Capítulo 8

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La tetera se quejó, y el agua estaba en la temperatura indicada para poder ser combinada con las infusiones del té de pasionaria. Su madre la usaba cuando sus migrañas por él estrés que le causaba el colegio cuando estuvo en su tiempo de aplicaciones. sirvió un poco del líquido en una taza de porcelana, le añadió dos cucharadas de miel y se lo coloco frente al pelinegro.

Había dejado de llorar hacia un rato, pero estaba sentado en el viejo sillón con el corazón en sus manos. No, en realidad aquello no hubiese pasado si en aquel experimento nunca se hubiesen besado. Si nunca hubiese conocido a su vecino de enfrente, aun podría su familia sonreír y tener una buena vida. Un padre que da todo por el bienestar, una madre comprensiva y cariñosa, sin olvidarnos del dulce y aplicado hijo que tenía.

Eran el esquema de una familia casi perfecta, perfección que envidiaba por la vida ocupada de sus padres. Las imágenes de aquel episodio, de los golpes y los gritos. El sonido de la maquina y olor a detergente, el sabor del alcohol en el que años después se sumergió en alguna época.

Kevin toco la mano de Edd, no sabía que estaba pensando, pero tampoco lo presionaría. Sin embargo, el verlo de tal manera le rompía el alma y le destrozaba el corazón. ¿Cuántos años había sufrido de esa manera? ¿Qué era aquello que cargaba tan pesado en su corazón que lo dejara en aquel estado? Muchas preguntas, pero no podía hacer ninguna. Eran amigos, Edd no necesitaba una pareja en ese momento, sino un amigo.

- ¿Me dejaras contarte una historia? -pronuncio por fin Edd, a lo que Kevin solo se sentó a su lado. - Hace muchos años, me enamore con un chico. Él era mi vecino, jugábamos juntos desde que tengo uso de mi memoria. La nana que me cuidaba, le permitía que nos visitara y su madre le agradaba la idea de que su hijo jugara con otro niño de su edad. Mis padres son ambas personas ocupadas, una es abogada y el otro es un médico. Un médico que hoy en día está en una etapa terminal y no puedo estar con ellos, porque no quiero que viva sus últimos días recordando en el error que tiene como hijo. -Rio con cierto sarcasmo en sus palabras mientras una falsa media sonrisa se asomaba por el lado izquierdo de su comisura.

-Cuando crecimos, confundimos sentimiento y su padre nos encontró en no la mejor de las formas. -Kevin tenía sus manos sosteniendo sus rodillas, aquella pausa larga le decía que lo que venía no iba a ser una historia buena. - Me bajo del segundo piso tomándome del cabello y una vez en la planta baja, Max se interpuso. Sabía que con mi contextura jamás podría zafarme de su padre, así que el me defendió hasta el último momento.

Su padre le quebró al menos 6 costillas y no reacciono por al menos un año después. Hubo un juicio en ese tiempo, su padre fue encerrado por maltrato intrafamiliar y agresión, después de lo ocurrido la escuela fue un infierno. El grupo de soccer se molestó por el estado en que había quedado su capitán, de no ser por su madre, quizás no la hubiese contado.

Mis padres tuvieron que disculparse con muchas personas y no podían salir de casa o hablar con los vecinos. Pues todos culpaban a su hijo, el homosexual, de arruinar una de las familias más respetadas del barrio. Arruine tantas vidas, que sin pensarlo me apunte a un internado.

Cuando salí, solo les dije a mis padres a que universidad planeaba asistir. quería un nuevo comienzo, limpiar mi historial. Creo que, a la final, pedí más de la cuenta. -la voz se quebró al final de aquella historia. Kevin le abrazo con fuerza, sus lágrimas rodeaban su rostro. Era demasiado que sostener para una sola persona ¿Cómo había logrado soportar tanto? 

-Has sufrido tanto tu solo, pero tu amor no es malo, no arruina, no destruye. Tu amor, es quizás el amor más sincero, puro y dulce que alguien pueda encontrar. Es por eso, que a pesar de todo lo que paso, no puedo decir que traes desgracia, porque tuviste que pasar todo eso para poderte conocer. -alejo a Edd de su abrazo, para dejarle ver.

Tomo su mano y la coloco sobre su mejilla- Eres la razón por la que personas puedan querer y amar. Porque para mí tu traes felicidad y tranquilidad, eras la aguja del pajar y el tesoro detrás del arcoíris. Porque te mereces tanto amor que no te quepan en tus manos.

Edd vio las lágrimas de Kevin y las limpio con sus pulgares. Le dio un tierno beso en los parpados a Kevin.

—Gracias...

—¿Porque?

—Por llorar las lágrimas que aún llevó incrustadas.

—No puedo decir que te puedo proteger del dolor, eso sería mentirte. Tampoco te prometere el poder darte el espacio que te mereces, porquee siento magnetizado a ti. Te haz vuelto lo que necesito ver para que mi día sea perfecto.

—Kevi...—

—Cuando el mañana llegue sostendre tu mano, y si la suelte, es porque ya no tendré que convencerte. Porque en ese momento podrás sonreír por tu propia luz, mientras tanto yo seré tu señal.

Te cuidare hasta donde me lo permita el sistema y su el mismo te quiere defraudar, yo seré tu espalda y seré tu espada. Sere lo que necesites, así que no dejes que esas lágrimas te impidan caminar, no te prometo quitarte aquel peso, pero lo podemos compartir. Cargare la mitad y tu tendrás el otro lado de mi corazón, y sin importar lo que suceda, jamas dudes de que en estos meses he aprendido lo mucho que te quiero.

Edward volvió a llorar, pero eran lágrimas de felicidad, porque no importaba que sucediese lo tenía a él y él tenía su corazón.

Aquella noche durmieron uno al lado del otro, con los pijamas de Kevin sucumbidos a una paz que solo se puede encontrar en los sueños, mientras sus dedos se entrelazaban para eliminar cualquier pesadilla.

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-Yo los desapareceré, a todos –Max movía sus piernas con ansiedad mientras mordisqueaba la punta de su pulgar. - a todos aquellos que se interpongan en este amor. 

El celular de él sonó por quinta vez en aquella media hora, la pantalla refleja el nombre “Mamá”, luego de una larga pausa otro nombre asomó el cristal “PhD. Samuel”

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¡Hello bellezas! ¿Cómo están? Disculpen haber desaparecido, pero, aunque usted no lo crea, las universidades se tomaron en serio el tema de clases virtuales. así que el tiempo entre proyectos y tareas sigue absorbiendo una gran parte de mi vida diaria en encierro. Espero les haya gustado, no olviden dejar sus comentarios, teorias. Recuerden, quedense en sus casas y lavense las manitas con agua y jabón como pinpon! Bye bye

























-¿Y si no funciona?

-Buscare un nuevo método, uno por cada hora del día.

Entre libros y sabanas - KEVEDDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora