Capítulo 25

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Narra Pilar

Regresé a Buenos Aires. No fue definitivo, pero se quedaría por un rato.
Había arreglado salir con Giuliano. Estaba muy nerviosa antes de viajar a Chile y hacer el show de Go.
Necesitaba divertirme un poco.

Él intenta abrirme la puerta del auto y no puedo evitar sonreír. Aparezco un beso en su mejilla.
Luego nos subimos al auto.
- Ya compré los boletos para ver la película. Dice mientras conduce el auto. - Pero llegamos un poco tarde, tendremos que comer más tarde.
Alcanzo para encender la radio.
- Lo siento. Hago una mueca. - Estaba organizando las cosas para viajar mañana y me preocupaban algunas cosas.
- Que cosas?
Me pregunta con curiosidad mirándome.
- Ah, lo de siempre. Viajaré con Purre y todos los chicos mañana. Lucas también, te conté que vás a tener un hijo? Solo quería paz.
- Purre.. Y todavía estás enamorada de él. Confirmó con una leve sonrisa en sus labios. Y Lucas vas a ser padre? Dios..
Giuliano comienza a aconsejarme.
Tenía a Giuliano como amigo. Le conté todo sobre mi vida.
- Podrías ser psicólogo.
Hablo riendo
- Es fácil lidiar con problemas que no son suyos.
El se encoge de hombros.
- Pero dijiste la verdad, Giuli!! Ahora vuelve aquí y vuelve a encajarme en la vida de ellos.
Suspiro.
- Qué tal al menos hoy te olvidas de todo y de sus vidas?
Estira su brazo aterrizando en mi muslo.
- Me prometiste que sería una película entre amigos, Giuli.
Digo en tono de broma. Pero para mí esto es realmente así. No aparté su mano por miedo a ser grosera.
- Y será Pili. Los amigos hacen que otros olviden los problemas, no? Abre una sonrisa. - Hoy nos desahogaremos, reiremos y lloraremos. Luego trata de ver las cosas en el lado positivo.
Él se ríe y le aprieta la mano.
- Siempre eres tan lindo así? Me encanta. Digo mirándolo.
- Solo cuando intento impresionar a alguien.
- Estás tratando de impresionarme?
Digo arqueando una ceja.
- Estás funcionando?
Pregunta con una leve punzada de esperanza.
- No mismo.
Me río y él me acompaña.
Realmente sería bueno olvidarse de los problemas durante unas horas y Giuliano es el compañero perfecto para eso.

- Me encantó el día de hoy. Giuli
Digo con una sonrisa tan pronto como se detiene frente a mi casa.
- Yo también Pili. Eres muy divertida y es bueno conocerte mejor cada vez que salimos juntos.
- Tengo que ir.
Luego nos inclinamos al mismo tiempo, me detengo, pero él sigue viniendo hacia mí. Sé lo que está por suceder. Giro un poco la cara y él besa mi mejilla.
- No arruina todo ... digo en un susurro mientras alejo mi cuerpo del suyo.
- Y porque no?
Se ve herido.
- No puedo..No es contigo.
- No eres tú, soy yo.
- Es en serio. Mi corazón está en otra parte ahora, no sería justo para ti.
Solté un suspiro.
- Entonces, por qué no vas tras de él, Pilar? Por qué no haces lo que quieres?
El me mira fijamente.
- Es complicado.
Susurro
- Es complicado porque quieres que sea. El me mira. - Lo siento, no quise ser grosero..
- No, está bien. Alguien tiene que decirme algunas verdades.
- Entonces, está todo bien con nosotros? Nuestra amistad?
Se ve preocupado.
- Óbvio que si.
La beso en la mejilla antes de salir del auto.
- Pilar? Él me llama y me doy la vuelta mirando por la ventana. - Piensa en lo que te dije antes de que sea demasiado tarde.

Luego se va y me pregunto qué dijo.
Cuando llego al mi edificio me da un gran susto. No estaba solo allí.
Purre estaba sentado en un sofá allí. Su expresión estaba bien.
Cuando me ve, enmascara una sonrisa.
- Vine a invitarte a cenar en casa. Mi madre y Lola han sugerido ya que estás aquí solo. Toqué el timbre pero no había nadie, decidí esperar un rato ... pero aparentemente ya no tienes hambre.
Su última oración está llena de ironía.
- No es nada de eso, Purre. Empiezo a decirlo. Giuliano es solo mi amigo, fuimos al cine y él ...
- No tienes que darme satisfacción, Pilar. Él continúa con la sonrisa en su rostro. - Ya no es mi novia, recuerdas? Se levanta para irse y cuando me pasa, lo agarro del brazo.
- Purre.
Digo y lo miro a los ojos, esperando que entienda lo que no tuve el corazón para decir en voz alta.
Y él entendió. Me mira a los ojos por unos segundos y luego me tira de la cintura. Y me siento tan bien, sentir tus labios sobre los míos de nuevo. Abrazo su cuello, apretándolo cada vez que su cuerpo contra el mío. Mientras descansa su mano sobre mi bostezo.
Acaricia mi cara como si yo fuera frágil y él temiera que me escapara.
Nuestras lenguas se mueven en sincronía y el aire se convierte en algo raro.
Siento que me muerde el labio inferior y segundos después su mano recorre mi cuerpo, baja por mi vientre debajo de mi camisa.
En un momento de lucidez, me doy cuenta de que todavía estamos en el pasillo de mi edificio y que cualquiera persona podría ver esta escena.
Luego busco en el bolsillo la llave de mi casa. Y entramos, tiramos mi bolso en el sofá, escucho a Purre preguntar.
- Estás segura, Pilar? Entonces no lo harás..
Dice mirándome.
- Si, estoy. Quieres ser el santo ahora?
Digo con ironía.
- Realmente, no es mucho de mi estilo.
Se ríe tirando de mí hacia su regazo para que lo enfrente y me besa con intensidad.

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