«Just like kids» ||Aɪᴢᴀᴡᴀ Sʜᴏᴛᴀ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ||

Capítulo 14: Pequeños gestos

-¿Y bien? ¿Qué es eso tan "extremadamente alucinante" que tenías que decirme? -preguntó Nemuri emocionada.

Mic, Midnight y Sky estaban ahora sentados en una mesa de la cafetería que más frecuentaban, y el nerviosismo de _____ no hacía más que crecer.

-¿Enserio has dicho "extremadamente alucinante", Hizashi? - _____ miró hacía su amigo arqueando levemente una ceja, cosa que sólo hacía cuando algo le parecía increíblemente absurdo.

-¿Y cómo si no iba a describirlo? -replicó él con una pequeña mueca, cual niño pequeño.

-Pues hombre, hay mil formas...

-Ay, ¡ya! Deja a Hizashi con sus estupideces y cuéntame, _____. -interrumpió la pelinegra, haciendo que Mic adoptase una expresión de clara ofensa.

-Bien, bien... -suspiró la menor.- Sabes que no soy de esas personas que le dan mil vueltas a las cosas antes de decirlas, así que seré directa. -se aproximó a su amiga para susurrar.- Shota y yo somos pare...

-¡DIOS SANTO BENDITO DEL CIELO Y DE LA TIERRA NOS PILLA A TODOS CONFESADOS! SABÍA QUE ESTO IBA A PAS...

_____ cubrió rápidamente la boca de su amiga con ambas manos, pues su grito de euforia había atraído la atención de toda la cafetería.

-Shhhh, no grites...es algo que bajo ningún concepto puede salir de aquí, ¿sí? Tendría unas consecuencias desastrosas... -poco a poco fue apartando sus manos de los labios de Midnight, casi como si temiese que volviese a gritar de nuevo.

-Luego el que grito soy yo. -dijo Hizashi con voz burlona.

-No, tú no gritas, tú le rompes los tímpanos a los demás. -replicó _____ con el mismo tono.- En fin Nem...esa era la gran noticia.

-¡Y tanto que es una gran noticia! Pero ahora...quiero que me cuentes TO-DO. -la expresión de la mayor cambió repentinamente a una un tanto sádica. Sonreía de lado y sus ojos despedían un amenazador brillo. Sky tragó con un poco de dificultad, pues sabía lo que le esperaba.

-Primero de todo, porque sé que lo estás pensando, no, no nos hemos acostado.

-¿¡QUÉ!? -chilló de nuevo Nemuri. _____ se llevó su dedo índice a los labios, pidiendo a su amiga que bajase la voz.- Ah, sí, perdón...¿¡qué!? -cuestionó ahora en un susurro fuerte.- Chica, ¡pensaba que eras más espabilada!

-Quizá se te olvida el pequeño detalle de que ahora mismo Shota es mitad momia. -replicó la chica sarcásticamente.

-¿Y eso que tiene que ver? ¿Acaso tiene vendas en la...?

-¡¡No!! Pero aún así no es...¡Nem por el amor de...! -las mejillas de la chica estaban ardiendo con fuerza. Hizashi mientras tanto estaba teniendo un ataque de risa por la conversación de ambas chicas.

-Está bien, está bien, lo entiendo -Nemuri sonaba ahora algo más comprensiva- Nada de diversión hasta que Aizawa deje de ser una momia...pero al menos os habréis besado, ¿no? -Hizashi paró de reír para escuchar la respuesta de la menor.

-Claro que sí.

-¿Y...? -preguntó Midnight sonriendo.

-¿Y qué?

-¡_____! Sabes a lo que me refiero, ¿fue un beso cutre o un beso de los buenos?

-Esto va para largo...

Así pasaron cerca de media hora: Nemuri preguntando detalles sobre cada cosa que había pasado entre ellos y Mic riendo por los nervios de la pobre _____.

Cuando la menor regresaba a casa con Shota, no podía dejar de pensar en lo mucho que le apetecía pasar tiempo con él. Probablemente estaría durmiendo, cosa completamente normal en él, además de ser lo recomendable en una situación como la suya. Aparcó el coche frente a su apartamento y salió a prisas, corriendo hacia la puerta para abrirla. Su corazón latía fuertemente contra su pecho, y casi se para al ver a Shota levantado en la cocina intentando hacer lo que parecía ser chocolate caliente.

-¿Sho...? ¿Qué haces levantado? Se supone que deberías...

-Hola a ti también. -interrumpió el chico con un tono levemente irónico.- Quería darte una sorpresa cuando llegases...pero, como siempre, te me has adelantado.

La chica se acercó lentamente a él. Efectivamente estaba haciendo chocolate, pues sabía que a _____ le encantaba. La muchacha no pudo evitar que una cálida sensación de felicidad la recorriese de arriba abajo.

-Eres un cielo, Aizawa Shota.

-Yo creo que me merezco un beso. -replicó él, girándose hacia _____, la cual le dedicó una sonrisa juguetona.

-Si quieres mis besos no tienes por qué hacer chocolate, para ti son gratis. -tomó con cuidado las mejillas del chico y lo acercó a ella para juntar sus labios con los del contrario. Era un beso lento y suave, si lo tuviese que comparar con algo material probablemente sería un algodón de azúcar. Pasados unos segundos la muchacha se separó para poder mirarlo a los ojos. Tenía el pelo recogido en un moño bajo, y unos rebeldes mechones caían por su rostro, los cuales la chica apartó con cuidado.- En fin, ya que has hecho todo esto...no vamos a desperdiciarlo ¿no?

_____ acompañó a Shota hasta su cama. Después de asegurarse de que el chico estaba cómodo, volvió a la cocina para servirse una taza de el chocolate que Aizawa había preparado y volvió con él, dando pequeños sorbitos del dulce líquido.

-Eres todo un chef, Shota. -dijo _____ sonriendo a su pareja.

-No hace falta ser un máquina para calentar leche con cacao.

-Calla, no le quites la magia al momento. Si yo digo que eres un chef, es porque lo eres y punto.

-Como usted diga, señorita Sky. - Aizawa abrió sus brazos, indicando a la chica que quería un abrazo. Ella dejó la taza en la mesita de noche y se acurrucó en el pecho de Shota.

Así pasaron un buen rato, Aizawa acariciando la piel de _____, y ella susurrando lo mucho que lo quería. Ninguno de los dos estaba acostumbrado a hacer ese tipo de cosas, pero cuando estaban juntos algo dentro de ellos los empujaba a dar todo el uno por el otro.
Ya pasado un tiempo, _____ decidió levantarse para hacer la cena y de paso darse una ducha.

-¿Puedo ir...?

-No. -cortó la chica antes de que él pudiese terminar la pregunta.

-¡Ni siquiera sabes lo que te voy a preguntar!

-No, no te puedes duchar conmigo.

-... -el muchacho se cruzó de brazos, mirándola con reproche y torciendo levemente el gesto.- Eres cruel.

-Soy precavida. -sonrió ella antes de salir del cuarto.

Aizawa soltó un suspiro de resignación. Esa mujer lo iba a volver loco, estaba completamente seguro de ello, aunque no le molestaba en lo más mínimo.