Después de la última clase, mientras sus compañeros casi corrían desesperados por salir de aquella prisión que era la universidad desde el primer año, Chittaphon tomó las hojas de sus últimos apuntes metiéndolas en su carpeta, con calma cerrando su mochila y ya con ella colgada al hombro, salió del aula ya vacía.
Cuando se encontró a las afueras del edificio, un chico de cabello castaño oscuro, se acercó a él con una sonrisa animada.
—Heummie, ¿qué tal las clases hoy?
—Bastante bien, supongo. — respondió mirando al chico que caminaba a su lado. — ¿Tu?
—Normal. Profesores queriendo que haga lo que ellos dicen, dejando tareas como si me interesara hacerlas, o como si las calificaran en realidad. — se mostró muy indignado.
—Uyyy, ¿Cómo se atreven?— fingió burlándose de su amigo.
—No lo sé. En fin. Mañana por la tarde hay una fiesta, así que-
—No creo poder, yo si debo cumplir con sus malvadas exigencias. — interrumpió a su amigo.
— ¡vamos! No puedes fallarme. — Hizo un puchero —Nunca has dejado una fiesta por tarea.
El chico sonrió y aceptó. Era cierto, siempre fue bueno en la escuela, y llevándose bien con el director y varios profesores, su vida en la universidad era bastante divertida.
—Además, — Jaehyun llamó su atención hablando fuerte mientras caminaban —convenceré a mi primo de ir y al fin podrán conocerse. —lo miró sugerente.
— ¿por qué tanta insistencia con eso?— rodó los ojos.
—porque sé que se llevarían muy bien. El a veces es algo aguafiestas pero es un buen tipo, ambos estudian medicina y por sus personalidades, sería muy divertido de ver como lo mandas y él cae a tus pies. — se carcajeó.
Rodó los ojos divertido —Así como lo describes no sé si sea mi tipo, suena algo... aburrido. — se acomodó la mochila y estiró su cuello. —Pero de acuerdo, lo conoceré en la fiesta, te veo allá.
La vida de Chittaphon en la universidad era suficientemente buena, tenía muchos amigos, era bastante popular entre chicas y chicos. Prácticamente todo quien lo conocía quería ser su amigo.
A excepción de un chico de origen Japones llamado Yuta, quien a pesar de ser más grande que él, iban en el mismo año y siempre competían por ser los primeros en la clase. Ese chico, siempre ganaba. El Japones algunas veces trató de entablar conversación con Chittaphon pero el último no ponía mucho de su parte. Incluso muchas veces el chico lo presentaba como su mejor amigo, el nombrado solo componía una sonrisa torcida e ignoraba la situación.
Como tal no tenía un mejor amigo, y no se imaginen una triste historia de soledad, simplemente él era así. ¿Jaehyun? Ahhh, él podría ser lo más cercano a ese término, salían juntos de vez en cuando, iban a fiestas y por algún motivo terminaron siendo amigos del director. Pasar tiempo con Jaehyun era genial, el chico parecía no preocuparse por nada, pero no por eso significaba que no tomaba las cosas enserio. Siempre había algo que contar cuando estaban juntos. Como aquella vez entre tantas que fueron a lugares extraños y casi de mala muerte a los que lo obligaba a ir. Ambos querían divertirse y pareció buena idea eso de dijeron que ese lugar en verdad es interesante, está lleno de personas en motocicleta, con tatuajes y ropa de cuero. Si, ese había sido Jaehyun. Y luego de algunas horas, demasiado borrachos y bromeando con muchos de los presentes en el Overdose Bar. Terminaron intercambiando números con algunos de los tipos con los que tuvieron diversión aquella noche. Realmente ese no fue lo más destacable de todo. Porque eso lo recordaban bien, pero las fotos que estaban en el celular de Jaehyun y en el suyo, sí que lo hizo reconsiderar volver a salir de fiesta con el mencionado. O al menos volver a tomar en su vida, ya que en realidad no tomaba, puede que eso haya sido lo que lo hizo salirse de control aquella vez. Tal vez.
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Un esposo de mentiras [DoTen]
Lãng mạnKim Doyoung era un hombre que vivía sin compromisos, disfrutando de la vida que su carrera y trabajo le daban el lujo de llevar, todo era diversión, fiestas y ¿Por qué no? Sexo Hasta que un día gusta de un chico con labios hermosos y todo lo que era...