sueños desechados

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Soobin, conocido contrincante de TaeHyung, salió de la sala de interrogación, GeongMin suspiró frustrado, tenía una buena cuartada y pruebas, así como todos los anteriores sospechosos los cuales fueron descartados.

NamJoon azotó un portapapeles en la mesa de la sala, llamando la atención de su hermano.

- ¡Ya ha pasado un mes! ¡Me siento tan inútil! - exclamó golpeando la mesa con sus puños, molesto consigo mismo.

- No te castigues, Nam. Es mi culpa, soy el jefe de la policía, debería saber ya el paradero de tus amigos - trató de hacerlo sentir mejor.

- No sigas Geong, tampoco es culpa tuya… - suspiró - Siento que estamos olvidando algo - NamJoon se acarició las sienes - ¿Encontraron algo en la Veneta de TaeHyung?

- Mis hombres la analizaron…

- ¿Y?

GeongMin se palmeó el rostro.

- ¡Si seré estúpido no eh recibido notícias!

- Tienes una hija recién nacida Geonie, ni siquiera deberías estar trabajando, obviamente debes estar abrumado. Dejame recojer el informe - Nam puso una mano en el hombro de su hermano, quien le agradeció con la mirada.

Kim salió de la sala con paso firme, dirigiéndose hacia donde analizaban las muestras y evidencias. Se encontraban un pequeño grupo de investigadores en el lugar, en computadoras de última tecnología. El pelinegro pensó que tal vez no servía de nada todo eso si no podían encontrar a sus amigos.

Fué hacia una chica rubia que estaba inmersa en su investigación, o eso es lo que parecía. Joon tosió llamando su atención. La rubia se sobresaltó y cerró lo que había en la pantalla, lo único que NamJoon pudo ver fué "muestra de sangre"

- Buenos días, vengo de parte del jefe Kim GeongMin en busca del informe del caso del desaparecido TaeHyung - dijo NamJoon. La rubia agrandó los ojos. El azabache le miró curioso, aunque tenía sólo un mes en ese lugar, había interactuado con cada agente para que pongan de su parte, y nunca había visto a esa chica.

- ¿Eres nueva? - preguntó NamJoon, la chica no tenía la plantilla o el bordado con su nombre en la bata.

La chica sacudió levemente la cabeza.

- Algo así. Vengo de… Otra estación policial al otro lado de Busan, me dieron oportunidad para trabajar aquí y estoy, viendo que tal me va.

Kim alzó una ceja, no muy convencido.

- Bien… ¿Entonces, hay algo?

La chica rubia giró su cuerpo a la computadora e imprimió un documento para entregárselo rápidamente a NamJoon.

- Gracias - agradeció el chico para luego tomar la hoja, meterla en una carpeta y retirarse.

La rubia miró aliviada a donde se fué el azabache.

- Estuvo cerca - susurró molesta - JungKook me había asegurado que no había dejado rastro. Que bueno que me encargué de borrar toda la información y evidencia, el caso de TaeHyung quedará en el olvido.

•̀

YoonGi iba por los pasillos de la antigua Academia Goethe, llevando una bandeja bien surtida de frutas, cupcakes y un jugo de naranja; TaeHyung exigía mucho, pero con tal de hacerlo callar, Yoonie terminaba cediendo, él se decía tanto eso, incluso estaba pensando que… Tal vez era una excusa para… Tal vez cocinar.

El encapuchado observó el orden que tenían las frutas, se esmeró en que todo se viera bien, e incluso había una pequeña rosa decorando la bandeja.

síndrome de estocolmo · 국민 태기Donde viven las historias. Descúbrelo ahora