Capítulo 11: Sólo un sueño

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_____...

Ese era el nombre que tenía siempre dando vueltas en su cabeza. ¿Por qué? Porque quería estar a su lado en todo momento, escuchar su voz y sentir el tacto de sus manos acogiéndolo en un abrazo.

Ahora ella estaba ante él, con una sonrisa en los labios...una sonrisa que había logrado enamorarlo.

-Shota, ¡vamos a llegar tarde! La próxima vez que te quedes dormido no seré tan condescendiente. -una voz conocida, y amada, por el chico interrumpió sus pensamientos.

Oh, cierto...el instituto. Lo único bueno de ese lugar era que podía ver a _____ en todo momento: cuando miraba distraída por la ventana, cuando se reía de algún comentario inoportuno de Hizashi en el medio de la clase, cuando dibujaba en su libreta (fingiendo prestar atención en clase)...todas esas facetas eran únicas, y se sentía afortunado por poder tenerlas en su vida.

Terminó de acomodar su uniforme bajo la impaciente mirada de la chica.

-Bien, estoy listo, ¿nos vamos? -miró hacia la muchacha, que estaba ahora en una de las esquinas de su habitación.

Pero ella no contestó.

La atmósfera del lugar pareció volverse más oscura de repente, y un súbito frío inundó la estancia.

-¿_____? ¿Te encuentras bien...? -dio un paso hacia ella, indeciso. Ahora, el rostro de la chica ya no era alegre, si no de profunda decepción.

-Oye, Aizawa...¿por qué? -las palabras salieron de sus labios en apenas un susurro.- ¿Por qué me dejaste sola? ¿Por qué no me salvaste? Dime, Shota...¿por qué me dejaste morir?

El muchacho se quedó paralizado en el sitio. No, ella no podía estar muerta. La estaba viendo ahora, estaba frente a él...no podía ser... Cerró los ojos, tratando de aclarar sus ideas. Cuando los volvió a abrir, _____ ya no estaba.

-¡¡_____!! -gritó él desesperado. ¿Dónde estaba? ¿Dónde? No podía haberse esfumado de la nada...¿verdad?

Salió corriendo de la habitación, buscándola por el resto de la casa.

Nada.

Todo parecía desierto, como si estuviese solo...no había nadie, si ella no estaba, en su vida ya no había nadie...

Vuelve...


Abrió los ojos repentinamente, con la respiración entrecortada y el cuerpo cubierto de una fina capa de sudor frío causada por el miedo. El rostro de _____ se encontraba sobre él, con una mano apoyada en su mejilla, claramente preocupada. Estaba diciendo algo...pero no podía escucharla bien.

-...un sueño. Todo está bien. -la dulce voz de la chica llegó lentamente a sus oídos, calmandolo al instante. Estaba bien...estaba a salvo.

Shota no dijo nada. Se aferró al cuerpo de la muchacha, encerrándola en un abrazo del que era imposible salir. Siendo sincero, en ese momento ni siquiera estaba pensando en lo que hacía, ella estaba ahí y eso era lo importante. Apoyó la barbilla en la cabeza de la muchacha, y esta no pudo hacer otra cosa que abrazarlo también. ¿Qué habría soñado Aizawa Shota para alterarse de esa manera? Fuera lo que fuese, le había afectado, y mucho.

Pasaron unos minutos en silencio, hasta que Aizawa se decidió a hablar.

-No tendría que haberte dejado ir a por el Nomu. Podrías haber muerto.

-¿Qué? Shota...el que casi muere eres tú. Además, estoy bien, sabes que soy...

-Si, sé que eres perfectamente capaz de defenderte. Pero no me pidas que no me preocupe por ti. Eso es algo imposible, algo de lo que hasta yo me sorprendo a veces. -el tono de voz del chico era firme, casi autoritario.- Tuve una pesadilla, _____, una pesadilla en la que tú te ibas, estabas muerta. Pensé que podía esconder todo esto, guardarmelo para mi como hice hace unos años, admirarte desde lejos sabiendo que nunca podré ser lo que necesitas. Creí que estaba bien así. Pero no, no estoy bien simplemente sabiéndolo. Quiero que tengas presente estas palabras la próxima vez que te tires a luchar contra algo que podría matarte: Te quiero, _____ _____, y te quiero de la forma más sincera que se puede querer a alguien. Quizá no sea perfecto, y está claro que no soy "el chico ideal", pero creeme cuando te digo que para mi tú eres la única persona con la que podría pasar el resto de mis días siendo plenamente feliz. -el agarre sobre la chica no se había aflojado durante toda su confesión, así que el rostro de _____ aún seguía escondido en el pecho del chico, pues tampoco se atrevía a moverse.

Bien. ¿Y ahora qué? ¿Dónde está el botón de "mundo, PARA" cuando lo necesitas? ¿Qué hacía ahora? ¿Confesar que ella también quería pasar el resto de su vida a su lado? No, no estaban en una película romántica, pero ciertamente era lo que quería hacer. Su corazón estaba latiendo de una forma desbocada, y para no estarlo. Entonces se dio cuenta de que llevaba mucho tiempo en silencio, y que seguramente el chico lo tomaría como una negativa, así que se aclaró la garganta, dispuesta a hablar.

-Yo...no soy muy buena en este tipo de situaciones. En las películas parece muy fácil...lo dicen todo de una forma muy bonita y poética, cosa que yo no puedo hacer ni practicando, así que si eso era lo que esperabas siento decepcionarte. En compensación y como respuesta, te daré esto...

Se separó unos centímetros de él, suficiente como para poder mirarlo a la cara y sonreír dulcemente. Acarició con suavidad la mejilla del contrario, el cual abrió la boca para responder a las palabras de la chica...pero ella no le dio tiempo. Juntó sus labios con los del chico en un beso dulce y gentil, como si fuesen niños de 15 años dando su primer beso. La mano de _____ seguía en la mejilla de Shota, acariciándola con el pulgar. El muchacho no sabía donde meterse. ¿Lo estaba besando? ¿Ella? ¿Era esto otro sueño? Qué más daba...llevaba queriendo un beso de esa chica desde hacía años, no iba a dejarlo pasar sin más. Tenía razón, eso era tocar el cielo. Cerró los ojos, al igual que ella, y le devolvió el beso de la misma manera. Los labios de la joven eran suaves, dulces, y encajaban a la perfección con los del chico, y desde luego ambos lo notaban. Ahí es a dónde pertenecían, el uno al otro, como debió de haber sido cuando solo eran unos críos...cuando se enamoraron por primera vez. Pasados unos segundos ambos se separaron y sus miradas se encontraron. Aizawa sonrió levemente.

-Supongo que no soy el único que se siente así...

-¿Es que no te lo he dejado claro? -cuestionó la chica, sonriendo de lado.

-A lo mejor no lo suficiente. -tomó delicadamente el rostro de la chica con sus manos y volvió a besarla de forma dulce, aunque algo más profunda. Ambos rieron al separarse.

-Somos como dos niños pequeños, Aizawa... -sentenció ella, acurrucándose en el pecho de Shota.

-Igualitos, _____, igualitos.

«Just like kids» ||Aɪᴢᴀᴡᴀ Sʜᴏᴛᴀ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora