CAPÍTULO 7

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Entre tanto revuelo, mi madre me ha tomado de la mano llevándome hacía una de las tiendas, está tenía mucha ropa bonita pero ninguna me llamaba la atención, estaba muy perseguido por aquella mirada.

Miré hacía ese lugar para verificar si seguía ahí pero el chico ya no estaba, quizás era una boludez o yo me estaba persiguiendo en serio por culpa de la bromas anteriores.

Comenzamos a avanzar para ver otras tiendas, mamá iba adelante mío, mirando adornos para la casa. Mis ojos se dirigían hacia la ropa o algún accesorio. Quería alguna caravana nueva.

Las tiendas tenían tantas cosas random que me frené a ver en una muñecos de lana. Eran muy tiernos, todos tenían alguna forma de animalito.

Estaba tan emocionado viéndolos, hasta que fui chocado, había tanta gente detrás que se chocaban. Me giro a ver lo que sucedía y chocó con un chico. Este llevaba un canguro negro, no puede ser, me estaba siguiendo y ahora más de cerca. Mi pulsera quedó enganchada en la costura de su ropa.

En medio de un shock siento como se lleva mi brazo, no se había dado cuenta. ¿Por qué se hacía el distraído si seguro fue a propósito?

-¡HEY! - le gritó para llamar su atención -quedamos enganchados- le dije

Se dió vuelta y me miró, visualizo lo que estaba pasando y me sonrió.

- jaja, no lo había notado, pero si... quedamos enganchados- me miró fijamente.

Mientras me desenganchaba la pulsera de su canguro, pude notar que esa mirada otra vez la encontraba familiar, sus cachetes, la boca, todo lo veía conocido.

Era él. Él seguro los ayudo con la broma, seguro es amigo de los otros chicos. Fue el supuesto reflejo que usaron para asustarme.

-¿T-te conozco? - le pregunté, estaba sintiéndome molesto.

- No lo sé pero te me haces conocido, yo he llegado hace poco. No soy de aquí.

- ¿De dónde eres?

- No sabría decirte... - dijo mientras se rascaba la cabeza

- ¿Estuviste en mi casa no? - pregunté, ya no me aguantaba más quería que me explicara por qué hizo eso.

- ¿En tú casa?, entonces eras tú... claro. Perdón, tú casa es mi vieja casa, estoy buscando a mi hermano y era el único lugar que conocía para ir.

- No entiendo, entonces vos ¿no fuiste parte de la broma?

-¿Qué broma?, no estoy para bromas - me dijo seriamente.

- Está bien, olvídalo. Si no fuiste parte se la broma estaría bueno que no te metas a la casa como si nada - le dije - si necesitabas entrar tan solo hubieras golpeado la puerta.- agregué.

- No sabía que vivía gente, como te dije yo no soy de aquí. Creí que la casa estaba vacía, y bueno necesito hallar a mi hermano.

- Está bien, si necesitas entrar a buscar algo entonces te dejaré, en el ático hay varias cosas viejas y en el sótano mmm está prohibido entrar.

- E-el sótano... no intentes entrar. Lo único que recuerdo es que estaba prohibido para nosotros también. Me gustaría ir a ver algunas cosas si no es molestía. - me dijo mientras hacía un gesto triste.

- Bueno, vayamos, no me está gustando mucho la feria. A parte ya perdí a mí madre de vista así que le enviaré un mensaje por el camino.

Caminamos las dos cuadras callados, ni se sintió la voz de ninguno. No sabía que decirle, tenía muchas preguntas, pero me daba tanta vergüenza.

Llegamos. Busqué las llaves en mis bolsillos, estaba algo nervioso, no quería que lo notará. Abrí la puerta, aún no estaban las cosas ordenadas, la casa era un desorden.

-Aún no he tenido tiempo para ordenar, así que perdón por el desorden - Le sonreí.

- Está bien - me sonrió, pero fue una sonrisa que duró un segundo, parecida forzada. Entro a mirar los rincones de la casa, su mirada parecía triste, como si estuviera recordando algo.

Iba atrás de él, siguiendo sus pasos lentamente.
Permanecía callado, miraba todo con tanta concentración que me daba cosa interrumpir. Fue hacia la puerta del sótano. Puso su mano sobre la puerta, y la acarició para sacarle el polvo que la tapaba.

- Aquí fue la última vez que lo vi - dijo en voz baja

- ¿A quién?

- A mi hermano - me miró, y luego miro al suelo. Sus ojos hicieron un recorrido por el piso hasta levantar la mirada hacia la cocina. Como si en su mente estuviera recalcando aquellas imágenes que recordaba de ese día.

- Me gustaría ir hacía el ático solo..

¿Solo?, ¿por qué solo?, mi madre estuvo ahí y no me dijo que había nada raro. ¿Por qué no me dejaría al menos acompañarlo?

- Bueno, ya sabes donde queda, yo estaré por aquí. - le dije con una risita.

Apoyé mi mano derecha en la escalera mientras veía como él subía hasta perderlo de vista. Me apoyé contra la pared y suspiré. Todo esto seguía siendo raro, y me daba curiosidad quien podría ser el hermano que tanto busca.

NO LO MIRES. (HyunSung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora