un lugar de reunión

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No paso mucho hasta que Remus y Sirius recibieron la llegada del profesor Dumbledore, con aspecto algo cansado, el anciano profesor apareció frente a la casa de Lupin

-Buenos días mis queridos merodeadores- Les dijo Dumbledore al entrar a la casa- no puedo evitar recordar el día en que nos conocimos Remus, justamente en esta casa, un gran partido de gobstones para un niño de 11 años-

-Si lo recuerdo, mi padre casi lo hechiza para que no entrara- Respondió Remus con una media sonrisa

-Con todo el respeto de Lyall no hubiese permitido que se desperdiciara tu talento ni por unos cuantos hechizos- Le respondió sonriendo- pero lamentablemente mi querido Remus me traen aquí, esta vez, asuntos mucho menos placenteros que la primera vez que vine- Dumbledore miro a ambos con preocupación- es importante comenzar nuestras operaciones, sin embargo me ha resultado excepcionalmente difícil reunirlos en un lugar a todos dado a que tenemos al ministerio y a los mortifagos en nuestra contra, y yo me niego en lo personal a poner en riesgo a los miembros de la orden utilizando sus casa ( y vaya que Molly ha insistido), Por esto he estado reuniéndome con todos por partes...

-Yo puedo darle un lugar profesor- interrumpió Sirius

-¿Ah sí?- Dijo Dumbledore, y Remus lo miro con incredulidad.

-Por supuesto no hablo de mi casa, personalmente creo que el ministerio debe estar gastando todas sus fuerzas en vigilarla-Dijo Sirius mientras se paseaba por la estancia- Hablo de la casa que era de mis padres, la mansión Black

-Si me disculpas Sirius, esa casa debe tener embrujos muy potentes que podrían frustrar nuestras intenciones-Le dijo Remus que se había sentado en un sillón

-pero yo soy el ultimo Black varón vivo, además soy el primogénito además tengo una idea bastante cercana de cómo saber si es mía o no- Les dijo Sirius esperanzado

-Si mal no supongo,¿ los Black poseían un elfo domestico?-Le dijo el profesor

-Si por supuesto Kreacher siempre me odio- Le dijo Sirius- además me reconfortaría saber que la casa de mis padres sirviera para fines que ellos mismos detestarían

-Bien pues no tenemos otra opción que ir allá y entrevistar al elfo- Le dijo Dumbledore, acto seguido Remus tomo el brazo de Sirius y Dumbledore le siguió.

Los Tres Hombres aparecieron en medio de una pequeña plaza, las sucias fachadas se veían muy poco acogedoras, vieron el número 12 de Grimmauld place, aunque los muggles que transitaban por la calle parecían ignorar la existencia de aquel lugar.

-La noble casa de los Black, o el tugurio de los sangre limpia, como me gustaba llamarla- les dijo Sirius- entremos.

Subieron los gastados escalones de piedra y Sirius giro el pomo de la puerta. Al entrar unos gritos ensordecedores invadieron el estrecho pasillo.

-TU TRAIDOR DE LA SANGRE, SUCIO SUBPRODUCTO DE LA INMUNDICIA, TE ATREVES A VOLVER DESPUÉS DE TRAICIONAR TU APELLIDO, ASQUEROSO PARÁSITO- EL RETRATO DE LA MADRE DE Sirius gritaba a todo pulmón al sentir la presencia de su hijo, Sirius no perdió el tiempo y se acercó con grandes zancadas a cerrar las cortinas grises que se encontraban sobre el cuadro.

-Mi madre todo un encanto de mujer colgó estas cortinas para acallar el retrato de la madre de mi padre que antes colgaba aquí, supongo que no imagino que yo las utilizaría para callarla a ella- les comento Sirius con una gran sonrisa irónica. Los tres voltearon la mirada al escuchar unos pasos que se acercaban, un andrajoso elfo domestico se acercaba a ellos desde la cocina al final del pasillo.

-El mocoso ha vuelto y ya no es un niño, mi ama no creía que el volvería, pero Kreacher lo supo, vaya que si tenía razón el viejo Kreacher- murmuro el elfo para si- y viene acompañado por dos, deben ser sus amigos traidores y monstruos si mi ama los viera, pobre Kreacher.

-Cierra la boca, Kreacher- Le dijo Sirius algo exasperado, el elfo cerró la boca y empezó a retorcerse en el suelo, con grandes ojos llorosos lo mira con ira, y Sirius sonrió.

-No seas cruel, déjalo abrir la boca- Dijo Remus sin inmutarse

-Kreacher abre la boca, pero no hables- Le dijo Sirius y miro a Dumbledore con un gesto triunfante-Bien profesor, la casa de los Black es toda suya-

-Perfecto, debo reunirme con Alastor y con un nuevo recluta de la orden, espero estar aquí en un par de horas- Les dijo el director- les sugiero permanecer en la cocina, no me atrevería a adentrarme en esta casa sin sortear sus misterios primero-

-Sí, mi madre seguro guardo algunas sorpresas desagradables- Le dijo Sirius mirando alrededor.

El director se dirigió a la puerta y se marchó, Remus miro a Sirius y ambos se fueron a la cocina, esa estancia estaba realmente abandonada pero era la única con iluminación de la casa, y no quisieron ni pensar cómo se hallaría el resto, al parecer Kreacher dejo de lado la limpieza de la casa desde el momento en que su ama había muerto.

Pasadas unas cuantas horas los dos amigos seguían sentados en la cocina charlando y esperando la llegada del profesor. Cuando de repente un estruendo seguido de los gritos de la madre de Sirius los sacó de su estupor, y anuncio la llegada de más personas a la casa.

-Nymphadora, aun no sé cómo lograste aprobar sigilo y rastreo, si algún mortífago estuviese aquí ya estaríamos muertos-le grito una voz conocida de un anciano, Alastor Moody era un antiguo auror y miembro de la orden, aunque se encontraba actualmente retirado no abandonaba su lucha contra las artes oscuras.

-Lo siento Alastor, y si me vuelves a llamar así verás - Respondió una voz de una mujer

Sirius fue el primero en llegar al corredor de la entrada, seguido de Remus. En el pasillo se encontraban Ojoloco, Dumbledore y una bruja menuda cuyo rostro en forma de corazón estaba enmarcado por una llamativa cabellera color rosa que le llegaba a los hombros.

-Sirius, Remus- Saludo Ojoloco y asintió como saludo- menuda situación para encontrarnos

-Alastor- Saludo Remus devolviendo el saludo

-Ojoloco, ¿Cómo te va buscándome?- dijo Sirius en tono de burla

-Nada mal, por instrucciones de Dumbledore hace más de un año que doy pistas falsas sobre ti en el ministerio- repuso Moody- Ella es Nymphadora.. Interrumpiendolo el color del pelo de la chica cambio a un rojo yama
pero si quieren conservar su salud la llamaran Tonks, me ha sido muy útil falsificando tus pistas Sirius.

Remus se quedó mirando a la chica y al notar cambiar de color su pelo se dió cuenta de que era una metamorfomaga

No sabía que tenía esa chica pero el se sentía extraño

-¿Qué hay?- Los saludo la joven con una sonrisa

-pasemos a la cocina, hay muchos temas por tratar y muy poco tiempo para hacerlo- Les indico Dumbledore y todos se dirigieron a la cocina.

-Creo que Kreacher ha estado viviendo aquí, es el único lugar que no parece completamente destruido- Repuso Sirius cuando ya todos estaban sentados en la cocina.

Dumbledore les indico que los restantes miembros convocados llegarían a lo largo de las próximas horas, pero había labores que ya no podían esperar. Explico brevemente la situación con respecto a la profecía de la que los presentes ya habían sido informados, y según informes Voldemort había desarrollado un gran interés en escucharla de primera mano.

- He tenido noticias de que Voldemort ha realizado ya varios intentos de saber cómo sacar la profecía del ministerio- les dijo Albus- Pero aún no lo descubre, es imperioso que Remus acompañe a la señorita Tonks al ministerio para vigilar esta noche el departamento de misterios, les sugiero que partan lo antes posible.

- -Diré que voy a interrogarte sobre algún tema, y si ahondan mucho diré que es sobre Sirius- Le dijo Tonks esbozando una gran sonrisa, y ambos se dirigieron a la salida.

- ¡Remus!, ¿volverás aquí al terminar?- Pregunto Sirius con congoja

- Claro, nos vemos luego- Repuso Remus y salió de la casa acompañado por Tonks.

  Remus y Tonks: Hasta el final   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora