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- Park JiMin, tu no sirves para nada, eres un idiota, ¿Cómo pudiste perder las monedas de plata?

Su madre gritaba histérica sin importarle estar en medio de la vía pública, cerca al mercado de víveres central.

El pequeño castaño agachó su mirada, avergonzado y apenado por la situación, sus ojos se aguaron inevitablemente pues no tenía una respuesta para su madre.

Por otro lado, un senador venía caminando por la misma carretera con uno de sus sirvientes. En una circunstancia totalmente diferente.

- ¿Qué le regalaré a YoonGi Hyung? - Consultó el pelinegro senador de altiva postura, paseando sus ojos grisáceos por la miscelánea de productos que ofrecían los mercaderes.

- ¿Qué tal un acompañante Mi señor? - Respondió con suavidad el de menor cargo, mientras seguía caminando un par de pasos atrás de su senador.

- Uno virginal, será en mejor regalo para YoonGi - Respondió con una discreta sonrisa de satisfacción - Pero ¿De dónde sacaré tal espécimen digno del rango de realeza que tiene Min?

Transcurrió el día y así las manos de los acompañantes del senador se llenaron de objetos comprados por él, sus ojos y paladares se habían deleitado con sabores y colores aquel día en el mercado, pero su mente no había descansado buscando al indicado para dicho regalo.

Pero como si HoSeok hubiera llamado con su deseo al indicado, visualizó a lo lejos a un joven delicado arrodillado en señal de disculpa frente a una mujer, con su aflorante curiosidad se acercó y escuchó, enterándose que la discusión era por unas cuantas monedas de plata que el menor había perdido.

- Señora, ¿Éste es su hijo? - HoSeok cuestionó mientras miraba al menor de la manera mejor posible, desde donde veía como un par de curiosos ojo castaños lo miraban con timidez bajo su mechones de pelo que cubrían su rostro.

- Sí, es mi desgracia de hijo. - Respondió secamente sin saber realmente a quién se dirigía.

- Debería cuidar su comportamiento, sabe que es un pecado faltar el respeto a un senador. - Respondió el azabache, la cara de susto de la mujer al voltear y observar su figura, fue lo mejor del día, haciendo así que una sonrisa se dibujara en los labios de Jung.

- Será perdonada, pero yo me quedaré con su hijo. Como recompensa le daré 5 monedas de oro, tómelas y lárguese. - Espetó HoSeok, mientras que a la par uno de sus escoltas le extendía las piezas de oro a la confusa mujer.
Ella sin rechistar aceptó aquel trato, tomando la pequeña fortuna que se le extendía.

- Si no haces las cosas bien, en menos de una semana te matarán. - Dichas aquellas palabras se marchó perdiéndose entre la multitud.
Los ojos del hombre se dirigieron escrutantes al cuerpo del joven.

- Levántate, vendrás con nosotros. - Ordenó HoSeok, con una voz más calmada, mirando con cuidado la silueta delgada y las bonitas facciones del joven que se paraba frente a él. - Tu nombre, ¿cuál es?

El castaño miró al contrario e hizo una reverencia en señal de respeto para después contestar con su suave voz.

- Soy Park JiMin y estoy para servirle Mi Señor. -

HoSeok asintió satisfecho con su elección y siguió su caminata mientras los otros lo seguían.

- Atenderás a Min YoonGi, así que prepárate para lidiar con un malhumorado. -

Agregó el azabache llegando al carruaje que los llevaría a su casa, para así poner en condiciones "Optimas" al nuevo acompañante de YoonGi.

Así inició una historia de amor, lujuria y problemas.

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Éste es un nuevo proyecto Crabs, espero me apoyen, ya saben actualizare los fines de semana y bueno a darle.

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VESUBIO: UN AMOR SEPULTADO © ANÁNKE #2 YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora