-Kakyoin noriaki, es un joven bastante tímido, reservado, educado y que prefiere estar en casa antes que meterse en problemas con otras personas, para la época en la que esta, eso es bastante "problemático" sobre todo para su padre, que a pesar de nunca estar, este quiere que su hijo sea igual que él, un hombre exitoso, que no dependa del dinero de la herencia y que sea "problemático" puesto que para la época, o ibas a la guerra o ayudabas a los jakuza en lo suyo, realmente Noriaki no pensaba que todo podía irse a la mierda hasta un punto critico, hasta que un día.
-Bien, debes aprender a tomar un arma si quieres mantenerte fuera de peligro. -Noriaki nunca entenderá el porque siempre ha tratado de explicar que no necesita de una, pero. . . Parece que su padre lo toma por loco solo por la absurda idea de tener un "amigo imaginario" a estas alturas de su vida. Siente como si alguien lo viera y ese alguien. . . Era su abuela, esa mujer se ha encargado de esperar el fantástico día en el que decepcione tanto a su padre que quede en manos de ella para convertirlo en una "dama de compañía" puesto que no tiene el cuerpo de un hombre común, tiene rasgos muy finos en la cara, si kakyoin aceptara tal invitación de su abuela podría volver el negocio de esta bastante fructífero, más de lo que ya es, puesto que siempre ha sido academia y lugar de prestación de servicios, para este es algo incomodo pasar al lado de tantas señoritas, irrumpiendo la tranquilidad de estas, ellas siempre lo miran como bicho raro, aunque claro siempre esta la excepción en minoría que al menos no te ve como un fenómeno por parecer "mujer"
El joven estaba tan hundido en sus pensamientos que ni había escuchado a su padre, y salio de estos cuando escucho a su padre hablarle con voz fuerte -Entendiste Noriaki?? -Este suspira con pesadez, mira a sus alrededores para asegurarse que ninguna de las chicas que comparten el hogar con él se burlarían por ser una vergüenza para ser llamado "hombre" al ver que todo estaba despejado, menos de la mirada entusiasta de su abuela y la mirada matadora de su madre, tomo el arma, sin saber que rayos estaba haciendo y disparo de esta, por alguna extraña razón aun así siendo el arma tan ligera hizo que este se hiciera para atrás, el chico quedo el shook al ver como la bala se desvió a donde no debía de dar, un patio tan grande y él le da a una columna de su hogar, se puso el dedo pulgar e indice en su entrecejo, esperando el grito del hombre pero solo recibió los aplausos de su abuela.
-Bravo, Bravo. . . Para ser un hombre eres una completa mierda al hacer cosas de hombre. -El chico volteo algo ofendido, puesto que lo que más quería era apoyo, pero en vez de apoyo lo que recibe es insultos o desánimos y este con desganas solamente responde.
-No me veo en derecho de responderle, pero. . . No puedes manejar un arma a la primera y más si ni siquiera sabes como rayos usarla. -toma el arma como si fuera la cosa más repugnante del mundo, estaba por hacer una rabieta y tirarla, pero antes de que pudiese hacer algo su padre le hablo con esa voz tan ronca, fuerte y desagradable para los oídos de noriaki que tiene.
-Te explique como 2 veces y tu parece que estabas pensando en otra cosa. . . Que prefiero no mencionar -Se sentía tan decepcionado de su hijo, casi que desde que es pequeño lo veía con actitudes raras, se juntaba con las niñas para jugar, era delicado y nunca ganaba una pelea a menos de que fuera una discusión civilizada, cosa que en su vida de día a día no serviría en lo absoluto. Su hijo lo miro con una expresión algo tristona o similar a una compasiva como si pidiera piedad. Esa expresión fue la gota que rebaso el vaso de la fe del padre, ya no soportaba ver a su hijo hacer esas caras que solo una mujer podría hacerle, se acerco a este y lo tomo de ambos brazos con fuerza, entonces se dispuso a retarlo hablándole en susurros a su oído -Dime noriaki. . . ¿Cual es tu mayor miedo, que las chicas se burlen de ti, que te reduzcan a nada como si fueras una mujer, que te ridiculicen tus compañeros de clase? porque en este mismo momento todos tus miedos se harán realidad. -El cuerpo del chico se había estremecido y cuando este se separo de su oreja, vio el rostro de su hijo aterrada, pálida y sudando frió, el joven parece saber que rayos le pasara. Este suspira y sacudiéndolo con fuerza le habla de manera fuerte -Por una vez en tu maldita vida se un hombre!! algún día tendrás que demostrarme que eres un hombre de verdad, pero por ahora, solo seras reducido a una mujer más -Luego de eso simplemente lo soltó, haciendo que este cayera de rodillas al suelo, este tapa su boca para evitar responderle, porque la impotencia era demasiada, tanta que hasta un par de lagrimas se pasean por sus mejillas, en eso escucho las risas de dos chicas, cuando volteo, se percato que llevaba rato siendo viendo por sus "compañeras" de hogar, este suspiro, se limpio las lagrimas y trato de hacerse el hombre, levantándose del suelo como si nada, limpio sus rodillas del pantalón y solo se fue pasandoles por al lado a estas, sin pronunciar ni una sola palabra, así creyó que se mantendría, pero en eso una chica lo alcanza y le toma del brazo, una única amiga, la luz entre la oscuridad y maltratos, una chica que al igual que él es poco preciada, considerada la peor de las "damas de compañía". Este le regalo una sonrisa forzada y en eso ella se decide a acompañarlo hasta el interior de la casa hablándole con serenidad.
