Capítulo 5

372 43 27
                                    

Estaba con sus pies en la pared y su espalda en la cama. Pensando en si lo que estaba pensando era real o no, quizás estaba sufriendo efectos secundarios de tantos deberes de Neurobiologia que ya se estaba volviendo un paciente.

Cerro sus ojos y el silencio se pudo hacer por 5 minutos, intentaba lograr esa paz, antes que su compañero llevara algun compañero o chica, y le tocará escuchar música para evitar tener en sus oídos chicas gritando a merced del autollamado semental. Pará Eddward solo era un bruto, que no sabía lo que era estar estable con alguien por al menos unos días.

En las noches la pasaban como una luna de miel, pero a la mañana siguiente despertaba muy ocasionalmente con los gritos de palabras como "cerdo" e "Imbecil". Una vez tuvo la oportunidad de escuchar a alguien decir que era "Un mono inservible".

Miro su teléfono para olvidar la pesadilla de vecindad, admirando una foto que había encontrado del sexy chico de educación física. Kevin, era toda una obra de la naturaleza. Un caballero que hacía darle vueltas a su testosterona.

-Si solo fuera tan fácil... -dijo para sí mismo en esa habitación vacía.

Recordó aquella pequeña cita en una cafetería cercana, donde hablaron de cosas tan triviales, para luego dar una vuelta en la motocicleta del pelirrojo. ¡Joder era maravilloso!

Luego de eso, tuvieron una pequeña cena que contenía hamburguesas, sodas y una televisión donde estaban dando una de esas películas de superheroes que al pelirrojo tanto le encantaban. En cambio, Eddward se conformaba con la compañía y lo cómodo que era estar acurrucado con alguien más. Esa sensación era suficiente para ser feliz por quinientas décadas, y luego de besarlo pues, la velada se volvió más encantadora.

No puso evitar morder su labio al recordar aquello, así que dejó su mente navegar en los recuerdos hasta que su vecino y su chica comenzaron a discutir nuevamente.

-¡Muerete Eddy!

-¡Yo me moriré, pero al final te enroscaste conmigo, linda.

Como odiaba lo delgado de las paredes, así que mientras ellos volvían a discutir, el se disponía a descansar. No quería desvelarse por culpa de dos hormonales inestables.

- - -

-¿Estas comiendo bien?

-Si madre, es la tercera vez que me lo preguntas. -dijo con una sonrisa en sus labios.

-Lo siento bebe, se que ya eres un universitario, pero es algo de madre...

-Esta bien, no te preocupes. No me molesta si eres tu quien lo dice.

-¿Que habré echo para merecer un hijo tan bueno?

-¡Mamá! -rio con ella un rato, y después de hablar de cosas triviales por fin formuló la pregunta correcta. -¿Cómo está papá?

-Ya sabes, lo normal. El doctor dijo que estará bien, pero que debe tomárselo con calma.

-Entiendo -sintió desde el teléfono quizás las emociones mezcladas en aquellas palabras, sabía que su madre estaba pasándola difícil. Pero sí regresaba, era probable que ella cambiará la cerradura antes que pisara un pies, para que volviese a la universidad. -Bueno, debes darle amor a tu querido esposo, no olvides que no puedes pedirle muchas rondas.

-¡Eddward!

-¡Madre!

-Eres un caso jovencito, bueno, debo prepararme para la cena. Hoy tengo muchas ideas para complacer a tu padre.

-¡ugh! Demasiada información -escucho a su madre regañarle, el rio como de costumbre y se despidieron fraternal y tiernamente.

Si había una mujer especial en su vida, esa era su madre, sin duda alguna. Se coloco su gorro, una bufanda y su mochila. Ese día no tenía clases, pero quería revisar unas teorías que había visto en la biblioteca.

Cuando estaba por cruzar la calle, lo vio. Ese cabello rojizo, con esas pecas que le encantaba notar en aquel chico. Miró a ambos lados para cruzar, sin embargo otro brazo lo jalo para encerrarlo en un abrazo.

-¡Marion! ¡Al fin te encontré!

Su cuerpo estaba rígido. Cuando ya estaba superandolo, el recuerdo lo golpeó.

- ¿Max?

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Dos capítulos en un mes wajajajaja, y bueno, nos vemos en el 2021. Sean felices mis criaturas hermosas.
-Pervinca les desea un año sin virus y salud ✨💕

Entre libros y sabanas - KEVEDDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora