Juntos al fin

252 26 4
                                    

Catorce horas después, al llegar al aeropuerto, Jaehyun propuso que descansaran ese día del largo vuelo y que al día siguiente fueran a cenar todos juntos. Lo cual les pareció una excelente idea.

Jungwoo y Jaehyun se fueron en el auto de este último y obviamente los niños, Chittaphon y Doyoung partieron en la camioneta del alto.

— ¿Van a llevarnos con papá ahora?— Haechan preguntó.

—pues... él sabe que volvíamos hoy del viaje...

—Hyung...— Jisung se dirigió a Doyoung y este asintió para que continuara sin quitar la vista del camino — ¿podemos quedarnos con ustedes hoy y ya mañana en la mañana nos llevan con papá?

—Jisung, no podemos disponer del tiempo de Doyoung. — respondió Chittaphon.

—Por mí no hay problema. — puso la mano en el muslo del rubio.

Llegaron a casa del alto una hora después. Los niños corrieron a la entrada más que emocionados. La pareja bajó algunas maletas y se digirieron a la puerta.

Doyoung comenzó a cocinar para todos mientras Chittaphon y sus sobrinos veían televisión.

—Vengan al comedor, la comida está lista. — todos fueron rápidamente donde el alto, para degustar de su comida.

—Realmente huele delicioso. — el rubio sonrió sentándose en una de las sillas.

—por supuesto que huele delicioso y sabe aún mejor. Cuando tengo tantos ingredientes como quiero, puedo preparar lo que sea.

—no olvidamos que eres excelente también cocinando, Doyoung hyung. — Haechan comentó burlonamente.

Los presentes se burlaron de lo dicho aunque debían retractarse pues estaba más que deliciosa la comida. Durante ella se la pasaron conversando de lo vivido en el viaje, los niños no necesitaron de gran explicación porque sabemos que son tontos y que se querían desde hace mucho pero hasta apenas dejaron de ser taaaaan tontos. Por lo tanto fue de lo más fácil pasar la tarde juntos. Vieron películas, jugaron juegos de mesa, porque los niños de ahora pasan todo el día pegados al celular y eso no es bueno, había dicho Chittaphon. Así pasaron toda la tarde, cenaron y los niños se quedaron dormidos. Esta vez también Doyoung se ofreció a llevarlos a la habitación pidiéndole al bajito esperarlo arriba.

Después de arropar a los niños, al abrir su habitación y encender la luz, su sorpresa fue encontrar una cama vacía.

—Yah. Cariño, te dije que— cuando bajó las escaleras Chittaphon estaba dormido en el sofá con una almohada y una manta. ¿Había ido por ello a pesar de que le dije que subiera a la habitación? ¿No planeaba compartir la cama conmigo ahora que somos novios? Sonrió. Lo amo tanto. Te amo tanto, Chittaphon. Se acercó a su rostro y lo besó en la frente. El rubio se removió y abrió con dificultado los ojos. —Vamos a la habitación, mi amor. — Doyoung lo ayudó a ponerse de pie.


Aún afectado por el sueño Chittaphon se sentó de nuevo en el sofá.

— ¿acaso no piensas dormir conmigo arriba?

—Sí, justo eso. No pienso dormir contigo así. — puso cara de falsa modestia y se cruzó de brazos. El alto aprovechó para cargarlo sobre su hombro y llevarlo escaleras arriba. Chittaphon era consciente de que no podía gritar pues despertaría a sus sobrinos y tampoco iba a forcejear en las escaleras.

Entró cargando aún al rubio cerrando la puerta de inmediato.

—Yah, te aprovechas que no puedo gritar. Pero te he dicho que no pienso dormir contigo arriba. Si quieres que duerma contigo, será solo si yo estoy arriba esta vez. — aún con esa adorable expresión.

Un esposo de mentiras [DoTen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora