Octavo Capitulo

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-No sabes cómo me prenden esos sonidos que estás haciendo en estos momentos.

Menos mal no tenía bebida en estos momentos en mi boca porque seguro la habría escupido, como ya era costumbre. En vez de eso deje de mascar, pero es que estaba deliciosos, nadie en su sano juicio no disfrutaría esto.

-Eres un cerdo- Dije aun con la boca llena. Y seguí comiendo y haciendo mis sonidos orgásmicos.

-Creo que me estas provocando a propósito, llevas 15 minutos haciendo sonidos realmente sexys para un hombre y solo por comida.

-Para tu información, algo que aprecio mucho es una buena comida, y esto entra dentro de mi definición de buenas y deliciosas comidas. Tienes que darme la receta ¿Cómo es que se llama?- Parecía que no hubiese comido en años, habían tres platos en la mesa y yo cogía un poquito (bueno, tal vez mas de un poquito) de cada uno.

-El que estas comiendo en este momento se llaman Poh piah, la sopa es Tom Kha gai y la ensalada es Som tam.- Lo digo tan fresco, como todo un chef. Como si fuera obvio lo que estaba diciendo. Puse cara de incredulidad y mucha confusión.

-Ah claro, como fui tan estúpida y no darme cuenta que era eso- Dije sarcásticamente. Eliot sonrió y movió la cabeza como diciendo no- Haber, yo se Mandarín, no tailandés.

Eliot rodo los ojos, sus hermosos ojos- No es necesario saber tailandés, haber te explico. El Poh piah son rollitos de primavera, la sopa es de sopa de pollo con leche de coco y la ensalada Som tam es una ensalada de papaya, como ya lo habrás notado- ¡Idiota!, claro que lo había notado.

-Lo que sea, quiero la receta de todo- Dije mientras me embutía otro pedazo de Poh pi…de rollito en mi boca.

-Si te la paso ¿La vas a preparar?- Eliot me miraba con cara burlona e inquisitiva.

-Ehh- No sabía que decir,  nunca fui la mejor en la cocina pero no dejaba morir de hambre a Belle, así que para mí eso era suficiente- Pues no, pero le diré a mi madre que me lo haga.

-No hay necesidad, yo te lo preparare cuantas veces tú quieras. Solo tienes que pedírmelo.

-¿Te lo pido?- Dije con tono burlón. Eliot sonrió, al parecer también entendió mi doble sentido.

-Y después dices que no me estas provocando. – Bueno lo admito, en cierta forma lo estaba provocando, pero era muy divertido. Me hacía sentir poderosa frente a Eliot.- Cuando estemos casados podrás pedirme las dos cosas y ninguna te será negada.

Para mi desgracia, esta vez sí estaba tomando un trago de champagne aunque solo me atragante, esta vez no escupí, estoy aprendiendo. ¿¡QUE ACABABA DE DECIR EL IDOTA ESTE!? ¿CASADOS?

Eliot comenzó a reír tan fuerte que lloro y se dobló en su silla. ¡Idiota!

-Si hubiese visto tu cara, fue épico. Pero no escupiste, en realidad quería que botaras toda la bebida por tu vestido.

-Eres un maldito pervertido y estúpido. Nunca voy a casarme y menos contigo.- Me puse de pie para irme y Eliot dejo de reír. Me miro serio y se puso de pie también.

-Por favor siéntate, solo trataba de amenizar el ambiente. Enserio me gustas Alex y solo quiero conocerte. Por favor no te vayas, terminemos de cenar y hablemos. Juro no hacer más bromas así- Su voz era imperturbable pero escuchaba suplica en ella. Su cara era seria pero sus ojos brillaban con una intensidad inexplicable. <<Solo es el reflejo de las velas>> Pensé.- Aunque lo de no negarte nada es cierto- Esto último lo dijo tan bajo que si hubiese otro ruido en la habitación nunca lo hubiese escuchado, pero como solo estábamos es y yo, logre escucharlo y se me erizó todos los bellitos de la espalda. Eliot tomo asiento y con su pose de “Soy el rey del mundo, admírenme” extendió su mano indicándome que tomara asiento.

¿Cómo deje que pasara esto? (pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora