Capítulo 16: Lo que siempre quise

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Advertencia: Este capítulo contiene escenas eróticas explicitas que pueden resultar desagradables para el/ la lector/a que no se sienta cómod@ leyendo este contenido.
Para evitar esta situación, pondré un «🔞» al inicio del relato explicito y otro indicando el final del mismo.
¡Disfruten de la lectura!

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El día en la escuela pasó demasiado rápido para el gusto de _____. Tampoco podía quejarse, siempre se había descrito a ella misma como un ave nocturna: prefería mil veces la calma de la noche al bullicio del día. Aunque esa noche no apuntaba a ser precisamente "calmada". Se había encontrado con Shota un par de veces por los pasillos, y alguna que otra vez en la sala de profesores. Por supuesto no habían pasado desapercibidos para la joven los sutiles roces entre sus cuerpos, igual que tampoco había pasado por alto el singular brillo de los ojos del muchacho. Tenían que mantener la apariencia, debían hacerlo...pero esa extraña tensión que se respiraba entre los dos era imposible de disimular.

Shota, por su lado, no podía dejar de pensar lo mucho que quería salir de la escuela para estar a solas con _____, idea que a su vez infundía cierto temor en Aizawa. No era un temor precisamente malo, si no de advertencia. Tenía perfectamente claro que una vez que la chica y él estuviesen a solas no podría controlarse, y no sabía si eso era bueno o malo. ¿Y sí le hacía daño? ¿Era él el su primera vez? ¿Y si hacía algo que a ella no le gustaba pero no decía nada por miedo a disgustarlo a él? Aizawa sabía que sus gustos no eran precisamente "suaves"...pero ¿y ella? Nunca habían tenido esa conversación, algo de lo que ahora Shota se arrepentía. El sexo no debería ser ningún tema tabú, y menos entre parejas. Pero de nada servía arrepentirse ahora. Y para colmo, los ligeros roces que tenía con _____ solo lograban ponerlo cada vez peor, y por supuesto no podía permitirse dejar que su imaginación tomase las riendas o acabaría en un verdadero problema. Sky parecía no darse cuenta del efecto que provocaba en él, pero a la vez con solo mirarla a los ojos sabía que ambos estaban sintiendo la misma corriente eléctrica recorrer cada centímetro de sus pieles.

Teniendo en cuenta las circunstancias fue un alivio cuando el horario lectivo terminó y por fin pudieron irse a casa. Cada uno fue en su respectivo vehículo, pero sus mentes estaban constantemente en compañía de su contrario. Shota pensaba en ella, en su hermoso cabello, el color de sus ojos cuando un rayo de sol reflejaba su luz en ellos, lo hermosa que se veía cada vez que reía, la gracia oculta en cada uno de sus movimientos, la sutileza con la que mordía su labio inferior cuando estaba nerviosa, el destello de ira que poblaba sus ojos cuando algo no le parecía bien, el sonido de su voz diciendo "Aizawa"... Joder. Era preciosa. Aún sin llevar mucho tiempo saliendo, no comprendía como podía haberse conformado todos estos años con ser sólo su amigo. Ahora tenía claro que no podría vivir sin ella ni aunque lo intentase, y desde luego no quería intentarlo. Igual que tampoco quería separarse de ella,ni esa noche ni nunca más. Quería despertar a su lado cada día, que su rostro fuese lo primero que viese al abrir los ojos...una vida a su lado, eso quería Shota. Pero esa decisión no sólo dependía de él.

Cuando ambos llegaron al apartamento del muchacho todo parecía normal en un principio. Hablaron de cómo les había ido el día, de lo ruidosos que eran ciertos alumnos y ambos se cambiaron de ropa para mayor comodidad...en fin, nada fuera de lo común. Ninguno de los dos se atrevía a revelar el creciente deseo que se arraigaba a sus respectivos interiores.

-Bueno...iré a por algo de beber, ¿tú quieres algo? -cuestionó la chica dirigiéndose a la cocina. Y juraba que había esperado cualquier respuesta menos la que recibió.

-A ti.

...¿Qué?

_____ giró rápidamente sobre sus talones, mirando a Shota que ahora estaba apoyado en el marco de la puerta que conectaba la sala de estar con la cocina. La estaba mirando de manera seria...extrañamente seria. Algo en su interior le dijo que se preparase. ¿Para qué? No lo sabía, pero la expresión del muchacho era muy parecida a la calma antes de la tormenta.
Al ver que no contestaba, Aizawa comenzó a caminar lentamente hacia ella, casi como si fuese un cazador acechando a su presa.
Lo cierto era que las palabras habían salido sin querer de los labios del joven...pero ya no había que hacerle.

«Just like kids» ||Aɪᴢᴀᴡᴀ Sʜᴏᴛᴀ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora