Mejores Amigos... ¿Cierto?

Capítulo 2: Eunhyuk

—Es tan lindo —escuché a Sungmin decir esta mañana cuando Donghae salió de la habitación.

Lindo, eh...

Nunca nos pensé así. También escuché a Sungmin decir algo sobre nosotros abrazándonos.

¿Qué hay de malo en abrazarse?

Anoche se metió en mi cama.

No es gran cosa.

Me gusta que Donghae duerma conmigo...

Oí crujir la puerta cuando entró, pero estaba demasiado exhausto para reaccionar. Tal vez estaba soñando, pero juro que lo escuché susurrar, —¿Eunhyuk? ¿Estás despierto?

Lo siguiente que supe fue que estaba acostado a mi lado.

Sentí mi lado siendo levantado cuando uno de sus brazos se deslizaba hacia dentro mientras el otro descansaba sobre mí.

Se acercó tanto que mi espalda descansaba contra su pecho y pude sentir su cálido aliento en mi nuca.

Consolador...

—Hyuk, levántate —fue lo siguiente que recordé.

Donghae estaba justo a mi lado sacudiendo mi hombro. Supongo que no fue un sueño después de todo.

¡Cuando salió de la habitación, le tiré una almohada porque me amenazó!

Mientras la recogía, escuché a Donghae hablar con Sungmin justo afuera de la puerta.

Las palabras de Sungmin realmente me afectó. No podía dejar de pensar mientras me preparaba.

Cuando Donghae regresó sonriente y feliz, estaba perdido en mis pensamientos y confundido por qué me estaba mirando, aunque la puerta solo se abrió una rendija.

¿Qué quiere decir Sungmin con "lindo"?

¿No es normal que nos abracemos?

—¿Todo bien?

Donghae... Ve a través de mí. Siempre sabiendo cuando algo me molesta.

—Sí, estoy bien... —dije suavemente.

No hay nada de malo en sentirse cómodo cuando es abrazado por Donghae.

¿Correcto? ¿Correcto? ¡¿Correcto?!

—¡Ah, como sea! —grité mientras me levantaba de la cama. Estaba pensando tanto que olvidé que Donghae estaba justo detrás de mí, arreglando mi cabello. Entonces me di cuenta de que acababa de decir eso en voz alta.

Rápidamente, agarré un sombrero para que no sospechara de mi comportamiento al azar.

Afortunadamente, él solo me sonrió. Una cálida sonrisa...

Naturalmente, le devolví la sonrisa y puse el sombrero sobre mi desordenado cabello mañanero.

Donghae vino detrás de mí, descansando su cabeza sobre mi hombro y envolviendo sus brazos alrededor de mí.

Igual que durante la noche.

Mientras nos miramos en el espejo, Donghae me contó algo sobre Sungmin y la comida, seguido de "Tengo hambre".

—También tengo hambre —respondí.

¿Sungmin? Sungmin nos llamó lindo. Abrazándonos... ¿Así?

—Vámonos —dijo.

Rápidamente asentí porque me faltaban las palabras.

Seguí mirando nuestro reflejo. Entonces me di cuenta de que él también.

Hubo una pausa silenciosa pero cómoda.

—¡Yah!

Ambos nos volvemos a mirar a la puerta. Donghae debe haberlo dejado abierta.

Ryeowook entró con un pequeño plato de comida.

—Ustedes dos nunca aparecieron para el desayuno —dijo mientras nos miraba.

El control de Donghae sobre mí no se ha movido.

Me preguntaba si Ryeowook pensaba lo mismo que Sungmin.

—Todos los demás comieron, así que puse un plato con las sobras. ¡Lo siento, no es mucho, pero ustedes dos deben comer algo antes de que nos vayamos!

Me entregó el plato con una mirada preocupada.

—¡Gracias Ryeowook! Estábamos a punto de ir a la cocina de todos modos —dijo Donghae felizmente.

—Gracias —dije suavemente.

Ryeowook me miró y luego a Donghae. Él sonrió cuando comenzó a irse.

—¿Qué? —Donghae cuestionó la sonrisa.

—Es solo que... ustedes dos...

Ryeowook cerró la puerta después de eso.

Ah, mi mente.

¿Qué quiere decir él con eso?

Donghae finalmente me dejó ir y tomó el plato de mis manos. Solo lo vi mientras se sentaba en la cama.

Parece tan tranquilo mientras mi mente trabajaba a mil por hora.

Me toca mucho, pero no me importa.

Incluso me gusta

También le gusta dormí conmigo.

Sungmin nos llamó lindo. Y Ryeowook pensó... Algo.

¿Cómo es que nunca antes me di cuenta de algo de esto?

Ah, necesito...

—Donghae —dije desesperadamente.

—¿Si?

—Estoy... Realmente cansado —dije suavemente y apoyé la cabeza en mis palmas.

El rostro alegre de Donghae cambió a uno nervioso.

—¿T-Te mantuve despierto? —tartamudeó.

—¡Oh, para nada! —le expliqué mientras sacudía la cabeza.

Dormí bien en realidad.

Donghae se relajó.

—Ah bueno. Come algo, entonces si todavía te sientes cansado duerme en la camioneta, ¿de acuerdo?

Él me sonrió.

E inmediatamente me tranquilicé.