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– Pequeño, sucede que NamJoon desea hacer una pintura de ambos, un tanto sensual y no sé si tú te sientas cómodo con eso. – Dió a conocer, mientras observaba cada facción del menor, con una sonrisa ladina.– La idea no es mía, por mí no dejaría que nadie más llegara a apreciar un poco de tu desnudez, pero prometí que te preguntaría, si no quieres hacerlo está bien, nadie te presiona y el tema se dejará de lado si quieres.– YoonGi no quería malentendidos de ninguna clase con el castaño, así que trataba de explicar todo lo mejor posible.

JiMin estaba confundido, no sabía que hacer o que pensar, sólo tenía un pequeño nudo en su estómago. – Yo... ¿Puedo pensarlo Hyung? – Fue lo único que preguntó mirando a los oscuros y penetrantes ojos del contrario.

– Claro que sí, cuando tengas tu respuesta sólo debes decírmela. – Dijo y acercó se nuevo al rostro del contrario, dejando un cariñoso beso sobre sus labios.

Park tenía miedo, algo inexplicable, pero real, ¿Qué pensarían las personas?, ¿No era demasiado vulgar hacer algo así?, ¿Qué diría la esposa de su Hyung?... Más aún, ¿Él estaba conforme de que los retratan en tan íntimo acto?

Esa noche YoonGi sólo abrazó a JiMin, durmiendo plácidamente con el chico entre sus brazos, mientras el contrario se sentía completamente protegido, un par de besos y caricias adornaron la velada, donde ambos descansaron plácidamente.

Tal vez esa no era la mejor cama, con las mejores sedas y la mujer más hermosa de la ciudad, pero Min YoonGi estaba completamente seguro de que llevaba años sin descansar tan bien. Llevaba años sin lograr conciliar el sueño tan rápido, mucho menos de pasar toda una noche descansando adecuadamente, sin necesidad de sexo o de alcohol, sólo necesita sentir la pausada y despreocupada respiración de JiMin, para sentirse relajado y somnoliento.

Paz, esa palabra llevaba años sin ser parte de su vida, todo era un caos siempre, dormir un par de horas o casi nada, era lo mejor que podía hacer, pero cada noche con JiMin, era paz para él, podían simplemente sentarse, hablar de cualquier cosa y sentir como el tiempo se detenía y todo a su alrededor era tranquilidad, el efecto que el pequeño castaño tenía sobre su vida era único.

Los rayos del sol estaban dando suavemente sobre el rostro del menor, quien se percató del lento y sonoro latir del corazón del pelinegro, él aún estaba dormido, el castaño sintió como todavía lo tomaba de la cintura, él estaba abrazándolo por el abdomen y con su cabeza recostada sobre su pecho, de a poco sus ojos se acoplaron a la luz, sonriendo al escuchar la ronca voz del contrario.

– Buenos días. – Canturreo somnoliento el pelinegro mientras a su pesar soltaba la cintura del menor para estirar sus brazos. – ¿Descansaste bien pequeño? Preguntó ya un poco más despierto, mientras revolvía su cabello con dulzura.

JiMin asintió y sonrió. – Sí, descansé muy bien Hyung. – Agregó, sintiendo como los finos labios del mayor impactaban contra su mejilla, haciéndolo sonrojar levemente.

– Hoy tengo que salir, así que te quedarás aquí, uno de los guardias estará vigilándote desde una distancia segura, puedes hacer lo que quieras. – Aclaró el peligro saliendo de la cama

– ¿Dónde irás Hyung? – JiMin odiaba tener que quedarse sólo en la enorme casa, los sirviente no tenían permitido hablar con él, los guardias eran como estatuas, no respondían a no ser que fuera un problema de seguridad y bueno estaba Jennie la esposa de YoonGi quién lo miraba con desprecio.

–Tengo que ir al campo de entrenamiento de los gladiadores, enviaremos unos cuantos a la frontera y a no ser que sepas manejar alguna arma o saber combatir te sentirás más cómodo aquí. – Respondió el de ojos gatunos con una sonrisa.

– Se usar el arco. – Delató con timidez el castaño, también saliendo de la cama.

— Bien ya entendí, ven conmigo mejor. — Exclamó YoonGi con una sonrisa antes de dejar un fugaz beso en los labios del menor. — Nos vamos en una hora, desayuna adecuadamente té y ponte algo más oscuro por favor. — Básicamente no quería que nadie  observara de más a su JiMin, sí, de él y de nadie más.

VESUBIO: UN AMOR SEPULTADO © ANÁNKE #2 YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora