10 Días para enamorarte ¦ Melizabeth ©

EIGHTH DAY

MIERCOLES:

Hoy era el día de descanso de Elizabeth, por lo que aprovecho para  hacer algunas compras, salió de casa con un vestido rosa de mangas cortas y una pequeña corbata azul marina, tomó su bici y salió de aquella residencia, llegó a los mercados a comprar fruta, verduras y especias para cocinar, decidió ir a alguna tienda comercial, la semana pasada quería comprarse un collar de plata que le había gustado, aseguró su bicicleta en un lugar especial para estas y se adentro en aquella tienda.

Entró a una pequeña joyería, compró aquel hermoso collar, y al fondo de un cajón de cristal divisó un hermoso reloj de mano para hombre, la imagen de Meliodas se le vino a la mente, por lo que no lo pensó dos veces y lo compró, al pagar salió de aquel centro comercial con una sonrisa, Ahora tenía una excusa para ver a su rubio de ojos verdes.
Decidida fue a llevar las compras a casa, al llegar a esta dejo todo y volvió a salir con su bici a su próximo rumbo.

La albina bajó de su bici, como siempre la aparco asegurándola, y camino hacia la entrada de la gran empresa, "MONDRAGÓN"
~Pero ella no sabía lo que le esperaba a continuación....~
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20 MINUTOS ANTES:

Meliodas se encontraba en su oficina, estaba firmando unos documentos para la empresa, hasta que alguien llamó a la puerta.

*Toc, Toc*

Meliodas: Adelante -dijo con su mirada baja, leyendo los documentos-

Se abrió la puerta, dejando ver a una chica de baja estatura, cabello castaño y pocos atributos, cerró la puerta adentrándose a la oficina, al caminar hizo sonar sus tacones llamando la atención del rubio.

Meliodas: Zaneri, que haces aquí? -dijo serio, mientras se quitaba sus lentes de lectura-

Zaneri: No puedo evitarlo más Meliodas -dijo acercandose peligrosamente a el-

Meliodas: Aléjate de mi Zaneri.

Zaneri lo ignoro, se acerco quedando enfrente de él y se sentó en sus piernas.

Meliodas: Que haces!!? Bajate -empezó a empujarla-

Zaneri sacó una pequeña navaja de bolsillo, y volvió a acercase a él.

Zaneri: Escuchame bien Meliodas, -dijo mientras acercaba la navaja al abdomen del rubio- Yo te amo y nadie más volverá a separarnos.

Meliodas: Que haces? Baja esa navaja Zaneri -dijo sin poder hacer nada, pues esta presionaba cada vez más la navaja-

Zaneri: Callate ahora somos solo tu y yo -Con una mano lo tomó del mentón, chocando fuertemente sus labios con los de el-

Meliodas: Mmmm!! -dijo tratando de safarase, pero mientas más se movía más estaba apuntó de encargarse  la navaja-

Elizabeth por fin logró pasar a la empresa, pues Meliodas dio la orden de solo dejar pasar a Elizabeth Liones o personas conocidas por la familia. Llevaba en su mano una pequeña bolsa de regalo, y en su rostro una gran sonrisa... La cual se borro al abrir la puerta de la oficina y encontrarse la escena más repugnante de todas, Meliodas besando a otra mujer mientras está estaba encima de él.