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Anoche estuve muy ocupada en la cafetería. Luego cerramos a eso de las ocho de la noche y mis compañeras me invitaron a una fiesta de año nuevo. Fui y todo bien hasta que comencé a tomar, por lo poco que recuerdo hice mucho el ridículo y luego me mandaron en taxi a casa, siquiera pude abrir bien la puerta.

Verán, hoy es primero de Enero del 2021, llevo ya un par de días trabajando en la cafetería, tengo buenas compañeras y con los horarios me va bien por ahora ya que no tengo clases. Nos dieron el día de ayer libre pero como no teníamos nada que hacer la jefa nos dejó trabajar, encima nos pagó el día porque estuvo bastante concurrido y gracias a nosotras la cafetería generó dinero.

Me di vuelta en la cama aún con los ojos cerrados, mis ojos se sentían muy pesado y la boca me sabía amarga. Los abrí lentamente con la pesadez, tendríamos los tres primeros días del año libre gracias a que la jefa se sentía de muy buen humor.

Automáticamente me senté en esta, mareándome en el abrupto acto. Me quité las sábanas de encima y una vez cerca de la orilla de la cama me puse a pensar, ¿cuándo me me puse el pijama?

Pero bueno, estaba borracha pues, probablemente me lo he puesto y no recuerde que mas da.

Me acerqué a la cocina para beber agua, viendo a través de la fina tela de la cortina que fuera estaba cayendo lo que parecía un diluvio. Sin darle mucha importancia me llevé conmigo el vaso de agua camino a la puerta cerrada del baño, una vez frente a esta me detuve cuando el celular sonó, instintivamente me acerqué a este viendo la hora, las 10:30 am del primero de enero del año 2021. Eran mensajes de promoción, al revisar la bandeja de entrada solo estaban estos y unos cuantos de mis hermanos deseándome prospero año nuevo.

Próspero, já.

Por lo menos no comenzamos tan mal, tengo trabajo y me pagan bien.

Volví a dar un trago al agua y sintiéndome mal por no haberme limpiado los dientes aún, me dirigí al baño tomando el pomo de la puerta y girándolo. Di un brinco y dejé caer el vaso en manos cuando divisé una silueta sentada encima del inodoro.

El cuerpo comenzó a darme sacudidas y el corazón aceleró su paso cuando la imagen frente a mi se movió sobresaltada, no estaba viendo mal.

— ¡¿Q-Quién eres?! —no podía moverme.

Creí que no podía pero cuando la sorpresiva y borrosa silueta se puso de pie corrí fuera de su campo de visión. ¡¿Por qué no corrí fuera a pedir ayuda?!

Inmediatamente me vino a la cabeza la posibilidad... ¿y si yo le traje anoche? ESTABA BORRACHA MALDITA SEA, no recuerdo nada.

Quería hablar pero mi cuerpo no dejaba de temblar, tampoco es como si pudiese decir mucho, había un extraño en casa, estaba muy asustada como para poder salir de la esquina de la cama donde me había instalado. Mis ojos no dejaban de mirar sin pestañear la puerta del baño, ¿por qué no habla, por qué no sale?

Si hubiese sido un asesino ya estuviese muerta, ¿verdad?

Probablemente yo le traje anoche, ¿no? Pero yo no hago esas cosas y recuerdo cuando llegué a casa, no traje a nadie conmigo, solo no recuerdo luego de entrar al apartamento pero de lo otro sí estoy cons...

La luz del baño fue encendida y un grito masculino fue lo que le siguió.


La luz del baño fue encendida y un grito masculino fue lo que le siguió

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Omnipresente.  ||  J.HSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora