Verdades Ocultas

Capitulo 11

Narra Melissa.

Me quedé pensando toda la tarde en la manera como Abdel Ferro me había llegado a tratar la verdad es un chico insoportable y cada día lo aguanto menos pero por desgracia muchas personas que tienen mucho respeto por ser el hijo de la presidenta pero eso no justifica que él puede hacer lo que quiera yo sé que debe ser un niño mimado y presumido pero al igual sé que en el fondo del corazón debe de haber un chico con muchos secretos.
Dejaré de pensar un momento en el y debo de estarme enfocando más en mi trabajo ya que viene la semana de exámenes y debo de estar preparada para mantener mi beca.

Me quedé estudiando muy tarde hasta quedarme totalmente dormida,Al despertar en la mañana note que ya era demasiado tarde así que me levanté rápidamente me coloqué unos Jeans de mezclilla y una blusa color blanca sencilla me hice una cola alta y coloque un listón color rosa y salí corriendo de casa.
Al llegar a la preparatoria ya habían cerrado la puerta de entrada. — Rayos, solo esto me faltaba. - di un liguero suspiro y me di media vuelta para regresar por mi camino en cuanto menos me lo esperaba cerca de mi pasa una camioneta negra la cual se detiene cerca de mi, era nada más y nada menos que Abdel Ferro. — ¿ Alguien no te aviso que hoy no tenemos clases ? - comenzó a reír.
— Que gracioso eres. - torcí los ojos y caminé para no tratar de tomarle tanta importancia.
— Vaya que si eres tonta. - dijo mientras manejaba lento siguiendo el mismo ritmo al igual que mis pasos.
— vaya que tú eres un fastidioso. - como me gustaría regresar el tiempo y rogarle a mi madre a quedarme a vivir en mi antiguo hogar. — Déjame tranquila.

— Que genio tienes, te cargas unas cierta rebeldía, sabias que eso te afectará tanto. - dijo Abdel con un poco de risa.

— Rebelde eres tú, ¡ Déjame en paz! - grite fuertemente sin importar quien me escuchara.

Salí casi corriendo de esa calle para poder irme en otra que era en doble sentido para poder perder de vista a Abdel Ferro.
Comencé a caminar rápidamente directo a la casa de mi mejor amiga Irene la cual su casa era la que más me quedaba a cerca.
Al llegar a mi destino toque fuertemente la puerta, no tardo mucho en cuanto salió Irene con la pijama aún puesta. — Melissa, ¿ De donde vienes? - preguntó Irene muy sacada de onda.

— Creí que había clases hoy. - dije muy apenada.
Irene me invito a pasar y me platico que su madre se encontraba trabajando así que ella tiene que quedarse hacer las labores del hogar. — ¿ Quieres algo? ¿Un cereal o alguna malteada? - me pregunta Irene mientras juntas caminamos hacia la cocina.
— Gracias, ¿ tendrás algún té de limón ? - pregunté.

— Claro ahorita te preparo uno, pero anda cuéntame ¿ Acaso no viste en el grupo del colegio que hoy no había clases?
— Creo que no estoy en ninguno, pero bueno ya no importa. - dije en voz baja. - ya eh pasado una vergüenza un poco grande.
Irene tomó una taza de la alacena y sirvió un poco de agua caliente en ella.
— Abdel Ferró se burló de mí. - dije en tono molesto mientras colocaba mis manos en la cara. — Neta que es un insoportable no entiendo como en este colegio lo pueden estar soportando.

— No es cuestión de eso simplemente que le tiene un respeto por ser el hijo de la presidenta y el hijo de la familia más importante del pueblo. - Dice Irene mientras termina de preparar mi té.
— ¿Sólo por eso? De verdad se me hace una idea tonta.
— Te lo he dicho un montón de veces Melissa, Abdel es el chico lindo y rico del pueblo.
— Pues ojalá vaya cambiando sus actitudes. - Dije ya un poco más calmada.