Capítulo 48

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Narra Purre

Nos levantamos temprano el otro día. Miré a un lado de la cama y Pilar se durmió con el pelo desordenado en la cara y solo estaba cubierta por una sábana. Pasé una mano sobre su rostro y besé su frente. Ella abrió los ojos lentamente ante el brillo.
Sus ojos en la mañana eran aún más brillantes, me perdí en esa mirada.
- Despierta Pilar!!!
Ella se estiró y se cubrió la cara.
- Ahhh no Purre, quiero dormir más
- Me dijiste que tenías una sorpresa y ahora quieres dormir?
- La sorpresa puede esperar
- En realidad no, levanta Pilar
Ella gruñó y salió de la cama y la sábana cayó sobre su cuerpo. Tu cuerpo perfecto. Ella me miro y se rio
- Que pasó? Nunca me has visto así?
- Gracias a Dios que puedo ver todos los días. Si aún no te he agradecido, te estoy agradeciendo ahora.
Ella se rió y se dirigió hacia el baño. No perdí la oportunidad de ir tras de ella.
Y lo que se suponía que era una ducha corta duró horas y horas.
Cuando salíamos de la casa, Pilar abrió la nevera y tomó algunas cosas para llevar al auto.
Levante mi ceja
- Vas a comer todo esto?
- Ah Purre yo tengo hambre
Llegamos a mi auto.
Ella viene a darme un beso corto y toma la llave del auto de mi mano.
La miro confundido
- Que pasó? Ella pregunta yendo del lado del conductor
- No conduciré el auto?
- Y sabes a dónde te llevaré?
- Y conducirás mi auto?
Ella rie
- Algún problema? O es ese novio que no acepta qué mujer conduce?
- Novio?
Ella se sube al auto y yo me meto en el lado del pasajero. Me sintió extraño que nadie condujera mi auto.
Parecía saber perfectamente qué hacer. Ajustó el asiento a su tamaño, encendió el auto y comenzó a los gps donde lo quería.
Estaba admirando su manera de conducir
- Me seguirás mirando así? Ella pregunta riendo. Enciende la música, abre la bolsa de comida, haz algo.
Hice exactamente todo lo que me pidió, y ese el poder que ella tenía para sacarme totalmente de mi zona de confort.
Salimos a la carretera y me di cuenta de que íbamos hacia la playa. Después de un rato, Pilar detuvo el auto en un estacionamiento. Estaba un poco confundido a dónde quería llevarme.
- Hemos llegado. Ella dijo, señalando un rastro.
- Vas a hacer un camino?
Hablé sorprendido. Pilar por hacer un gimnasio se quejaba más que hacer ejercicio. Ella realmente eligió este lugar para mí. No podía amarla más.
- Ves lo que hace el amor?
Ella se ríe.
Cuando llegamos, es realmente la definición de paraíso. Una playa prácticamente solo para nosotros, ruido de mar y mucha paz. Era todo lo que necesitaba.
- Te gustó? Dijo Pilar dando una sonrisa. Ah, aquí no funciona mucho internet, eso es. Solo nosotros dos.
Envolví mis brazos alrededor de su cintura, acercándola a mí y besándola.
- Te quiero Pili y estar con vos aquí solo nosotros dos es lo mejor de todo.

Dejamos nuestras cosas en la cabaña que estaba literalmente en la playa. Pilar eligió muy bien. Ella se puso su bikini, yo me puse bañadores. Tomamos algunas toallas y salimos a caminar por la arena de la playa.
Al llegar a la playa, extendí la toalla sobre la arena y fui a nadar.
Estaba caminando y Pilar a mi lado. Decidí recogerla y correr hacia el mar. Esa agua fria.
Pilar comenzó a gritar.
- POR FAVOR PURRE NO, MI PELO NO POR FAVOR
Ignoré lo que dijo y fui al mar con ella en mi regazo. Se atragantó con el agua de mar.
Empecé a reírme de su cara. Furiosa porque le había mojado el pelo y manchado todo el maquillaje.
- Voy a matarte. Dijo salpicando agua en mi cara.
- Es tan hermosa amor.
Le devolví el agua, pero tenía más fuerza, ella tomó un caldo.
- Purre, vos me matará así
Ella hace un puchero.
Me acerco a ella y la agarro envolviendo mis brazos alrededor de su cintura. Estábamos en esa ola, ella con su brazo alrededor de mi cuello. Intercambiando besos y cariño.
Noté que estaba temblando un poco y que el agua estaba muy fría. Regresé a la arena para disfrutar del atardecer. Fui al bar a buscar algo de comer y beber. Seguimos hablando y disfrutando de la compañía del otro.
Pilar me pidió que le sacará una foto.
- Purre, eres un terrible fotógrafo, no puedes disparar en el ángulo correcto
- Pilar tomé varias no es posible que no le haya gustado de ninguna
- No me gustó ninguna
- Amor, el iPhone tampoco hace milagros.
La bromeé y ella me abofeteó.
Ella miró las fotos y me mostró una.
- Publicaré está
Ella me mostró una que le quité de su trasero pero fue una broma
- No estás loca, derribo tu Instagram. Imagina a los niños mirando el trasero de Mia, no puede.
Ella se rió y apoyó la cabeza en mi regazo.
- No solo los niños verán
- Nadie verá vos es mía
Ella se ríe.
Disfrutamos del atardecer y volvimos a nuestra habitación, era de noche. Fuimos a ducharnos. Y nos acostamos en la cama para ver una película.
Estaba acostado en la cama ella con una camisa mía y su muslo sobre mi pierna. Mi mano sobre su pierna acarició.
- Pilar..
Me senté en la cama frente a ella, detrás de nosotros había una gran ventana donde estaba el mar y el ruido de las olas. Ella me miró un poco aprensiva.
Tenía las rodillas sobre la cama y la camisa hasta el muslo. Su cabello estaba un poco desordenado junto al mar y estaba quemada por el sol.
Digo con facilidad que es la chica más bella que he visto.
Me pierdo en lo que iba a hablar.
Ella me llama
- Purre?
- Oh bien ... te quiero mucho Pilar y necesito decirte algo ...
Dije misterioso
- Ah Purre, cuando empiezas a hablar así, solo puedo imaginar otro viaje, vete ... conociste a alguien en Disney ... cuánto tiempo estarás fuera?
Puse mi dedo en tus labios.
- Cálmate, no es nada de eso. No hay otra persona Pilar, quiero decirte que estar lejos de ti por tanto tiempo solo me aseguró de que eres la persona que quiero tener a mi lado para siempre. Vos dices que para siempre es mucho tiempo, pero eso es lo que quiero vivir contigo. Quiero tenerte en mi vida. Entonces, te digo que eres mi novia, mi mejor amiga, mi amante, la futura madre de mis hijos. Solo digo que nunca dejaste de ser mi pilar.
Ella solo podía llorar con cada palabra que decía. Cuando terminé de hablar, ella respiró hondo y dijo.
- Purre, te amo tanto que no sé si puedo decir todo lo que quería ahora, pero creo que puedo hacerte sentir exactamente como me siento. Hay un momento en que necesito que estés a mi lado para que mi día se complete. Ella se ríe. No hay posibilidad de imaginar mi futuro si no está contigo a mi lado. Soy tu novia. Nunca dejé de ser.
Ella sonríe y la jalo a mi regazo abrazándola por la cintura.
- Yo te amo. Dijo entre lágrimas.
Saco una caja de mi bolsillo en mis pantalones. Pilar se lleva la mano a la boca.
- Purre, Dios mío.
Saco el anillo de la caja y tomo su mano, lo pongo en su dedo y luego beso su mano. Ella mira su mano, luego me mira y me besa.
- Dios mío, vos eres increíble
- Compré un anillo que es de tu colección para que nadie sospeche que está comprometida. Y que sea entre los dos.

Narra Pilar

Todavía estaba en otra dimensión con lo que acaba de suceder. Cada vez que miraba mi dedo y veía el anillo que Purre elegía para ser nuestro. Él Pensó en cada detalle.
Nuestras miradas ahora en la cama lo decían todo.
Apoyé mi frente contra la suya y nos miramos sin decir nada. Nuestras miradas. Él lanzó una sonrisa de la que soy enamorada. Lo besé sin prisa, sintiendo el toque de nuestras lenguas, en perfecta sintonía.
Nuestro beso encajó de una manera que no pude desatar de sus labios.
Sus manos subieron por mi muslo debajo de la camiseta que llevaba puesta. Él detuvo su mano en mi trasero apretando lentamente. Lentamente detuve el beso y me alejé lo suficiente para poder quitarme la camisa, había comprado una lingirie rosa de mi color favorito.
Terminé de tomarlo y seguí mirándolo a los ojos.
- Eres perfecta.
Él dice mirandome de los pies a la cabeza y sonríe.
No tenía ninguna prisa, quería disfrutar cada segundo que teníamos allí. Disfrutando tu cuerpo. Y todo lo que nuestro contacto me proporcionó.

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