-Allí estaré, Aizawa.- finalizó ella con una leve sonrisa.
-Te esperamos, _____.- respondió él, levantándose de la mesa.
-Así que esa era la noticia que tenías que darme...¿no podrías haberme llamado?- se levantó tras él, viendo como se dirigía a la puerta.
-Sabes que prefiero hablar las cosas en persona...por cierto, ¿has visto a Kiana?
Kiana era la gatita de _____, tenía el pelaje negro como el azabache y ojos verdes brillantes, era preciosa a ojos de la chica. La muchacha sonrió de lado, mirando hacia Shota.
-Así que por eso viniste...y yo pensando que te apetecía verme.- dijo con un fingido tono de ofensa, llevando una mano a su corazón en señal de dolor.- Es broma, voy a por ella ¿si? Dame un segundo.
Aizawa vio a la chica adentrarse en el pasillo, y poco después se oyó el ruido de una puerta abrirse seguido de un «Kiana, ven preciosa, tienes visita». En realidad, Shota no venía por la gata...no del todo. No mintió cuando dijo que le gustaba hablar más las cosas en persona, era un tipo sencillo, y nunca le había entusiasmado la idea de estar rodeado de aparatos electrónicos. Quizá pareciese anticuado, pero siendo sinceros, se la traía al pairo. Otra de las razones por las que le gustaba visitar a la chica era porque con ella la tranquilidad estaba asegurada, y él adoraba la tranquilidad. De no ser por la muchacha, quizá ahora estaría escuchando los gritos de Mic, lo que provocaría inmediatamente una inevitable irritación en Shota. Apreciaba a Hizashi...pero lo apreciaría mucho más con la boca tapada con cinta aislante. Mientras estaba perdido en sus pensamientos, vio a la muchacha regresar con una bolita de pelo en los brazos, moviendo la cola suavemente de un lado a otro.
-Mira quien ha venido a verte, Kiana.- la muchacha dejó a la gatita en brazos de Shota, y automáticamente comenzó a ronronear. A la pequeña Kiana le encantaba Aizawa, aunque _____ no terminaba de entender muy bien por qué. Siempre que el chico le hacía una visita a la muchacha, la gata aparecía, pidiendo su atención, y Shota no se la negaba. Y esa vez tampoco era diferente. Kiana estaba ahora boca arriba, tomando uno de los dedos del chico con sus patitas, exigiendo caricias. _____ no pudo evitar pensar que se veían demasiado tiernos así. Y es que el gran Eraserhead, conocido por su severidad, tenía un lado que nadie (o casi nadie) conocía. Era ese lado tierno y preocupado, y es que en el fondo, Aizawa Shota tenía un gran corazón que siempre buscaba el bien para los demás. La muchacha sonrió inconscientemente ante esos pensamientos.
-¿Que te hace tanta gracia, Sky?- inquirió el chico.
-¿Eh? ¿Y qué se supone que debe hacerme gracia? ¿Es que una ya no puede sonreír por nada? -replicó ella, ahora con una burlona sonrisa, la cual el chico le devolvió.
-En fin, debo irme ya, tengo que ir preparando ya las primeras clases del curso...el inicio está a la vuelta de la esquina. Quizá deberías empezar a hacer lo mismo. -era cierto, faltaba una semana exacta para el inicio del curso.- Oh, por cierto, dentro de tres días es el examen de entrada, el que decidirá si la persona en cuestión es apta o no para la U.A. Espero que estés allí, como profesora debes evaluar a tus futuros alumnos.
-¿Y me lo dices ahora? Podrías haber mencionado eso cuando acepté...pero habría estado en las mismas. En fin, gracias, Shota, allí estaré, lo prometo. -mientras hablaba, ambos se dirigían a la puerta de salida. Shota dejo a Kiana en los brazos de _____, indicando que ya iba a irse.- Cuidate, Eraser. -sonrió la joven.
-Tú igual, Sky...me alegra que hayas aceptado. -y sin más, se dio la vuelta para irse. _____ lo siguió con la mirada hasta perderlo de vista. Luego miró a su gata, la cual ronroneaba levemente.
-¿Qué te parece, Kiana? Es un chico...especial, ¿cierto?
Volvió a entrar en su casa, dispuesta a darse una ducha y prepararse para un maratón de su serie favorita.
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«Just like kids» ||Aɪᴢᴀᴡᴀ Sʜᴏᴛᴀ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ||
Fanfic"Probablemente el amor de tu vida sea ese idiota al que llamas mejor amigo". Bobadas. Y más cuando tu mejor amigo era el héroe profesional Eraserhead. Si, os conocíais de...bueno, de prácticamente toda la vida, pero entre vosotros no podía haber nad...