Había una vez... (Diakko♥)

Cap. 34

Diana Cavendish Pov

— ¡Escuchen con atención! ¡Afuera hay una guerra! ¡Mucho de nuestros hombres están muertos! ¡Le pondremos fin a este comienzo!—comienza a caminar de lado en lado— ¡Quieren apoderarse de nuestros reinos! ¡Quitarnos nuestra paz!—señala la superficie— ¡No dejaremos que lastimen a mas personas! ¡Evitaremos que niños como jóvenes mueran en esta masacre! ¡Protegeremos a los nuestros!—grita el rey Alcides.

— ¡Si señor!—contestamos.

— ¡Todos reunidos! ¡Todos juntos! ¡Acabaran con todos ellos!—golpea fuertemente la pared de tierra— ¡Y les enseñaran que somos mas fuerte! ¡Sin magia! ¡Solo con nuestra fuerza y poder de voluntad! ¡Confió en todos ustedes! ¡Mis caballeros leales! ¡No me decepcionen! 

— ¡No señor!—ponemos nuestra mano en forma de puño en el pecho.

— ¿¡Están listos!? 

— ¡Si!

— ¡No los escucho!

— ¡Estamos listos!—nos arrodillamos.

—Bien, necesito un trago—se sienta en una de las bancas.

Uno por uno fueron subiendo, somos veinte y dos, incluyendo a Amanda y a mi, Sir. Kay esta a cargo de darnos las ordenes una vez que estemos afuera, es el caballero real que vino con los reyes en el barco.

—Amanda—veo como los caballeros suben por la escalera.

— ¿Que pasa? —me mira.

—La miro y sonrió—

—Me devuelve la sonrisa— ¿siempre juntas?—extiende su puño.

—Choco nuestros puños—siempre juntas.

Mire hacia atrás regalandole una sonrisa a mi princesa, su mirada es de preocupación y desde lejos puedo notar que tiene miedo, sus manitos están temblando. Me di la vuelta y subí las escaleras, al llegar a la superficie cerré la puerta del subterráneo.

— ¡Escuchen! ¡Ya saben como son sus espadas y flechas! ¡No se dejen tocar! ¡Y no podemos llevar escudos! ¡Hay que atacar desde lejos y cuerpo a cuerpo! ¿¡Entendieron!?

— ¡Si!—decimos todos.

— ¡Tenemos cinco arqueros! ¡Ellos se encargaran de matar a los otros! 

Es la única manera que podemos atacar, el hechizo no funciono y no hay otra opción, sera difícil luchar con tantos siendo nosotros tan pocos, pero trataremos de hacer lo imposible, posible. Nos dirigimos a pasos rápidos donde se encuentran, cada uno tiene su espada guardada y corremos en grupo, los arqueros sacaron sus arcos al ver la multitud de los enemigos avanzando, ellos se dividieron escondiéndose entre los arboles, para atacar mas fácil a los demás.

Tienen escudos y están empujando unas catapultas, también tienen hombres con navajas, no es solo uno como esa vez en mi antiguo hogar, son mas de cinco, algunos tienen ballestas, otros látigos, puedo distinguir sus armas estando a una distancia lejos, tengo una buena vista. No llevamos escudos y solo diez tienen armaduras, Amanda y yo no tenemos nada para protegernos. 

Los enemigos sacaron muchas botellas de vidrio y las rosearon en sus espadas, lanzas y flechas, estas se volvieron de color azul; contare los minutos, estamos cerca. Sus lanzas fueron lanzadas hacia nosotros, las esquivamos completamente sin parar de correr, pero al momento que lanzaron sus flechas uno de los nuestros callo, muriendo enseguida; veinte y uno.

— ¡Ahora!—grita Sir. Kay.

Al llegar dejamos que uno por uno se acerque, Amanda fue la primera en dar el primer golpe, luego seguí yo cuidando su espalda, agarre a uno por sus manos quitandole la espada, le di una patada en sus partes intimas y saque mi espada, para después enterrarla en su cuerpo. Observe como uno de los caballeros que vinieron del reino Bernicia quiso tomar una de las espadas de color azul, pero, al hacerlo murió; veinte...no podemos usar sus armas mientras tienen magia.