Omnipresente. || J.HS

11

— No tengo más nombres, solo llámame Hoseok. Ubicuo no suena algo bonito en este mundo. —dijo luego de lamer una vez más la cuchara.

Le quité la cuchara de manos mientras cerraba el envase y lo llevaba de nuevo a la nevera alejándolo de él antes de advertirle que no podíamos comerlo todo porque no tengo mucho dinero para comprar más. Lavé las cucharas y volví a la cama con la única luz de mesa encendida, fuera seguía lloviendo pero no con tanta intensidad como en la tarde.

— Okay, Hoseok. ¿Puedes decirme algo más sobre ti, o él, lo que sea?

— No sé nada más. —negó varias veces—. Aunque puede ser que en la noche recuerde.

— Bueno, objetivamente ya es de noche.

— Me refiero al dormir contigo.

— Eeeeh nop, no puedes dormir conmigo, ya te lo he dicho, Hoseok. —acentué su nuevo nombre.

— Sulhye, no puedo dormir si no es contigo, es la única manera. —alzó los hombros.

— Bueno, pero no me abraces, no hay necesidad de eso ¿o si? —alzó los hombros nuevamente—. Es incómodo, entre humanos no hacemos eso con cualquiera.

— Pero no eres cualquiera, eres mi todo Sulhyhe. —cerré los ojos una vez más, esto definitivamente era extraño, sentía que lidiaba con un alienígena sacado de esas novelas ficticias donde se llevan muy bien con los protas o hasta se hacen pareja.

— Tampoco hables así, se escucha muy mal, como si fueramos enamorados o algo. —volví a verle algo rendida, él giró su rostro de lado.

— Pero yo te amo.

No voy a negar que me latió bien fuerte el corazón, tuve que respirar un poco porque obviamente no me lo decía implicando el término más famoso que conocemos de amar, supongo. Un trueno cayó haciendome estremecer y soltar un pequeño grito.

— No vas a poder dormir si no te abrazo esta noche Sulhye.

Y así fue como me rendí, lo dejé abrazarme solo que esta vez no dándole la espalda. Ya me arrepentiré otra noche cuando no esté lloviendo.

La verdad es que por ahora lo que menos estoy es arrepentida, anoche dormí de lo mejor y desperté a las siete de la mañana en punto, con muy buen ánimo, me sentía como si mis desgastadas baterías hubiesen sido cambiadas por unas nuevas de caja. Por eso hoy bajé mientras le demandé que no se atreviera a salir y que me esperase dentro, también le advertí que no se comiese el helado y le dejé algo de comida para el almuerzo preparada. Fui con los de seguridad del edificio y como soy inquilina le pedí al señor que me mostrase las grabaciones de año nuevo a la hora que llegué a casa y justo como Hoseok me había dicho, no había nada más que yo saliendo en la tarde para trabajar y llegando a la madrugada del primero de enero mientras me bajaba de un taxi y me tambaleaba por el pasillo hasta mi puerta, para entrar y no salir más hasta día y medio después, donde también le vi a él salir cuando le cerré la puerta en la cara al otro día, duró unas dos horas fuera del apartamento mientras se movía de aquí para allá sin salir del pasillo, a veces se veía como se tentaba a tocar la puerta pero antes de hacerlo se alejaba.

El señor de seguridad me preguntó quién era y me puse muy nerviosa, fingí que era mi novio, me preguntó extrañado que cuándo entró porque en esos dos días casi tres que habiamos estado monitoreando él no se vio entrar por ninguna parte pero tuve que recurrir a mentir de nuevo agarrándome que la semana pasada había llegado, el señor confirmó diciendo que igual a veces las cámaras tenían un problema y se apagaban, que tenían dos semanas contactando con técnicos y por ahí se fue mientras yo seguía observando el momento en el que Hoseok salió del edificio al medio día y no se vió más hasta que dieron las tres de la tarde cuando volvió con la cabeza gacha y se plantó en la misma esquina donde lo encontré cuando abrí la puerta esa tarde lluviosa. Había salido del edificio pero no me había dicho bajo qué condiciones o cómo le habían golpeado, eso encendió algunas alertas en mí. Tuve que darle algunas frutas que había comprado como agradecimiento al señor mientras volvía a subir las escaleras con las bolsas de lo poco que pude comprar, está todo más caro que nunca maldita sea.