el último merodeador

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Al salir del ministerio Remus sintió un impulso de fuerza que había necesitado en estos últimos días, no solo estaba poniendo en riesgo a la persona que más le importaba en el mundo, sino que por su estupidez la orden tenía dos miembros inactivos y desperdiciando el tiempo en tonterías de adolescentes, entonces decidió que no volvería a salir con Tonks mas, estaba completamente extenuado de buscarla y acabar cada encuentro en un lio más difícil que el anterior.

En los días siguientes Remus se dedicó a prestarse para las misiones más complicadas y difíciles, generalmente las que podía realizar solo, decidió por el bien de todos deshacer los lazos de amistad con Tonks y alejarse de ella en la medida de lo posible, aunque le dolía estar alejado, el trabajo duro mantenía su mente alejada de sus sentimientos, y además como un bono beneficioso no pasaba casi nada de tiempo en Grimmauld Place donde podía evitar las miradas acusadoras y los discursos de Sirius sobre cómo se saboteaba a sí mismo. Nadie podía entender sus motivos y él estaba bastante agotado de contarlos una y otra vez.

El cabello de Tonks delataba sus sentimientos, un color gris espantoso y triste se había instalado en su cabello y no había mejorado en lo absoluto, cada vez se sentía más alejada de Remus, este a penas y la miraba cuando era necesario, y no cruzaba palabras con ella a menos que estuviera estrictamente obligado. No solo eso, Remus se mostraba demasiado interesado en arriesgar su vida constantemente, era difícil verlo regresar maltrecho y más enfermo que nunca, y seguir ofreciéndose como carnada para los mortifagos. Pero ella se negaba a buscarlo, su constante rechazo solo la lastimaba más.

-Black- la voz de Snape los sobresalto no esperaban verlo ahí en Grimmauld place- que maravillosa noticia saber que estas bien, Potter tenía la impresión de que estabas en el ministerio de magia siendo rehén de Lord Voldermort, por lo visto la estupidez es hereditaria-

-¿Qué DEMONIOS PASA CON HARRY?, ¿Dónde ESTA MALDITO QUEJICUS?-

-Calma Black, vine a cerciorarme de que estas bien, sabes tu salud para mí es muy importante-

-Deja de bromear Severus no me parece adecuado- interrumpió Lupin, varios miembros de la orden se encontraban ahí en la cocina debatiendo algunos puntos, pero la intromisión de Snape los dejo a todos muy tensos- ¿podrías contarnos que pasa con Harry?

Snape relato lo ocurrido y de inmediatos los miembros de la orden presentes fueron al ministerio, seguramente Harry debía estar atrapado en una emboscada, al salir de la casa Sirius fue tras ellos, y ninguno pudo detenerlo, bien porque estaban muy preocupados por Harry y bien porque la ira reflejada en su rostro no dejo lugar a dudas de que no iba a quedarse de brazos cruzados.

Al llegar al ministerio la desesperación los invadía, Sirius estaba enloquecido, todo sus miedos con respecto a Harry ahora eran una realidad, no podía dejarlo, tenía que salvarlo, a su mente acudieron muchas imágenes dolorosas de James, su amigo, el había tenido la culpa, el habida cambiado todo y por eso ahora él y Harry estaban solos, pero no permitiría que Voldemort le quitase a la única familia que tenía.

Al llegar vieron que Harry se encontraba con Ron, Hermione, Neville, la menor de los Weasley y una chica un poco rara de cabellos muy claro, pero lo que de verdad los aterrorizo fue ver a los mortifagos que se hallaban en esa sala, Bellatrix sola ya era bastante peligrosa y verla ahí rodeada de Mortifagos era una imagen espeluznante, pero Sirius tomo la delantera en la batalla, poco a poco fueron tomando poder en la situación, seguramente si hubiesen estado solo los chicos todo habría acabado muy mal, pero ellos estaban preparados y no se dejarían amilanar.

Remus vio luchar a Tonks con Bellatrix y su corazón se detuvo, si bien Dora era una bruja muy capaz y fuerte, esa mujer era una asesina.

-Hola engendro, ¿Cómo está mi hermana?- Gritaba la bruja entre un hechizo y otro, Tonks estaba centrada en la batalla sabía que lo hacía para que perdiera el control- ¿así saludas a tu tía?, eres un monstruo pequeña traidora a la sangre- siguió diciendo con más ira, y le asesto un golpe a la chica dejándola tumbada en el piso, Remus vio como moody se arratraba herido hacia donde estaba dora, desespero al verla caer, no podía creer lo que sus ojos veían, tenía el pelo apagado era marrón su pelo, salió disparado evitando hechizos en dirección a Dora, tenía que estar bien, no podían quitársela, él la amaba, no podían y de repente una risa a tronadora e increíblemente triste lo paralizo, al girar la cabeza entre hechizos vio caer a Sirius a través del velo, una luz verde y mortal lo había atravesado, Harry estaba cerca y corrió a detenerlo, el chico estaba enloquecido peleaba en sus brazos para soltarse, murmuro algunas palabras pero ni el mismo podía creer lo que pasaba.

Sirius estaba muerto, y él era el último merodeador vivo.

Al pensar en eso Remus aflojo los brazos, Harry se soltó y salió tras Bellatrix, pero él estaba paralizado, de repente recordó que Dora estaba en el piso, y aun no sabía si estaba bien. Corrió al lugar donde la vio caer, estaba ahí con los ojos cerrados inconsciente, con el corazón desbocado busco el pulso de la chica, y ahí estaba, Dora estaba viva aunque con unos signos muy irregulares, la levanto en brazos y busco la salida de ese lugar, solo pensaba en ponerla a salvo.

Dora dormía en una cama de San mungo, apenas respiraba, estaba tan lívida que Remus temía que en cualquier momento la respiración tenue de la chica desapareciera. Había estado ahí a su lado desde que la trajo, se negaba a abandonarla, tenía tanto miedo de perderla, no había nadie más esperándolo fuera de esa habitación él era nadie para todo el mundo, la única persona que lo quería estaba en esa cama a punto de morir. Trataba de no pensar en Sirius, pero era cada vez más difícil aceptar que se había ido, su único amigo en el mundo.

Cuando Remus conoció a James y a Sirius le pareció que eran las dos personas más fuertes y geniales que había conocido, eran inteligentes, astutos y tan llenos de vida que jamás pensó que los perdería, siempre pensó que moriría primero, el debilucho Remus jamás imagino que sus dos defensores estarían muertos y que el volvería a la ruina y la miseria que era.

Una voz en su cabeza le decía "que esperabas Lupin, eres un ser despreciable, un monstruo", esa voz vivía en su cabeza siempre haciéndolo sentir débil, solo, sucio… Y sin embargo ella lo amaba, sin importar que el fuera viejo, pobre y estuviera enfermo ella lo quería, había cuidado de el en más de una forma y lo había aceptado como era sin reservas desde el comienzo. Y a su vez él la amaba tanto, ella era todo para el cálida, buena, honesta, inteligente e increíblemente divertida, todo su mundo era mejor solo cuando ella estaba cerca, sus labios eran la poción más deliciosa que hubiese probado, estaba condenado a amarla tanto como estaba condenado a ser un hombre lobo.

-Remus…- Susurro una voz a su espalda, era la madre de Dora- ¿Cómo está?, ¿aún no despierta?

-No… es tan espantoso verla así-

-Lo sé, Remus eres un gran hombre gracias por cuidar a mi Dora, sé que ustedes tienen una relación muy… especial-

-Por supuesto, Dora es la persona más maravillosa que he conocido nunca-

-No hablo de eso, sabes perfectamente a que me refiero, tú y Dora están enamorados, y no puedo evitar pensar lo… complicado que eso puede ser- Andrómeda se veía incomoda, y bajo la mirada con vergüenza- tu condición es… honestamente preocupante para mí-

-Andrómeda, no tienes nada de qué preocuparte, no me atrevería a estar con ella, se merece el mundo entero y conmigo no tiene nada- Remus respondió con un anudo en la garganta, miro a Dora y beso su frente- La amo, demasiado, no puedo explicar todo lo que ella es para mí y sin embargo sé que no puedo tenerla.

-Me malinterpretas Remus, no te estoy pidiendo que la dejes, si la amas no hay otra salida que estar con ella ¿no?-

-La salida es dejarla Andrómeda es lo mejor, solo quería quedarme hasta que se cure, no podría marcharme si ella esta así-

-Entiendo, debería comer algo te ves muy mal- Sugirió pero Remus en respuesta tomo la mano de Tonks- está bien, pero déjame traerte algo.

Andrómeda salió de la habitación y dejo a Remus solo sentado al lado de la cama de Dora, recostó la cabeza en la cama y tomo la mano de Tonks, era el último merodeador vivo ya no había mas Canuto ni Cornamenta y Colagusano era un traidor, solo tenía a Dora y tenía que dejarla.

Despues de unos días Tonks abrió los ojos y vio a un remus cansado al lado de ella, que le agarraba la mano .

-Hola Remus - dijo la chica con los ojos entrecerrados

- Buenas tardes Dora

- ¿Remus cuánto tiempo estube acá?

- unos 5 dias, ¿te sientes mejor?

- si, ¿me puedes llevar a casa?
Remus asintió y fue a hablar con la enfermera
Que le dijo si las podía dejar solas.

Remus la espero afuera de la habitación
Y encontró se encontraba mirando a Tonks . Estaba tan hermosa

Tenía su cabello apagado todavia , esos ojos grises y una sonrisa que hacía que su corazón explotase

  Remus y Tonks: Hasta el final   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora