CAPÍTULO 2

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   Desperté, me encontraba tirado en la cama tapado hasta la cabeza, no recordaba el momento en el que me había dormido. Agarré el celular, tenía varias llamadas perdidas, Chan me había llamado y mi madre también.

Había olvidado por completo llamar a mi madre. Ya eran las 9 de la mañana, no sabía si llamarla ahora, ya que puede o no estar ocupada, así que lo mejor era enviarle un mensaje.

me

Hey ma, perdón que no te llamé.

Anoche apenas toque la cama

acabé dormido.


mamuchi💕
Bebé, ¿comiste bien?, más
tarde te llamaré, ahora
tengo que hacer mil cosas.
Cuidate, te amo🥰🥰

me

Bien mamá, comí bien.

Llámame apenas puedas,

te amo. Trabaja bien!


mamuchi💕
🥰🥰🥰

   La conversación con mamá no salió mal como esperaba,   así que me levanté y bajé a la cocina. Necesitaba comer algo urgente, tenía mucha hambre, quería devorar lo que sea.

  Comencé a buscar en los estantes algo para desayunar, suponía que mi madre me había comprado unos cereales, no puedo desayunar otra cosa que no sea cereales con leche, a no ser que me pida algo pero acá no creo que haya delivery.

  Ya me estaba arrepintiendo de haberme mudado, todo es un desorden y no encuentro mis cereales ni nada comestible. Me tendré que comer la tortilla de papa que es para el almuerzo.

Desayuno y almuerzo junto no estaría mal, solo por esta vez. Así que me dirigí hacia la heladera para sacar el sartén con tortilla, se veía deliciosa. La dejé en la mesa y fuí por un plato que se encontraba limpio al lado del lavavajillas.

Tomé el plato pero me quedé paralizado, en la ventana del lavavajillas se podía ver un reflejo. Como si alguien estuviera parador a mí lado. No me podía mover, sentí como mi piel se erizaba. Alguien estaba atrás mío, pero no reconocía su rostro, apenas podía notarlo. Su mirada parecía perdida.

El reflejo comenzó acercarse a mí, cada vez más. Todo fluía despacio, tan despacio que podía notar cada movimiento que hacía esa persona.

Su mano comienza a estirarse hacía mi hombro, aún así no quería moverme, toda la situación se veía rara. Cuando estuvo por tocarme cerré mis ojos y los apreté frunciendo mis hombros para cubrirme del miedo.

En eso se escucha el timbre, alguien estaba en la puerta.

Tenía el corazón acelerado. Doy vueltas a mí alrededor, no había nada, el reflejo ya no estaba en la ventana. El timbre sonaba, y sonaba.

- ¡Ahí voy!- grité entre tanto ruido. Abrí la puerta, era un hombre grande, de unos 40 años.

-Hola, ¿cómo estás?, sos Hyunjin, ¿no?- me preguntó

- Si, soy yo. ¿Eres el del camión de la mudanza?

- Exacto, soy Mathews, tu madre me dijo que ibas a estar vos, así que te ayudaremos a colocar las cosas. Changbin, vení ayúdanos- gritó.

Miró hacía el camión, la puerta del acompañante se abre y baja un chico de un metro sesenta, bastante atractivo. Con un estilo dark pero con unos ojitos encantadores.

- Ven hijo. Ve llevando esto con el chico de la casa, yo me ocuparé de las cajas grandes. - le ordenó

Miré como el hombre pasaba con varias cajas llevándolas a la casa.

-Hey, chico lindo. ¿vas a quedar ahí observando o vienes ayudarme?

-s-si - me sentí nervioso, ¿me había llamado lindo?, ¿me dijo lindo?, bueno Hyunjin, reacciona, tiene toda la razón. Sos un bombón.

Me dirigí rápido hacía la camioneta. Quería evitar un poco el contacto visual, por si me ponía aún más nervioso, ya que suelo meter la pata en esos casos.

-¿Qué te parece si llevamos este escritorio?

- S-si, va en mi cuarto

-Entonces allá vamos, agarra este lado, yo voy por el otro así me guías hacía el cuarto. - asentí, levantamos el escritorio y nos metimos a la casa.

- Ten cuidado con los escalones - me dijo con una sonrisa.

Lo sé, llevó menos de un día acá pero no es la primera vez que subía algo así por unas escaleras, es un trabajo fácil.

Tropecé. Que idiota.

- Te dije que tuvieras cuidado - sonríe de nuevo. ¿Qué necesidad tenía de sonreirme tanto?

Llegamos al cuarto y colocamos el escritorio enfrentado a mí cama. Ahora faltaba subir varias cosas más.

Cuando bajamos las escaleras, Mathews ya tenía toda la sala de estar completa.

Fuí hacia el camión, y agarré mi cómoda, quería demostrarle al señor sonrisitas que podía subir bien las escaleras y solo.

-¿No querés que te ayude?- me pregunta.

- Tranqui, puedo solo - le contesto con una simple y pequeña sonrisa. No entiendo porque estaba haciendo eso, pero de algún otra forma se sentía bien.

Mientras me acercaba a las escaleras, el chico pasa rápidamente por mi derecha con un montón de cajas.

-Te espero arriba chico lindo - dijo mientras subía rápido las escaleras. Mis cachetes se comenzaron a sentir calientes, no puede ser. Me había sonrojado.

Arrastré la cómoda por toda la escalera, por suerte tenía rueditas, si no era imposible de subir. Cuando llegó arriba, la cómoda se me resbala, me impulsó a agarrarla. Sentí como mi cuerpo estaba por caer por las escaleras. Cerré mis ojos, no quería ver ese desastre. El corazón lo tenía en la boca, estaba a nada de caer. Pero sentí que alguien me sostuvo, unas manos cálidas agarraban fuerte de mi brazo, haciéndome volver a tener equilibrio.

Era él, sonrisitas.

NO LO MIRES. (HyunSung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora