra. Angustias con mucha preocupación.
— La familia Maldonado, clasificado como una de las mejores familias y no solamente en el pueblo si no a nivel del Estado. Su riqueza a estado creciendo aún más. - Dijo el Sr. Raúl mientras se sentaba justamente aún lado de la Sra. Angustias.
Ella colocó su mano en la espalda de su esposo tratándolo de tranquilizar. — No podemos dejar esto así, ¿ cómo pueden ellos ser la mejor familia y no nosotros ?, debemos hacer algo amor.
— Eh tendió una idea hace días atrás, creo que si tenemos un poco de precaución y sobre todos con un poco de dinero en un abrir y cerrar de ojos mi plan saldrá totalmente Perfecto. - El Sr. Raúl se colocó de pie y caminó hacia a un lado de la alberca.
La Sra. Angustias se puso de pie con su pequeño Abdel en brazos y camino hacia su esposo.
— ¿ Me puedes decir que tienes en mente ? - preguntó la señora.
Su esposo la miró con cara de seguridad.
— Con un poco de dinero cualquiera puede hacer un movimiento, tenia en mente un secuestro.
— Muy bien amor  mío, pero... ¿ Qué pasará si nos descubren ? Para eso no debemos de dejar testigos así que, ¿ Nos podemos deshacer de la familia Maldonado?. - Una sonrisa se marcó en su rostro.
— Soy capaz de hacer lo que sea por tal de deshacerme de esa maldita familia. Solo es cuestión de dar la orden. - El Sr. Raúl comenzó a reír de una manera vengativa.

En casa de la familia Maldonado todo era felicidad. La casa estaba en un cerro, era amarilla y de dos plantas, en la entrada tenía dos palmeras.
La señora Maldonado estaba en la sala disfrutando de una taza de té y conversando con su esposo.
— Amor me da mucha alegría el haber aparecido en el periódico y sobre todo en la revista de las mejores familias del estado, ademas la sesión fotográfica salió magnífica. - Dijo la Sra. Maldonado a su esposo.
— No cabe duda que mi familia es la más mejor de todas y más por que las tengo a ustedes, mi hermosa hija Flor y mi preciosa esposa. - El Sr. Diego besó la mano de su esposa.
— Siempre fuiste tan lindo amor, ademas tiene un gran corazón, siempre apoyando a todos hasta las personas más humildes.
— Consuelo mi amor, al igual tu eres magnífica y estoy tan agradecido con Dios al darme como esposa a una mujer como tú. Te amo muchísimo Consuelo y no quiero que nada nos separe, quiero vivir mi más grande sueño el ser feliz con mi familia.
— Y así será querido, ademas mañana saldremos a nuestro viaje a España, nos merecemos un descanso después de tanto trabajó y esfuerzo.
— ¿ Están listas las maletas querida ? - preguntó el Sr. Diego mientras se dirigía ala barra a servirse una copa de tequila.
—  Si Diego, ya tengo todo listo, mañana temprano saldremos directo a la capital para ahí tomar el vuelo hacia España.
— No cabe duda que serán las mejores vacaciones. - Una sonrisa se marcó en la cara del Sr. Diego.
— Pero me quede con preocupación. - La cara de preocupada pasó rápidamente en Consuelo.
— ¿ Ahora por que preciosa ?.
—  Diego, no veo nada bien que hayamos anunciando nuestro viaje a España en la revista y en todos los medios. Ya vez cómo está la corrupción de hoy en día. Además me preocupa mucho nuestra bebé, nosotros que, ya hemos vivido mucho en este mundo pero nuestra pequeña Flor, ella es un ser inocente.
— Amor tranquila, no pasará nada, sácate todas esas locas ideas de la mente, nada malo pasará, lo único malo es que me voy a molestar si sigues pensando en eso amor, solo quiero que te diviertas y salgas de la rutina.
— Está bien cariño, pero algo me incomoda como un mal presentimiento. - Dijo Consuelo mientras abrazaba a su pequeña.

Al día siguiente.

Era una madrugada fría y llena de neblina,la familia Maldonado abordó su auto para dirigirse con rumbo a la capital.
Mientras tanto en la casa de la familia Ferro, el Sr.  Raúl se comunicaba son su equipo el cual contrató para el secuestró y desaparición de la familia Maldonado.
— ¿ Entonces ya tiene la hora calculada verdad ? - preguntó el Sr. Raúl en el teléfono.
— Si patrón le comunicó que estamos espiándolos en la Suburban negra, Justo como usted no lo pidió.
— ¿ Cuantos hombres recolectaste para el trabajo? Tú muy bien sabes que te pagaré bien si haces las cosas como te pido.
— De eso no se preocupe patrón, somos 7 contándome a mi.
— Entonces quiero que solo me llames para cuando hayas terminado tu labor si no eres tú el que se lo carga la muerte.
El Sr. Raúl era de un carácter muy fuerte y quería que las cosas salieran tal y como él lo pedía o si no arrasaba con todo lo que se cruzara a su alrededor y no importaba si se llevaba involucrado a su propia familia, el solo quería tener el éxito en sus manos.

Mientras que la familia Maldonado se dirigía por el camino que llevaba directo a la carretera que iba directo a la capital. El camino era muy estrecho, rodeado de mucha vegetación y una cierra que atravesaba la carretera, todo iba perfecto para la familia pero ni por su imaginación les pasaba que una camioneta negra los venía siguiendo desde que salieron de su hogar.

Todo era risas y felicidad hasta que el Sr. Diego comenzó a sospechar de una camioneta la cual los venía siguiendo. Los nervios lo atemorizaron y decidió acelerar, miraba con nervios al espejo retrovisor y se percató que la camioneta iba a una velocidad a casi alcanzarlo.