¿Qué culpa tiene el niño?

siete

Estar a lado de Donghyuck era como estar a lado de un torbellino, siempre era imposible de evitar que te arrastrará con él.

Cuando el pequeño lloraba, DoYoung no podía evitar querer hacerlo, cuando hacía una travesura y terminaba riendo, DoYoung no podía evitar descartar el regaño y seguir riendo con él.

La vida de DoYoung se ilumino con la presencia de Donghyuck y su padre, siempre fue algo precavido y tímido, siempre con altibajos.

Donghyuck ahora tenía cuatro años, apenas comenzaría a ir al jardín de infantes, a pesar de que DoYoung nego mil veces a Johnny que no sería bueno solo hacerle cursas dos años, el más grande tomo la carta "es mi hijo".

Era su primer día, DoYoung observaba como el pequeño saltaba emocionado mientras le preguntaba millones de cosas, y él, bueno, solo quería vomitar.

Johnny no estaba aquel día, llevaba tiempo trabajando en un gran caso que le ayudaría a ascender del puesto en que estaba, así que, aunque quisiera acompañar a su solecito no podía, pero no desanimo al pequeño Hyuck, hasta se podría jurar que quien acabo llorando en su cuarto fue el señor Seo por la "frialdez" de su hijo.

“Cariño, ¿estás seguro de querer ir hoy?, puedo decir que tenías fiebre.”

Le había murmurado DoYoung cuando estaban cerca del jardín de niños, pero Donghyuck nego de forma inmediata y se apresuro en arrastrar a su mayor, lo cual sólo fue unos segundos, el de cabellos negros sabía que no se podía comportar como un niño pequeño.

Lo que no pude evitar hacer al tener que despedirse, fue abrazar a su pequeño niño, al igual que dejándole besitos por toda su adorable cara.

“Se bueno con todos, ¿si?”

Vio como asentía y como una de las maestras tomaba la mano del menor, solo quiso llorar, no se sentía listo para separarse de él.

“¿Usted es su papá?, no se preocupe, el pequeño Hyuck esta en buenas manos.”

El subconsciente de DoYoung quiso negar lo primero, pero sólo termino soltando una lágrima mientras pensaba lo difícil que era.

“¿Es primerizo?, se que cuesta, pero no se preocupe, el volverá con usted antes de que se de cuenta.”

La maestra parecía no juzgarle, en cambio le daba miradas suaves, DoYoung solo pudo asentir mientras se retiraba, Donghyuck se había ido momentos antes de que montara su mini escena.

Su paso era lento, pero eso cambio cuando se dio cuenta de que aún necesitaba ir a la universidad en media hora, no había tenido las primeras horas dado que su maestro había decidió faltar de un momento a otro, lo cual le beneficio dado que tenía que traer a su solecito.

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Johnny no tardo en darse cuenta de la falta de presencia de su hijo, a pesar de que quien lo cuidará la mayor parte del tiempo era DoYoung, siempre le tenía cercas, así que cuando término por cerrar el caso se sintió extrañado de no tener a un pudú y un conejo en su oficina, no quedaba más que tuviera que hacer y su padre se negó a darle más trabajo dado que había cerrado un caso muy importante y se necesitaba ser festejado.

Sin pensarlo mucho decidió llamar a DoYoung, a veces piensa que debería de ser menos egoísta, siempre llama a DoYoung a cualquier hora como medio de socorro, y aunque la mayoría del tiempo era sólo con afán de entretenimiento, no lo haría si no existiera la confianza que se tenían.

Lo que fue inesperado para el aburrido, fue que no contestará su conejito.

>> Hola señor osito.

Se escuchó por el celular, junto con más "señor ositos" dado que John era incapaz de dar una respuesta, tal vez lo habían investigado y de paso secuestraron a DoYoung como señuelo.

“¿Quién habla?, no tienes voz de DongYoung.”

Dijo de forma seria, tratando de desbordar seguridad, pero después de segundos de haberlo dicho escucho una gran carcajado, como si lo que hubiera dicho fue algo gracioso. Le fue imposible no enojarse.

>> No soy DoYoung, soy su novio Yuta. Nakamoto Yuta.

Si antes se había sentido descolado ahora estaba peor, sentía que en cualquiera momento se iba a echar a llorar, aunque en realidad no sabía el porque.

“Doie no tiene novio.”

Fue lo único que pudo pronunciar, si seguía hablando su lado cool se vería afectado por sus sentimientos.

>> ¿Entonces que soy?, mejor dime que haces llamando a mi novio.

La voz del chico había pasado de amable a seria, lo cual no intemido para nada a Johnny, fácilmente le pasaba dos años al tal Nakamoto, y era un minimo.

“Niño, pasame a DongYoung. Me importa poco si eres su novio o no, yo soy su jefe.”

Estaba molesto, no sólo con el chico, si no con DoYoung por decidir estar con alguien y todavía idiota.

>> No debería llamarle en horario de clases, esta ocupado y como le dije, mi nombre es Yuta.

Soltó un gran bufido al darse cuenta que el niño ese había colgado su llamada después de haber dicho aquello, sin evitarlo solto un "idiota" algo alto, lo cual provoco de varios de sus compañeros. Ahora Johnny no sólo se moría de enojo, si no de pena.

Decidió no llamar a DoYoung nunca más cuando estuviera en horario de clases por su gran novio Nakamoto Idiota Yuta, sólo pudo dejarle un mensaje diciendo que el iría por Donghyuck para que pudiera nadar en el mundo del amor con su cosa esa.

Sí, así de inmaduro es Seo Johnny.

Debido aquello estuvo esperando dos horas frente a la escuela a la que ahora asistía Hyuck, negándose a ir a su casa. También pudo decir que ahora conocía a la perfección la cuadra, y su galería.

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Cuando faltaban quince minutos para que Hyuck saliera, DoYoung salió apresurado, Yuta le había entretenido poniendo de excusa que la explicación del maestro no ers buena, por lo cual no sabía nada, pero DoYoung sabía que Yuta era el mejor de la clase y ese tema lo sabía de inicio a final, por lo cual, después de darle un buen golpe en su cabeza, por haberlo entretenido diez minutos, salió corriendo esperando llegar a tiempo por el pequeño.

Cuando llego se sintió indignado, Donghyuck estaba siendo cargado por Johnny, los niños aún se encontraban saliendo, lo que demostraba que apenas había salido.

“¿Por qué no hay abracitos para mi?”

Murmuró mientras cruzaba sus brazos a lado de Johnnh, el cual fingía que no existía, hoy todos estaban raros a excepción de su bebé y él.

“Conenijo hyung, para ti son los becitos.”

Y así DoYoung murio por un niño de cuatro años, únicamente por la ternura que cargaba.

“Los quiero todos llegando a casa, por cierto, Johnny, ¿como te fue?”

Había utilizado el tono de emoción que solía usar cuando quería un juguete, pero el mayor solo respondió con un seco "bien" negándose a verle y solo mimando a su hijo, el cual a penas si había notado.

Así DoYoung se sintió extraño durante todo el camino, se imaginó emocionado por las amistades que Hyuck había podido hacer, pero sus pensamientos solo fueron alrededor de una persona : su jefe.