Hice pasta para la cena pero el apetito se me esfumó cuando él comenzó a comer, le di mi porción y encima se comió la que iba a guardar. Come con un gusto increíble, todo en él comienza a impresionarme.
Se negaba a despegarse de la ventana, incluso cuando ya había apagado las luces para dormir. No iba a dejarlo dormir en mi cama así que le preparé unas colchas en el piso, pero pareció no hacerme caso cuando le avisé que iba a dormir allí. La luz de la luna le daba justo en el rostro y era lo único que veía desde mi lugar en la cama. Quería dormir pero habían muchísimas cosas en mi cabeza como para lograr hacerlo, trataba de recordar pero se hacía cada vez más difícil.
Finalmente apagué la luz de la pequeña mesita y le di la espalda para tratar de concentrarme en mi sueño.
Debo de estar loca, tratando al desconocido como si lo conociese de toda la vida, espero que esto no me traiga malas consecuencias.Abrí los ojos y hacía un calor infernal, todo estaba muy oscuro. Me iba a dar la vuelta pero me extrañé al sentirme inmóvil en mi lugar, ¿qué mierda?
Al moverme una vez más me di cuenta de que algo rodeaba mi cintura con fuerza, abrí bien los ojos al momento de concentrarme, comencé a sentir una respiración cerca de la nuca y eso hizo que me pusiera más que nerviosa.Saqué un poco la cabeza de la cama y miré hacia el piso, la colcha estaba toda restregada en el piso, y vacía.
No puedo creerlo. Le doy un dedo y tomó todo el brazo.Y bueno, lo extraño es que me auto justifiqué en ese instante con que estaba muy cansada para moverme. Trate de volver a cerrar los ojos pero mis sentidos parecieron terminar de despertar por lo que me aparté como pude de su brazo y me puse de pie. Dormía plácidamente.
Caminé hacia el baño cerrando la puerta detrás de mí. Encendí la luz haciendo que esta me cegara los primeros segundos. Al mirarme al espejo me di cuenta que me veía del asco, trate de pasar eso por alto y me senté a orinar.
¿Qué es lo que estoy haciendo? ¿pienso dejarlo a vivir conmigo? claro que no.
Cerrando la puerta del baño me espanté cuando lo vi sentado en la cama con los ojos bien abiertos. Mi corazón latió rápidamente.
— Oh, estás despierto... —dije casi en un susurro.
— Sulhye, soñé contigo. —¿ajá?
— Mmm.. bueno, oye. No debiste de acostarte conmigo, te hice ese espacio en el piso por eso, ni siquiera nos conocemos. —miró hacia el piso unos segundos antes de volver la mirada hacia mí y girar un poco la cabeza con notorio desconcierto.
— Nunca he dormido, y siempre que tú duermes yo te acompaño. —tal vez sigue dormido, o es experto en hablar cosas sin sentido que es más probable.
— Bien, no es hora de hablar, si quieres quédate ahí. —no lo pensé mucho y abrí el armario para sacar una sábana y seguido tirarme encima de la colcha.
Mientras me acomodaba escuché como este se removía en la cama, yo ya tenía los ojos cerrados pero no podía concentrarme. Al abrirlos conecté con los suyos que sobresalían del colchón, mirándome fijamente.
— ¿Qué es lo que haces?
— Creo tener una idea de lo que está sucediendo. —Dios, es de madrugada y yo esperaba algo así durante todo el día, ¿por qué justo ahora?
— ¿Ah si? —asintió, yo le di la espalda.
— Bien, espero que no te olvides. Mañana me cuentas.
Contaba ya unas 50 cebras cuando lo volví a escuchar moverse en el colchón.
— ¿Puedes quedarte quieto?
— Creo que no puedo dormir sin ti.
— Solo quédate quieto.
Abrí los ojos algo agitada, maldita pesadilla.
— ¿Tuviste una pesadilla? —mi corazón dio un vuelco del susto al escuchar su voz.
Mientras trataba de calmar mi respiración me fijé en los rayos del sol que se adentraban por la ventana que seguía abierta. Me estoy lamentando.
Me senté en mi lugar y este hizo lo mismo.— ¿Puedes dejar de mirarme?
— Ubicuo. —lo miré algo confundida.
— ¿Qué?
— Es mi nombre, o eso creo. Soy un ubicuo, y tú eres mi humana.
Fruncí el ceño y volví a cerrar los ojos.
— ¿Qué clase de estupideces estás diciendo? —me puse de pie y caminé hacia el baño, sentí sus pasos apurados detrás mío y cuando quise cerrar la puerta este no me dejó—. ¿Qué?
— El dueño de este cuerpo se llama Jung Hoseok, y es uno de los chicos en la pared, sólo que.. como estoy aquí él no existe en la actualidad. —escupió todo rápidamente como si de algo memorizado se tratase, por unos segundos me reí porque no entendí ni la mitad de lo que dijo.
— ¿Me dejas despertarme primero antes de comenzar con tus balbuceos? —no le permití decir algo más y cerré la puerta.
Pero al tomar el cepillo de dientes en manos mi cerebro padeció una revolución. Paren todo.
¿Cómo dijo que se llamaba?
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Omnipresente. || J.HS
FanfictionEra un simple puñado de aire lleno de amor, tranquilidad y paz. Un día a comienzos de un año nuevo, luego de tener su primera siesta, despierta en forma humana. Pero no en cualquier forma y mucho menos en cualquier piel. |Hetero |Historia 1000% mía...