Min Yoongi, un hombre que había olvidado lo que realmente era amor, tratando de llenar ese vacío con sexo. Kim jungkook, un chico que llega a ser su sumiso y a experimentar las emociones más fuertes, vividas y devastadoras de su vida.
Su único prop...
NamJoon subía las escaleras de la casa en calma, recorrió el pasillo hasta estar frente a la habitación de TaeHyung, tocó la puerta primero que nada y luego abrió sin previo aviso. Entró al espacio dejando ver a jungkook y TaeHyung viendo el dispositivo del antes mencionado. Los jóvenes no tardaron en percatarse de la presencia del de piel tenue morena, pausaron lo que aparentemente era animé y miraron a NamJoon.
— Chicos, perdón por interrumpir, pero tengo que llevarme a Jungkook un momento.
— ¿Que pasó, Namjoon Hyung?.—el menor de todos fruncio el ceño confundido.
— Tu novio vino a buscarte. —eso confundió más a los dos chicos que se encontraban sobre la cama.
— ¿Novio?.—dijeron unánime.
— Si, Min Yoongi, ¿No es tu novio? —namjoon se rasco la parte trasera de su cuello in cómodamente— Él había dicho que era tu novio.
— Ajá, si cierto, dejame ir a verlo. —dijo alargando las palabras mediante hablaba.
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Jungkook literalmente bajaba las escaleras corriendo, lo le importaba caerse, lo único que no quería era ver a SeokJin y a Yoongi juntos, y mucho menos en una fiesta. SeokJin había logrado demostrar que la primera impresión era la única que contaba en cuanto a las personas que salían con sus hijos y no es por nada, pero Yoongi no daba una muy buena impresión al conocer a alguien.
Vio a su amo en el patio hablando con su padre y lo primero que hizo fue pensar en lo peor, entrando en pánico se acercó a pasos rápidos al pálido..
— ¡Yoongi! —exclamó exaltado y tratando de procesar lo que estaba pasando en ese momento.
— Jungkook. —el mayor camino hacía su sumiso y empezó a inspeccionar su cuerpo buscando cualquier tipo de marca, moreton o rasguño, dejó un casto beso en sus labios—. Me alegra que estés bien mi amor.
— No exageres Yoongi. —habló serio mientras alejaba las manos del mayor de sus hombros.
— No exagero, sólo estoy cuidando lo que por derecho es mío.
— ¿Por derecho es mio?.—sabía a que se refería. fruncio el ceño— ¿A que te refieres?, ¿Acaso no puedo visitar a mi familia. —empezó a discutir.
— Sólo vine a acompañarte, ¿Qué tiene eso de malo, Jungkook?.—siguió la discusión.
Las demás personas que se encontraban miraban a los jóvenes que habían empezado una inmadura discusión, con incomodidad. Algunas sólo los miraban de reojo tratando de averiguar porque discutían. Algunos los miraban con conmoción, y otros con pena ajena, pues estaban haciendo una escena en una fiesta de compromiso.
— ¡Hey!.—grito Seokjin llamando la atención de los chicos,los cuales ahora tenían unas expresiones de leve seriedad— Está es una fiesta. No pretendo soportar sus estupideces. Así que compórtense o les daré unos buenos chancletasos.
