Capítulo 8: Sentimientos confusos

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A la mañana siguiente, tal y como había prometido, Shota se presentó en casa de _____ a la hora justa... justa para pillar a la pobre chica a medio arreglar. Más que "a medio", recién salida de la ducha.

La cosa fue que la joven, al oír su despertador, decidió cerrar los ojos de nuevo "un minutito más", solo para despejarse. _____ juraría que habían pasado apenas 30 segundos...pero en realidad fueron 20 minutos.

-¡Mierda! -exclamó con fastidio al salir de la cama, corriendo a la ducha.- Shota debería llegar en cualquier momento...¿por qué soy así?

Unos minutos después salió de la ducha, colocando una toalla alrededor de su cuerpo. Justo entonces, la puerta sonó.

-Ay no... -no le quedaba otra, tenía que ir a abrir, Aizawa era bastante impaciente, y no quería enfadarlo...

Sujetó el borde de la toalla con firmeza y fue a abrir.

-Ni una palabra, Shota Aizawa...ni una palabra. -dijo la muchacha al ver la expresión del chico.- Dame cinco minutos y estoy lista. -y, sin más, regresó a su habitación para prepararse.

Aizawa, que no sabía muy bien qué hacer, se adentró en el apartamento y se sentó en el sofá. Kiana se subió en su regazo, ronroneando alegremente. No entendía del todo la reacción de la chica, ¿qué tenía de malo? Estaba saliendo de la ducha, era lógico que llevase una toalla puesta. ¿Fue su reacción la que provocó ese pronto en ella? ¿Era él el culpable? Aunque juraría que no había nada de extraño en su reacción... Acarició lentamente a la pequeña gatita, la cual se acurrucó sobre las rodillas del chico. Escuchó pasos provenientes del pasillo, y supo que _____ estaba lista. Así era, Sky Queen en toda su gloria. El traje no era nada muy complicado, era cómodo y eficiente...pero Shota tenía que admitir que le sentaba increíblemente bien. La muchacha tomó a Kiana en sus brazos.

-Deja en paz a Shota, bolita de pelo...tiene que ir a trabajar, y no queremos que llegue lleno de pelos de gato. -reprendió _____ a su gata, la cual soltó un pequeño gruñido de molestia.

Los labios de Aizawa dibujaron una pequeña sonrisa ante la escena. Era gracioso ver a la chica riñendo a su gata, más que nada porque parecía que le estaba riñendo a un niño pequeño en vez de a un animal. Se levantó del sofá para ir hacia la puerta.

-Deja de hacer de mamá enfadada y vámonos, o llegaremos tarde.

La muchacha se colocó a su lado, sacando las llaves para poder cerrar una vez fuera.

-Vamos entonces. -dijo la chica, saliendo del apartamento con Shota tras ella, cerrando la puerta cuando los dos estuvieron fuera.

No tardaron mucho en llegar a la U.A, aún faltaban cinco minutos para que llegasen los alumnos y alumnas, así que les dio tiempo a llegar a la sala de profesores y tomar lo necesario para dar clase.

-_____. -llamó Aizawa.

-¿Hmm? Dime.

-Hoy vendrás conmigo a dar clase, es su primera práctica como héroes y quiero que estés ahí. -el muchacho miró a la chica, que tenía una expresión bastante confundida.

-¿Por qué yo? ¿No puedes llevarte a Hizashi?

Los ojos de Shota se iluminaron levemente mientras la cinta alrededor de su cuello flotaba con suavidad rodeando al muchacho. _____ alzó las manos, con gesto tranquilizador.

-Vale, vale, lo he pillado. Iré, Eraser.

-Así me gusta, Sky.

Oficialmente, la práctica estaba siendo un desastre. _____ y Aizawa se miraban de vez en cuando, y sabían que estaban pensando lo mismo. A esa clase le faltaba compañerismo, aunque era normal, aún no se conocían...ni ellos ni sus habilidades. Y para eso estaban allí, para aprender.
Llegó el turno del chico de pelo verde que tanto había sorprendido en la prueba de acceso.

-Espero que esta vez salga sano y salvo...

-¿Contra Bakugou? Sigue soñando, Sky, no se lo va a poner fácil.

-¡Eraser! Si el chico corre peligro...

-Lo sacaré de ahí, tranquila. Pero esos dos necesitan aprender...

_____ miró hacia Aizawa algo preocupada. Bakugou era...extremadamente fuerte, pero también peligroso. Su afán de superación le cegaba, eso era algo que la muchacha había notado desde el principio. Era buena leyendo a la gente, por eso sabía que las intenciones de Shota eran puramente profesionales, y que si alguno de sus alumnos estaba en peligro, lucharía por ellos sin dudarlo ni un segundo. La muchacha se encontró mirando hacia él con cierto aire soñador, y, al darse cuenta, apartó la mirada levemente sonrojada. No podía evitarlo, siempre había admirado de alguna manera a Aizawa y su forma de enfrentar las cosas.

Al final, el pobre Izuku se rompió un dedo, pero ganó. _____ había estado en tensión durante toda la prueba, hasta había tomado la mano de Aizawa con nerviosismo, cosa que él aceptó con gusto.

Esa noche, cuando Shota regresó a casa, se encontró inevitablemente pensando en _____, en la suavidad de su mano al deslizarse en la suya, la expresión de su rostro.
Se tiró en su cama y abrió el primer cajón de su mesita de noche. De él sacó una fotografía. Y si, era la misma fotografía que tenía en la mano el primer día que _____ empezó a trabajar con él. Se quedó mirándola durante un largo rato. ¿Qué le estaba pasando? Quizá Hizashi tenía razón...pero ¿y qué si la tenía? Estaba más que seguro de que la muchacha no sentía lo mismo que él, era inútil machacarse con algo que jamás iba a pasar. Si, puede que estuviese enamorado de _____, pero, como años antes, iba a ocultarlo para él mismo. Era lo mejor, bajo su punto de vista, prefería mantener a la joven en su vida como amiga que perderla por sus estúpidos sentimientos.

Lo que él no sabía, es que en el apartamento de _____, una nerviosa chica caminaba de lado a lado de su habitación bajo los atentos ojos de su gata.

-Kiana, no sé que me pasa, te juro que no lo sé. ¿Por qué le di la mano? ¡No había ninguna necesidad! ¿Y por qué me preocupo tanto? Quiero decir, es como si le hubiese dado la mano a Hizashi...no es nada del otro mundo. Pero no es Hizashi, ¡es Shota! ¿Y qué tiene que sea Shota? -la chica se sentó, rendida, suspirando pesadamente.- Kiana...creo que vuelvo a tener 15 años.

«Just like kids» ||Aɪᴢᴀᴡᴀ Sʜᴏᴛᴀ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora