Capítulo cinco
Mikaela
Adaptarme a mi trabajo fue algo difícil de llevar a cabo. El hecho de ser quien supervisaba a prácticamente todo el sector de la fábrica alimentaria en la que entré a trabajar, había logrado cierto limitante por la mayoría de trabajadores conmigo a la hora de interactuar. Quizá no era un odio como tal, sino desconfianza de mis capacidades. O cierto repele, como cuando era más joven.
Ser el encargado de las buenas prácticas de manufactura, y el encargado de analizar que todos los alimentos fueses inocuos para el consumo humano me obligaba a llamar la atención a los que trabajaban en el lugar. Además también estaba el hecho de que era en demasía quisquilloso. No me gustaba que limpiaran superficialmente, yo necesitaba ver que desinfectaran maquinaria, utensilios y materia prima de ser necesario.
La fábrica en la que trabajaba se encargaba de crear productos enlatados y empaquetados. Desde frutas y verduras hasta proteína, así que analizaba que los refrigeradores y congeladores estuviesen siempre en temperaturas correctas para evitar el crecimiento microbiano, y también me gustaba que la maquinaria y utensilios utilizados siempre fuesen lavados y desinfectados incluso había quejas porque pedía que fuesen limpiados más veces de lo ordinario.
Mi jefe, el dueño del lugar, Ferid Barthory se encontraba bastante contento con mi trabajo. Me había dicho que el anterior ingeniero era un mediocre en lo que a trabajo respecta y que por ello no guiaba adecuadamente a los trabajadores. En cambio, yo siempre les explicaba en qué erraban y cómo se hacían ciertas cosas para evitar contaminación en los alimentos.
Desgraciadamente, la empresa, Sanguiem, se encontraba bajo demanda porque algunos clientes contrajeron infecciones gastrointestinales por el consumo de los productos que vendía la empresa. Me molestaba que cuando entré a trabajar no haya sido notificado de antemano, lo que provocó cierto conflicto con Ferid, quien admitió que tenía las de ganar y solo por esa razón decidí darle una oportunidad a su empresa para seguir trabajando allí, además la paga no era mala.
Sanguiem estuvo a punto de cerrar, sin embargo Ferid contrató a un buena abogado y el mismo seguía metido en el caso, Ferid me explicó que tendría que hablar con él y mostrarle mi trabajo así como también análisis de los mismos productos que la empresa fabricaba.
Makoto Narumi, el anterior ingeniero había salido mal con Ferid debido a que deseaba un aumento y este se lo negó porque ni siquiera hacía de forma estricta su trabajo, para ese entonces ya se encontraba buscando un nuevo ingeniero que supliera su lugar, mientras que Makoto empezó a estropear los productos. Algunos los dejaba fuera de su lugar correspondiente en el almacén de materia prima o generaba contaminación cruzada, para que así la calidad e inocuidad de los productos disminuyera considerablemente. Para desgracia de Narumi, Ferid fue testigo de este tipo de actitudes, y no tardó mucho en despedirlo. Además, las demandas no fueron más que un intento de Narumi porque cerrara su fábrica, diciendo rumores de los productos de Sanguiem y hasta contratando gente para que fuesen testigos de enfermedades gastrointestinales.
Los trabajadores de Sanguiem no eran personas que se dejasen influenciar por las emociones y sentimientos, ellos trabajaban con calidad, sin embargo, quizá el hecho de que un hombre que no tiene raíces cien por ciento japonesas, esté a cargo de la calidad, no les agrada del todo, quizá todavía no confían en mí y eso es un impedimento para hacer correctamente mi trabajo, me cohíbe un poco cuando veo algún error y no puedo callármelo porque además de que siempre me han gustado las cosas bien hechas, si deseo hacer mi trabajo perfecto, tengo que señalar las fallas. Siempre hay errores se quiera o no, y en las fábricas donde hay demasiado movimiento es usual que dejen algo fuera de lugar o se incumpla algún paso en la elaboración de los productos. Para eso estaba yo allí. Para evitar futuro crecimiento microbiano y para hacer análisis del producto.
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Abjurar La Reminiscencia Del Narciso
FanfictionTras una estable vida junto a una mujer tan adorable y temperamental como lo era Mitsuba, Yuu se reencuentra con el ser que más había amado en todo el mundo. Sin embargo, no pensaba darle el placer de siquiera demostrar su interés en aquel rubio. A...