— El ganador y campeon de FMS de 2019 es, a la cuenta de 10 —los fans empezaron a contar con si no fuera un mañana.
Se me fueron los nervios cuando levantaron la mano de Mateo al ser que es Campeon de la FMS 2019.
Lo orgullosa que estaba de el era inmenso, todo lo que logro siendo mi mejor amigo y novio.
Lo amo.
Cuando se termino todo Mateo vino corriendo hacia mi.
— Felicidades amor —dije para saltar y enredar mis piernas en su cintura.
— Te amo, te amo —repitió varias veces y dandome besos por toda mi cara incluyendo mis labios.
— Yo mas —dije sonriendo y me baje.
— ¿Y vamos a festejar? —dijo mi suegro.
— Si obvio se lo merece —dije sonriendo.
Fuimos a cenar con los amigos de Mateo, era medio incomodo porque era única mujer estaba ahí pero me llevaba bien con ellos son buenos pibes, molestos pero buena onda.
Cuando ya no íbamos empezaron a caer fans por donde caminábamos,los chicos pararon para sacarse fotos aunque estaban muy cansados ya que eran como las doce la noche y habían hecho muchas cosas ese mismo día.
Cuando llegamos al auto nos subimos, me tuve que sentar arriba de Mateo porque no entrábamos todos.
— Vas a ver en casa eh —dijo Mateo susurrando en mi oído.
— ¿Que te hice? —dije haciendome la tonta.
Sabia que era porque me senté arriba de el y cada vez su bulto crecía.
— No te hagas la tonta —dijo apretantome mas a el.
— Che salgan de este auto porque estos ya van a cojer —dijo cacha y me puse roja y me escondí en el cuello de Mateo.
— Callate pelotudo —dijo Mateo pegándole.
— Yo igual Mateo les dejo la casa sola ya que voy salir por ahi —dijo el papa de Mateo.
— Aah el viejo sale —dijo Mateo y nos empezamos a reír todos.
...
Peligro nos dejo cada uno en su casa y bueno yo me quede en la casa de Mateo.
— ¿Y que onda? —dijo Mateo abrazandome.
— Y que onda que —dije.
— Quiero mi regalito —dijo sonriendo.
— Ay deja de joder Matu —dije sacando sus manos de mi cintura y riendome.
— Dale —dijo agarrandome de nuevo y haciendo puchero.
Mordi mi labio para no reirme, le encaje un beso que se convirtió en un chape.
Bajo sus manos a mis muslos y me hizo enredar mis piernas en su cintura, mientras el caminaba hacia la cama nosotros seguimos chapando.
— Sos lo mas lindo que tengo Sofia —dijo agitado.
— Vos también.