Empuje a los dos

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Capítulo veinticinco

Yuu

Había estado muy absorto en mis pensamientos toda la semana después de conversar con mis padres. Desde el sábado anterior, no me he animado a buscar alguna manera de contactarme con mi ex novio, aunado a ello, la relación que teníamos Yoichi, Kimizuki, Mitsuba y yo realmente era muy tensa. Mi ex novia me eliminó de redes sociales, Yoichi aparentaba normalidad, y Kimizuki se encontraba un poco perdido, no me respondía o demoraba días en hacerlo. Claramente había incomodidad entre todos. No sabía cómo estaban las cosas entre Yoichi y Mika, siquiera si Mitsuba le contó al castaño que habíamos terminado, al final de cuentas, eran mejores amigos, y si Yoichi deseaba terminar nuestra amistad, no podría molestarme, lo entendía.

Mi teléfono empezó a sonar, y entré en pánico cuando el nombre de aquel rubio de ojos azules apareció en la pantalla. Intenté inhalar y exhalar de manera profunda en busca de calmar mi respiración y ansiedad. Poco después, respondí la llamada, pensando en mis estúpidos nervios, porque no soy un adolescente, por Dios.

—¿Hola? —respondí y en seguida aguanté la respiración, no tenía idea de por qué lo hacía, simplemente me encontraba con los nervios a flor de piel, los cuales se convirtieron en confusión cuando escuché dos respiraciones agitadas, personas que parecían estar corriendo y la risa de una mujer.

—¡Yuu-san, ¿Eres tú, verdad?!

—¡Shinoa, dame eso! —escuché la voz de mi ex, parecía nervioso y furioso en ambas partes. La persona que tal parecía se llamaba Shinoa, siguió mostrando signos de estarse divirtiendo, dejando escapar una risa malvada en cuanto escuchó a Mikaela hablar.

—¡Yuu-san, Mika-san te extraña demasiado y requiere de tu visita urgentemente! —no sabía qué decir, si era sincero—. ¡Ay!

Escuché algo caerse, realmente me encontraba estupefacto, ¿qué rayos significaba aquello? después de sonidos extraños, peticiones del teléfono y mucho movimiento, la respiración agitada de alguien se escuchó más cerca de la bocina. La persona que tenía el celular pareció carraspear y cuando tomó la palabra me di cuenta de que era Mika.

—Lamento la llamada, Yuu-chan. Mi mejor amiga vino de visita y no aparenta ser una adulta real —explicó en tono juzgador.

—¡Qué cruel eres, todavía que llamo al amor de tu vida!

Mis mejillas las sentí colorearse de rojo y el gemido de sorpresa que dejó escapar Mika me hicieron reír levemente. No podía creer que el rubio tuviese una amiga así, que fuese tan bromista.

—Como sea —tartamudeó—. Yo... No deseaba molestar —carraspeó—. ¡Shinoa! —gritó entre susurros.

—Yuu-san, permíteme decirte que Mika-san desea desesperadamente hablar contigo, pero es muy tímido como para hacerlo —rió, todavía con signos de mucho movimiento—. ¿Por qué no vienes a su casita y se acurrucan y besan toda la tarde? Estoy dispuesta a retirarme y no molestar en cuanto llegues.

—Ah... Yo...

Volví a escuchar sonidos de forcejeos y peleas, y Mika tomó la palabra nuevamente.

—Por favor ignora este imprevisto, Yuu-chan —murmuró con la voz un poco temblorosa. A decir verdad, parecían llevarse bien, y me parecía realmente adorable que el rubio pareciese tan avergonzado. Si yo estuviera en su lugar también me encontraría de ese modo, si soy sincero.

—¿Puedo ir a visitarte? —cuestioné ya que se había dado la oportunidad, incluso si lo dije de forma impulsiva.

—Mika-san, puedo ir a comprar condones —murmuró burlesca la chica, inevitablemente mis mejillas las sentí arder y un gemido de sorpresa escapó de los labios del rubio de nueva cuenta.

Abjurar La Reminiscencia Del NarcisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora