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Narrador Omnisciente
___ observaba el cielo viendo como las nubes se movían. Mientras hacia esto no pudo evitar recordar lo que había sucedido unos días atrás.
La aparición de una niña azabache que se presentó como Kiyoko.
No pudo evitar sonreír al recordar como comenzaron a hablar, pues después de que aquella niña se presentará había ido los días anteriores a encontrarse con ella, lo cual la alegró un poco al no ver en esos días al otro niño. Ella quería ver a Tobirama, pero se resignó y dejo de pensar en él y seguir viendo al cielo.
〘···〙
—Onee-san, ¿Podemos entrenar?
___ separó su mirada de su comida para ver a su hermano menor.
—Eso depende, ¿Terminaste de aprender los jutsu que te dije? —Kimura terminó de pasar la comida en su boca.
—Sí. Aunque creo que debo perfeccionar más el doton. —contesta Kimura.
—Bien. Entonces vamos al patio. —dice ___ levantándose de la mesa y yendo al patio.
Kimura termina de comer y se levanta de igual forma y sigue a su hermana. Ya afuera ambos se colocan frente a frente.
—Muéstrame lo mucho que mejoraste estos días, Kimura.
El menor asiente antes de colocarse serio al igual que su hermana, y en un instante ambos estaban cerca del otro.
___ sonrío de lado al notar la mirada de su hermano y su sonrisa se amplia al ver los sellos que su hermano formaba.
—Doton: Doryuso no Jutsu.
Varios picos comienzan a sobresalir del suelo, la pelirroja nota como estos salen en donde se encontraba por lo que da varios volteretas para no tocar el suelo hasta llegar a un árbol y quedarse en el.
—Doton: Doryu Taiga no Jutsu.
En cuanto la pelirroja termina de decir eso, el suelo bajo los pies de Kimura comenzó a transformarse en barro provocando que pierda el equilibrio, ___ toma ventaja de esto y forma sellos.
—Doton: Dochu Eigyo no Jutsu.
Cuando ella dice esto salta del árbol y en cuanto toca el suelo su cuerpo desparece en la tierra, Kimura no pudo ver esto al estar concentrado quitandose el jutsu que su hermana había hecho para hacerlo caer.
Cuando logra volver a ponerse de pie nota que ___ no estaba por ningún lado, intenta rastrear el chakra de su hermana pero nada, así que siguió buscándolo pero lo que no se espero fue sentir las manos de alguien -que suponía era su hermana- en sus pies para luego quedar enterrado del cuello para abajo en la tierra.
—Quizás no practicaste tanto como decías, Kimura. —dice ___ apareciendo frente a él. El menor la mira con molestia—. Ya no te enojes. Voy a sacarte de ahí.
Y en un instante, Kimura ya estaba de nuevo sobre la tierra, ___ lo miro con una sonrisa burlona.
—Regresa a casa, Kimura. —dice ___ borrando su sonrisa—. Volveré en una hora.
Y antes de que el menor pudiera objetar algo la mayor había desparecido.
〘···〙
___ miro con una sonrisa al ver quien se encontraba ahí.
Tobirama estaba sentado bajo el árbol.
—Hace tiempo no te miraba por aquí. —dice ___ acercándose a él—. Supuse que estarías ocupado con algo y no tenías tiempo libre.
Tobirama no dice nada.
—¿Necesitas silencio? —pregunta ___.
—Eso es bastante claro al notar que estuve en silencio todo este tiempo. —contesta Tobirama.
La pelirroja no dice más y se sienta al lado de Tobirama, disfrutando del silencio o mejor dicho, del sonido del agua.
Ahora ___ podía estar en paz al verlo a su lado.
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