willgan week

Tema Libre

-Hécate, vamos. - Dijo David agarrando la mano de su hija, para luego agarrar la de su hijo. - No me suelten la mano por favor, que nos vamos a perder.

- Vale, papá, no lo haremos. - Hécate, era la mayor y tenía 11 años, le encantaba molestar a Adrick, que en el momento, tenía 9 años.

Su destino era el bosque de las hadas, por más que les doliera, Guillermo había prometido que los llevaría y si Guille no había cumplido esa promesa, David lo haría.

Caminaron durante una hora, Adrick se mostraba encantado frente a los biomas que casi nunca había visto, mientras que Hécate, arrastraba los pies, mientras miraba al frente con cansancio.

- Niños, es por allí, pero cerca hay un pueblo, pararemos por ahí para que ustedes descansen un poco, ¿si?

En el pueblo compraron refrigerios y volvieron con el viaje, que ahora era de por lo menos 15 minutos, debido a la poca distancia que había del pueblo con su destino.

- Hécate, Adrick, hemos llegado. - Dijo David parando en el frente de el comienzo del bosque.

- ¿En serio? No me había dado cuenta. - Dijo Hécate siendo sarcástica. - Me adelantaré. -

-Para tener 11 años, - Le decía David a Adrick- Tu hermana tiene ovarios. - Dijo haciéndolo reír, Adrick era el que más parecido tenía a Guille.

Se adentraron en el bosque, bajo la mirada atenta de varias hadas escondidas en sus casas o entre los árboles. A Adrick, el sentirse observado le daba un poco de miedo, ya que era bastante tímido, por eso mismo, estaba agarrado al brazo de su padre, que usaba la chaqueta que le había terminado regalando Guille cerca del tiempo de su primera cita, la chaqueta le traía recuerdos.

David se veía Bien, sobrellevando el hecho que ahora era viudo, pero no lo estaba realmente, en casa usaba los buzos que había dejado Guille, por eso mismo, estaba usando la campera que le pertenecía a él. 5 días, 5 días y ya estaba saliendo de casa, fingiendo que todo estaba bien y que no lo extrañaba con cada parte de su alma.

-Hécate, hija, ¿Dónde te metiste ahora? - Preguntaba David al aire, mientras fallaba suavemente la espalda de su hijo que tenía a upa, en forma de consuelo.

- Pa-pa - Dijo Adrick antes de bajarse de los brazos de David y empezar a correr hacia una dirección en concreto.

- ¡Adrick! - Dijo mientras salía corriendo detrás de su hijo, que no parecía tener intenciones de parar de correr. - Jo'er ¿No podías parar? Papá se cansa, - Su cara cambio a una triste, mientras conseguía el aire que había perdido - que papá no lo hacia, lo siento.

- Papi, mira. - Dijo Adrick señalando más al frente, Donde el bosque dejaba de estar en un bioma bastante cálido, a estar en un bioma en el que caía nieve, y los árboles pasaban a ser pinos. - Eso es otro bioma.

-Lo es, Adrick. ¿Quieres jugar con la nieve? - Dijo consiguiendo que el menor asintiera. No era la primera vez que David iba a la nieve, recordaba como Karmaland se bañaba en nieve durante las fiestas y como entre Todos hacian quedadas para hacer una guerra de nieve o alguna misión.

El menor se había puesto un abrigo que llevaba en su mochila de emergencia, apenas terminó de ponérselo, se dió la vuelta mirando a David, como pidiendo permiso de nuevo, dejando que este asintiera levemente mientras sonreía, pensando en como se parecía a Guillermo.

Detrás de unos pinos, vió a un chico con un antifaz morado, siendo seguido por tres niños.
El primero tenía un buzo blanco, con una máscara de oso polar y un mechón negro sobresaliendo de su capucha, junto unos pantalones negros y zapatillas blancas. El segundo parecía una chica, ya que llevaba un vestido blanco con flores moradas, un abrigo color morado, zapatillas negras, una máscara de lobo color blanco y pelo marrón que pasaba por poco los hombros. El tercero tenía una máscara que tenía la mitad de la cara como un oso polar y la otra mitad, como un lobo blanco, iba con una remera morada, un abrigo color negro y unos pantalones blancos. Notó a otra persona acercándose a ellos, inmediatamente la reconoció.

- ¿Rubius? - Preguntó al aire, todos se giraron hacia él, la niña levantó su brazo bien algo y saludó, al igual que el que parecía Rubén. De acercaron caminando. - ¿Qué hacen acá?

- Lo mismo que tú, visitar el bosque.

- Quería atrapar un zorro y llevarlo a casa. - Dijo el niño con la máscara mixta, la levantó y mostró su rostro. - Hola tío David. ¿A qué está guapa mi máscara? - Era Julián, el hijo del medio de Rubén y Samuel, luego al ver detalladamente las máscaras, reconoció a todos.
El que tenía la máscara de Oso polar era Frank, el mayor de los tres hijos, la de máscara de lobo blanco era Allison, la menor y única hija.

- ¿Allie, segura que no tienes frío?

- Segura, papá. - Dijo mientras abrazaba a Samuel y este abría su abrigo para dejar que su hija metiese los brazos para mantenerse caliente.

Charlaron un rato mientras que los cuatro niños jugaban, luego la familia De Luque, decidió volver a su intento de cazar algún animal. David y Adrick volvieron al bosque de las hadas para buscar a Hécate y volver a casa.

Caminaron un rato y encontraron a Hécate, sentada en el piso hablando con un espíritu, cosa que era normal en el bosque de las hadas, ya que  también habitaban espíritus el bosque.

Cuando Adrick vió a Hécate, se lanzó hacia ella, para abrazarla y quedarse así un rato. David sólo se acercó caminando, hasta que vió la cara del espíritu y sus ojos se llenaron de lágrimas.

- Guille... - Dijo David mientras tapaba su boca en un intento de no sollozar.

- Hola, Amor mío. - Extrañamente, Guillermo podía tener contacto físico con los humanos, por lo que se acercó hacia su amado y lo abrazó.

Hablaron por un rato y David seguía sintiendo algo en su vientre, lo tocó extrañado, Guille notó está acción y sonrió levemente.

- Te diré algo, amor. - Dijo de repente Guillermo - Tristemente, íbamos a ser una familia de cinco, pero tuve que irme antes de poder verte con otro bebé en brazos.  - La cara de David, mostraba, Enojo por un lado, ya que no quería parir de nuevo, Tristeza por otro, ya que quería que Guille conociese bien ese bebé y por otro lado, felicidad, iba a tener otro pedazo de Guille en este mundo, que en algún momento, abandonaría y acompañaría a su amado en el otro mundo.

- ¿Otro? - Preguntó Hécate algo fastidiada. - ¡Mis horas de sueño no! - Dijo causando algo de risa en los presentes.

- ¿No seré más el menor? - Preguntó Adrick.

- Si nada malo pasa, si.

El día lo pasaron bastante bien, se enteraron que pronto la familia se agrandaría si lo que Guille había dicho era cierto, habían visto a los De Luque en sus atuendos de caza,  habían visitado a un lugar nuevo y habían visto a Guillermo de nuevo, prometiendo volver a verse.

El tiempo pasó así, cada fin de semana iban a acampar al Bosque de las Hadas, incluyendo cuando el vientre de David comenzó a crecer. Cuando el bebé nació resultó ser otra niña, está vez albina. Guille admitió que había conseguido el permiso de la gente del bosque para hacerse una casa solí, así las incomodidades se harían menos. Terminaron teniendo tres casas, la de David, que quedó pequeña cuando tuvieron a Hécate, la del bosque y la casa Árbol que habitaban cuando estaban en Karmaland.

La niña se llamó Luciel. Terminaron viviendo felizmente, entre todos a su forma.

Les agradezco inmensamente el que hayan leído esta historia sin sentido. Muchas gracias, por leer un trozo ñordo como el resto de cosas que escribo.
Si les gustó o les gusta mi forma de escribir (o algún otro detalle de mis historias) , son bienvenidxs a leer más de mis historias y apoyarlas si quieren.

Fifi se despide monstruitos, Adiu.