Entre libros y sabanas - KEVEDD

Capítulo 4

El profesor seguía hablando sobre algunos ejercicios que tenían que incluir en un ensayo que sería parte de su proyecto final. Miró a su reloj, faltaban cinco para las doce. Su estómago rugia un poco indicándole que necesitaba ser atendido o tendría que soportar otra ida al hospital por no comer a la hora debida.

Guardo sus cosas y cuando el profesor terminó, sacó una barrita de cereal. Le ayudaban a aguantar hasta poder comer algo un poco más pesado, así que con paso decidido cruzó el edificio con dirección a la cafetería.

Cuando se sentó a disfruta de su merienda, sintió las frías manos de alguien tapandole la vista. Sabía quién era, no había nadie que tuviera esos gestos tan lindos con el.

-Marie, pienso que eres un amor, pero mi estómago siente que muere lentamente.

-Ya no eres tan lindo como antes pichoncito. -Una chica alta y esbelta. Tenía el cabello de una tonalidad azabache en la parte de las raíces y unas californianas azules se posaban sobre sus hombros. Unos ojos celestes muy hermosos y un delineado casi perfecto. -Cuando estabas en el colegio al menos te inmutabas en intentar adivinar.

-Vamos Marie, sabes perfectamente que nadie en el campus, además de ti, intentaría taparme los ojos.

-No creo que el chico pelo rojo de la fiesta del viernes pensara igual. Desapareciste con el muy misteriosamente.

-Misterio que no te contaré querida. Si que eres bastante curiosa para estar en ciencias políticas. ¿Segura que no deseas unirte a criminalistica?

-Pichoncito, todos en algún momento de su vida quisieron investigar un caso desde que CSI creó la veinteava temporada...

-Bien detective, las pruebas son obvias donde estaba entonces a la media noche de ese día.

-¡Eres una perra!

-Si sabes la respuesta, para que preguntas.

-¿Quién es una perra? -Preguntó Ed. Quién llegaba acompañado de May Cruel, hermana de Marie.

Marie iba a decir a que se refería pero Edd metió sobre su boca un gran pedazo del postre que tanto estaba guardando para el final de su almuerzo. Marie lo miró con cara de pocos amigos, pero satisfecha terminó de comerse el dulce aún casi atragantandose y robando un poco de agua del vaso de su hermana.

-¡¿Intentas matarme?! -dijo cuando al fin pudo hacer uso de sus cuerdas vocales.

-¡Woof! -le respondió Edd antes de terminar su último pedazo de muslo.

May se limitó a reír y Ed aún seguía confundido pero él almuerzo se dio sin ningún problema.

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-¿¡Saliste con el chico de gorra rara!? -Gritó el chico.
-Si, a la próxima grita más fuerte. Creo que la señora dentro de la cocina no te escucho muy bien, Rolf.
-Disculpa amigo Kevin, pero, es un chico...

-¿Tu punto?

-¿¡Mi punto!? ¿Que hay de la señorita Nazz?

-¿Qué hay con ella tío? No es como si estuviésemos saliendo.

-¿¡Que!?

-Es que no lo podrás entender, no es que me desagraden las chicas. Son lindas, pero vamos. Debiste verlo hombre, la química...¡¡ughh!!

-¡Basta! Ya entendí por donde va esto, Ralf no escuchara. ¡Oh no! Suficiente con que hoy tuve que meterme dentro del trasero de Clara Bella.

-Ya decía que olias muy raro amigo ¡ugh! Dime que al menos te lavaste antes de venir a comer...

-¿y eso como para que?

-¡Maldición Ralf, eres un puerco!

- - -

-¿Tienes todo listo amor? -la mujer miró por última vez el cuarto. Vio las historias en cada esquina y sus ojos se aguaron.

-Estaré bien mamá, en serio -dijo Edd besando su frente con cariño.

-Es que... Todo paso muy... Yo-la mujer trato de decir las palabras de su corazón. Pero nada le dolía más, que ver a su único hijo alistarse para ir a un colegio lejos de ellos. Era lo que él quería, haría todo por hacer a su hijo feliz, pero aún así era su bebé.

-Estaré bien, no te preocupes. Haré que estés orgullosa.

-Prometeme que me escribirás, prometeme que todas las semanas recibiré una carta. -Edd la miró con una mueca -okay, cada dos semanas...

-¡Trató madre!

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Espero que esta capitulo les haya gustado. Poquito a poquito desenvolvere la historia pero, por ahora quiero que vean más o menos sus personalidades. Jsjsks y pos, mostrar el amor de madre que tiene Edd. Y así, cuídense mis salamandras :) Nos vemos en 3 años -se regresa a su madriguera.