Ganaste Mi Corazón

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2 MESES DESPUÉS:

Diana: Dios mio Elizabeth, estas bellísima! -dijo la ojimorada mientras admiraba a su amiga-

Elaine: Eres la novia más hermosa que e visto -dijo con una sonrisa, mientras acariciaba su vientre el cual ya habia crecido un poco, debido a su embarazo-

Elizabeth: Gracias chicas, estoy muy nerviosa jeje -dijo formándose un sonrojo en sus mejillas-

Margareth: Es normal que lo estés Elli, cuando yo me case con Gil, sentía que me desmayaba con cada paso que daba. -dijo su hermana mayor frotando su hombro-

Verónica: Asi es pequeña tonteli, este será tu día -dijo su hermana intermedia, mientras guiñaba el ojo-

Elizabeth: Uff, esta bien, esta bien.. Estoy lista -dijo para tomar su ramo-

Diana: Es hora, vámonos chicas.

Diana, junto, a las demás damas de honor de Elizabeth salían de casa de la albina para dirigirse a la iglesia, al llegar, las damas entraron al altar para acomodarse en fila y esperar a la novia, Bartra ayudó a bajar a Elizabeth, el mayor ofreció su brazo, y la albina lo tomó, ella suspiro ondo y empezaron a caminar hacia el altar.

Meliodas sólo la admiraba, la veía con amor y dulzura, tanta que no se dio cuenta que empezó a derramar pequeñas lágrimas, ella solo sonreía con ternura aguantando sus lágrimas por el maquillaje, y  llegó el momento más difícil para un padre, entregar a su hija.

Bartra: Cuida y ama mucho a mi princesa, es lo mas preciado para mi -dijo con melancolia-

Elizabeth abrazo fuertemente a su padre, y le dio un beso en la mejilla.

Meliodas: Señor, le prometo amar y respetar a Elizabeth para toda la vida. -dijo mientras tomaba de la mano a la albina y ella se posicionaba frente a el-

Padre: Estamos aquí reunidos, para celebrar la unión en consagrado matrimonio de la señorita Elizabeth y el señor Meliodas -dijo levantando sus manos en dirección a ellos-

Padre: Elizabeth, Meliodas ¿venís a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente?

Meliodas y Elizabeth: Sí, venimos libremente.

Padre: ¿Están decididos a amarse y respetarse mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del Matrimonio, durante toda la vida?

Meliodas y Elizabeth: Sí, estamos decididos.

Padre: ¿Están dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia?

Meliodas y Elizabeth: Sí, estamos dispuestos.

La ceremonia transcurrió exitosamente, ambos dieron sus votos y pusieron sus anillos.

Meliodas: Yo te recibo como mi esposa, y prometo amarte fielmente durante toda mi vida. -pone el anillo en el dedo anular de la ojiazul-

Elizabeth: Yo te recibo como mi esposo, y prometo amarte fielmente durante toda mi vida. -al igual que el coloca el anillo en el dedo anular del ojiverde-

Padre: Bueno, si hay alguien que oponga a este matrimonio que hable ahora o calle para siempre! -el padre voltea a ver a todos los presentes-

Meliodas volteo hacia los invitados y rezo para que nadie levantará la mano o le rompería la cara.

Padre: Bueno, yo los declaró marido y mujer.

Meliodas acercó a Elizabeth pegándola a él, y se unieron en un lento y suave beso, todos aplaudían y aventaban flores hacia los ahora ya Esposos, salieron de la iglesia tomados de la mano, Meliodas al llegar a la entrada cargo a su esposa estilo nupcial, ella río por aquella acción pero aceptó gustosa rodeando sus brazos en el cuello del rubio, cuando él fotógrafo tomó una hermosa fotografía de aquella pareja de enamorados.

10 Días para enamorarte ¦ Melizabeth ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora