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Ya habían pasado semanas desde aquel día en que Jennie había discutido con él, JiMin seguía sintiendo malestar al ver a la mujer de vez en cuando por la casa.

Recordaba perfectamente la mirada de asco y odio que le brindaba la chica, el no tuvo tiempo de responder los insultos degradantes que decía sin siquiera saber la verdad.

Pero esa noche YoonGi había llegado agotado, estresado y muy enojado, yendo directamente a su habitación, donde lo había tomado de la cadera, besándolo ferozmente.

- Park JiMin, ¿qué hiciste conmigo? -Preguntó el mayor mientras lo tumbaba en la cama, para repartir besos húmedos por su cuello, mientras recorría sus muslos bajos la seda que los cubrían.

- Mi Señor, yo no he hecho nada. - Aseguro jadeante el menor, quien ladeó su cabeza dándole más espacio al mayor para que lo llenara de besos y marcas.

YoonGi en todo el día no pudo siquiera centrarse, si no fuera por HoSeok, la reunión de ese día hubiera sido un desastre completo, pero el pequeño castaño no salía de sus pensamientos.

Tanto así que al llegar a casa lo único que quería era poder hacer al menor todo suyo, sentía una necesidad insoportable de follarlo, para después decirle que solo le importaba él.

JiMin recuerda perfectamente como el mayor lo había despojado de su ropa, dejándolo a su merced, dándole la vuelta y haciendo que dejara su trasero en alto, estaba sonrojado al estar en tal posición tan vergonzosa, esta sensación aumenta considerablemente al sentir la húmeda y cálida lengua del mayor paseándose por su entrada, haciéndolo soltar un gemido en su nombre.

A lo que Min aprovechó para introducir su lengua en el reducido espacio, buscando dejarlo húmedo para poder ingresar con facilidad, pues su erección empezaba a doler, más aún con los dulces gemidos y suplicas del castaño.

Entre suspiros y jadeos se vino a la mente del menor cuando el mayor irrumpió rudamente en él, ese recuerdo lo hace sonrojar siempre.

Cada estocada, roce y beso queda grabado en su memoria, la razón de esto es que Min YoonGi había dejado que el menor se apoderara de su impenetrable corazón.

Y es que después de que ambos llegaran a sus tan anhelando orgasmos, el pelinegro abrazó por la cintura al castaño, atrayéndolo a él, mientras los cubría a ambos una sábana de seda, para después dejar besos por su rostro. - Park JiMin estoy feliz de tenerte en mi vida. - murmuró suavemente el pelinegro, haciendo que el corazón del menor se acelerará a tope, soltando un suspiro.

- Y yo estoy muy agradecido con el senador HoSeok por traerme con usted Hyung. - Dijo el chico esa noche. Era verdad, su vida había dado un giro de 360° al inicio se asustó, pero ahora estaba realmente feliz y cómodo con él hombre que lo estaba abrazando, con sus reconfortantes brazos.

Varias cosas habían cambiado en cuestión de días, YoonGi ya no dormía con su esposa, es más ahora está en una habitación diferente, aunque no la usa, ya que prefiere dormir con el castaño, dice que se siente reconfortado a su lado, para que mentir, si JiMin adora que el pelinegro duerma a su lado y lo abrace durante la noche.

El castaño era tratado muchísimo mejor, ya tenía sus propios súbditos que lo acompañaban y cuidaban todo el tiempo, incluso ya podía salir solo a la calle, aunque con un estricto sistema de seguridad, El senador insistía en que estuviera protegido.

En cuando a la pintura de NamJoon, el pequeño castaño había aceptado, pero pidió que NamJoon fuera muy silencioso y que no fuera a comentarle nada de lo visto a nadie más.

El artista había aceptado y para quitar un poco la tensión del chico, le había propuesto que se conocieran un poco más, YoonGi no tenía problema por mostrar su desnudez y mucho menos por follar mientras era observado, pero JiMin era un poco más tímido y reservado en ese aspecto.

Actualmente Park estaba sentando bajo la sombra de un hermoso árbol de cerezo, mientras escuchaba a NamJoon hablar con emoción. - No puedo creer que quieras pedirle a Jin que sea como tú esposo. - Dijo entre risa el castaño imaginándose que algún día alguien hiciera algo tan romántico por él.

Aunque no era legal un matrimonio gay, NamJoon quería hacer algo significativo como una ceremonia, para celebrar ese lindo amor que tenía con su SeokJinnie.

VESUBIO: UN AMOR SEPULTADO © ANÁNKE #2 YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora