[3]

732 113 14
                                    

– Entonces, ¿Cuál era tu nombre? – YoonGi quién dirigió su aguda y filosa mirada al menor preguntó.

– Mi nombre es Park JiMin señor. – Respondió con sus mejillas algo rosadas, sintiéndose intimidado por la fuerte presencia del hombre frente a él.

– Como HoSeok te habrá comentado... – Dijo mientras comenzaba a caminar con lentitud alrededor del tímido chico, observando con descaro la anatomía del chico. – Soy el senador principal Min YoonGi, espero comprendas que estás aquí para cumplir mis órdenes como también caprichos cuando y en donde yo lo desee.

El castaño asintió automáticamente, evitando la mirada expectante que le había dirigido el atractivo sujeto ya frente a él, se sentía realmente atemorizado deseando huir de ahí.

– Haré todo lo que usted desee Mi señor. – Habló con suavidad, temiendo que su nerviosismo se viera reflejado en su voz.

– Llámame Hyung. – Ordenó YoonGi, quién no había quitado su vista del castaño y se deleitó con la respuesta del menor, satisfecho.

– Está bien YoonGi Hyung. – El mayor sonrió y paso su manos por la mejilla derecha del menor con suavidad.

JiMin pensó que los rumores que había oído sobre el senador que decían; que él era un apasionado amante, podrían ser reales. Eso no lo tranquilizó.

– ¿Eres virgen? – Preguntó sin más, ansioso por la respuesta a sus sospechas.

Las níveas mejillas del castaño tomaron un tono rojizo, mientras éste elevaba su rostro atónito observando al de alto cargo, sorprendido por la soltura con que hablaba de algo que era un real tabú en la sociedad donde había crecido.

– Sí Hyung, aún soy virgen. – Respondió a su pesar, incómodo por la situación, pero extasiado por la sensación que evocaba en él tener los ojos de aquel atractivo hombre de ojos felinos y penetrantes sobre su cuerpo, irradiando un aura que aseguraba él lo tomaría ahí mismo si pudiese.

– Nunca había conseguido un acompañante virgen. – comentó el contrario, mientras su lengua humedecía sus labios y acortaba la distancia entre ambos.

El menor bajó su mirada.

¿Qué pasará conmigo? Pensó JiMin, temeroso.

Park seguía hundido en aquella inquietud, con su respiración agitada y su corazón a mil, cuando sintió como una de la fuertes manos del mayor se acercaba a su cintura.

– YoonGi amor. – La voz de una mujer se escuchó por la sala.

– ¿Qué sucede? –

Cuestionó el mayor, alejándose rápidamente del cuerpo erizado del menor. Sin embargo, antes de marcharse del lugar clamó por medio del umbral de la puerta:

– Lleven a JiMin a su habitación – Dicho eso volteó y dio un aviso antes de marcharse con sus ojos fijos en los castaños orbe. – Nos veremos más tarde.

Inmediatamente luego de que el senador desapareciera de su vista apareció frente a sus ojos una mujer no muy alta de tez morena, con un cabello rizado y sonrisa encantadora.
Aquella calidez que transmitía su presencia logró calmar al mencionado.

– Sígame joven. – Indicó ella con una suave y calmada voz.

Park sólo asintió en silencio y se fue con la mujer. Sentía un vacío en su estómago que iba creciendo con cada segundo que estaba en aquel lugar extraño, estaba ansioso preguntándose qué le deparará el futuro.

El camino fue impresionante para él, los altos muros de piedra caliza con grandes ventanales y arcos esculpidos a mano con imágenes de dioses, estaba asombrado, nunca había visto tantos artefactos costosos juntos.
Sus vista se detuvieron en una joven que pasó a su lado siendo escoltada por sus acompañantes, era realmente hermosa, tenía una estatura perfecta, un cabello negro como la noche, de piel blanca, ojos cautivadores color miel y gruesos labios con un atractivo tono salmón en ellos.

Además, poseía un vientre abultado.
"Probablemente este embarazada" Pensó el chico, quién se encontraba más preocupado por cubrir su cuerpo con aquella delgada tela blanca que le habían puesto.

[...]

– Amor quiero uvas. – Dijo con un puchero aquella joven antes vista llegando a su encuentro con el pelinegro.

– Dile a una de tus sirvientas que las traiga Amor mío. – Respondió, abrazando con suavidad a la menor.

– Está bien, pero el bebé quiere escuchar a su Papá. – Dijo con suavidad deslizando sus manos sobre las de su pareja.

YoonGi se agachó frente a la mujer y dejó un beso en su vientre, comenzando a hablarle al bebé que estaba en gestación.

– Hola Cariño, soy papá de nuevo, no sabes lo ansiosos que estamos por pronto tenerte a nuestro lado. –

La mujer sonrió ante la ternura de su esposo, acariciando el cabello oscuro de su amado.

– ¿Ahora tienes un acompañante? – Preguntó con serenidad la mujer, tomando asiento dónde antes había estado el castaño.

– Sí, fue un regalo de HoSeok – Contesto levantándose de su anterior lugar y caminó hacía el gran ventanal que había en una de las paredes.

– Espero sea un niño, Jennie. – Dijo él mirándola, mientras que se alejaba rumbo a su despacho nuevamente.

VESUBIO: UN AMOR SEPULTADO © ANÁNKE #2 YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora