Tonks ha estado los últimos tres días encerrada en su departamento, se limitó a presentar excusas en el ministerio , pero nada a la orden, lo que provoco que la visitara Ojoloco algo alarmado, aunque al llegar lo supo todo, el viejo auror se limitó a dejarle un cargamento de sus dulces preferidos y dejarla descansar. Fuera de eso nadie había ido a buscarla, echada en su cama, pasaba de dormir profundamente con sueños espantosos a despertar a su propia y ridícula pesadilla, si hubiese una manera de evitar tanto dolor, solo necesitaba respirar y seguir, afuera la guerra la llamaba estaba siendo una tonta por dejar que algo así la derrumbase, y sin embargo, no podía.
-Vamos, Tonks- Se decía a si misma al cuarto día de encierro- ya basta de llorar, es hora de mover tu trasero al ministerio, menuda ridiculez si Voldermort toma el poder mientras tu lloras en tu cuarto- Caminaba en pijama por la habitación recogiendo sus cosas y preparándose para darse una ducha y salir- los aurores no lloran por el amor de hombres lobos, los matan y se ganan ordenes de Merlín muy abultadas-
-Así es, que bueno que lo notes- Esa voz lastimera y afligida provenía de la puerta- los aurores no aman a los hombres lobo-
-Remus, ¿Qué haces aquí?- Dijo la muchacha sin salir de su asombro
-Nymphadora, tengo que decirlo, tengo que decirlo porque ya no lo tolero más- Continuo hablando el hombre bajando la mirada al suelo, eso ya se había convertido en su costumbre, algo en su aspecto denotaba un poco de locura, parecía bastante trastornado.
-¿Qué vas a decirme Remus?, y por favor ya estoy suficientemente molesta contigo, no hace falta que además uses mi nombre- Lo miraba Tonks desafiante desde el otro lado de la habitación
-Nymphadora tu nombre es precioso, pero eso no fue a lo que vine, aunque sepa que esto es una completa estupidez, aunque cada parte de mi cordura me diga Remus no lo hagas, tengo que decirte- Remus hablo vomitando las palabras muy atropellado, nervioso- estoy completa y absolutamente enamorado de ti, te amo Dora, no hay nada de ti que no ame, que no necesite para sentirme vivo, hace tantos años que no sentía un poco de felicidad y contigo siento que la tengo toda- la miraba y las lágrimas rodaban por sus mejillas, estaba llorando y a Tonks el corazón se le partió en dos, quería acercarse pero algo se lo impedía- y sin embargo Dora, no puedo estar contigo, nunca había deseado algo tanto en el mundo, siento que cada vez que te veo y no puedo tenerte me muero, lo lamento Dora, tu y yo no podremos estar juntos nunca-
-Ahora podemos estar juntos, ahora no importa mucho lo que pase en luna llena- Tonks dijo esas palabras sin pensarlas, su mente se sentía embotada, quería besarlo y si después la dejaba hecha una pena, eso realmente era para el futuro, en él ahora quería besarlo y olvidarse de todo.
-lo que se hace ahora se paga toda la vida, preferiría por mi poca cordura no acercarnos más esto es, una estupidez, ahora mismo esto carece de sentido, allá afuera el mundo está peligrando y tu estas aquí escuchando declaraciones de amor de una criatura oscura-
-Eso realmente no importa Remus- se acercó a él lentamente hasta quedar a un palmo de distancia- quisiera por un segundo olvidarme que Voldemort intenta asesinarnos- le dio un pequeño beso en la comisura de los labios- que los dementores están sueltos en las calles- volvió a besarlo -que el futuro del mundo mágico pende de un hilo- y ahora beso sus labios y se hundió en ese beso sin atreverse a pensar en cómo pararía, esperaba en cualquier momento que Remus la retirara que se apartase de ella, pero ese momento no llego, y ella no podía creer lo que estaba pasando, los besos subían de intensidad y el no hacía nada para detenerlos.
Remus disfrutaba de ese momento de luz dentro de la oscuridad, Dora en sus brazos era lo único real, lo único que podía salvarlo, siguió besándola desesperadamente, quería perderse en Tonks y olvidarse de todos los motivos por los cuales debían estar separados, en ese momento solo importaba eso, que relevancia tenía que al día siguiente estuviese solo, emborrachándose y sintiéndose una pena, ahora solo existía esa chica. La tumbo en la cama, y todos los deseos que sentía por ella se hicieron realidad, ni en sus más locos sueños pensó, que podría cumplir el deseo de estar con ella, de sentirla, así en sus brazos, toda para él. Ese momento de absoluta felicidad lo torturaría luego, si, pero también le haría sentir que por una vez en su vida era feliz, estaba exacto en el lugar en el que quería estar.
-Dora no finjas que duermes- Susurro Remus en la oreja de Tonks mientras esta cerraba los ojos fuertemente, era casi de noche y ambos estaban en la cama, hacía rato Remus se había despertado y al ver al lado de la cama y comprobar que estaba con ella, la sensación de caer a metros de altura lo invadió de nuevo, esa adrenalina, la felicidad, estaba ahí a su lado, había pasado el resto del rato acariciándola y jugando con su cabello, hasta que noto que este cambiaba de color a rojo y noto que la chica había despertado.
-No finjo de verdad disfruto dormir, no había tenido mucha paz últimamente- Dijo la chica y se acercó a besarlo.
-¿Sabes que terminaste con toda mi cordura no?- y le devolvió el beso- puedo declararme completamente demente para el futuro, pero ahora no me importa-
-¿te quedaras?, digo, ¿por esta noche?- Tonks pregunto asustada por la respuesta.
Remus dudo por un momento, quería extender su dicha todo lo posible, era egoísta, estar ahí esa noche y luego largarse, aunque realmente en ese momento no sentía la necesidad de irse, quizá podía quedarse, claro solo por un tiempo, quizá podría darse el lujo de ser feliz, era absurdo pero al estar ahí en esa cama, invadido por el aroma de Tonks embriagándolo peor que cualquier whiskey de fuego, no podía resistirse. Ya pensaría luego que hacer por ahora estaba ahí y no pensaba dejarla esa noche.
-Me quedare- respondió después de una larga pausa, la beso y ella le devolvió el beso muy animada, ella sabía que se iría, pero por esa noche podían estar juntos y pretender que todo podía estar bien, fuera de ese velo de felicidad habían un millón de cosas que los separaban, todas las razones para no estar juntos estaban fuera de esa pequeña burbuja de felicidad- pero me dejaras que prepare una cena decente, parece que tú y yo no hemos comido nada en días-
-Muy cierto, y si piensas quedarte, supongo que necesitamos energías, ¿no?-
-Dora, no quiero pensar por favor- respondió Remus poniéndose de pie y adoptando un tono sombrío- no quiero que nada de la realidad de afuera se cuele aquí, no quiero pensar en lo incorrecto que es estar aquí, por ahora solo existimos tú y yo, y mi estómago que clama comida-
-Deberías dejar que yo la haga-
-No quiero morir hoy Dora, yo la hago y no te atrevas a levantarte de esa cama, regreso pronto-
Remus despertó en medio de la noche, pesadillas habían atacado su tranquilo sueño, la realidad se había colado por debajo de la puerta y él no podía seguir ocultándola, debía irse, debía largarse de ahí y no volver jamás, esa no era su casa, no era su realidad, y definitivamente en ninguna historia, la bestia malvada se queda con la doncella, debía salir de ese lugar pronto, se vistió rápidamente, evitando a toda costo mirar a Tonks que se hallaba dormida profundamente, era la visión más hermosa y tierna del mundo, bastaría un vistazo para que el no pudiese marcharse jamás, camino hacia la puerta y dejando una breve nota en la mesa de la chica.
"Mi universo y mi cordura se quedan aquí en este cuarto, gracias por el mejor día de mi vida, siempre te querré. Remus J. Lupin"
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Remus y Tonks: Hasta el final
RomanceEstoy muy emocionada por esta historia, hay historias aquí en potterfics sobre Remus y tonks que me encantan, pero por alguna u otra razón faltan datos exactos, esos datos que me encantan, entonces me dedique a investigar todo lo que pude sobre esta...