Abjurar La Reminiscencia Del Narciso

Tensión

Capítulo seis

Yuu

Me encontraba arreglándome para pasar por Mitsuba, puesto a que iríamos a la casa de su mejor amigo, Yoichi, y como siembre, mi cabello no tenía salvación, por más que intenté arreglarlo medianamente, no pude, así que con ello me rendí. Me había salido de bañar hace aproximadamente quince minutos, así que juraba que sería más sencillo peinarme, más, no fue así. Mi cabello era lo más rebelde de mi personalidad.

Llevaba puesto unos pantalones azul claro rotos y una playera color crema bastante sencilla, sin algún estampado de por medio, mi calzado consistía en un par de tenis grises y unas simples calcetas blancas. Cogí del perchero cerca de la puerta de salida una chaqueta de mezclilla y me dirigí a la casa de mi novia. Esta vez había llegado a buen tiempo.

Mitsuba llevaba puesto un pantalón de elastano amarillo, en conjunto a una blusa blanca con letras negras y la palabra dream impresa en ella, utilizaba tenis blancos con negro, y portaba un reloj de oro en su muñeca derecha. Iba peinada como usualmente, con dos coletas y no había usado maquillaje. Que en realidad no lo necesitaba, creía firmemente que Mitsuba era bastante bonita.

—No puedo creerlo... ¡¿Tú llegando temprano?! —se rió en mi cara a lo que solo fruncí el ceño. El camino a casa de Yoichi, estuve escuchando a mi novia decir una y otra vez que seguía sorprendida de que haya llegado por ella cinco minutos después de la hora acordada, solamente podía bufar ante aquello ya que me era imposible refutar sus comentarios y bromas.

Había comprado una caja de cerveza y una botella de sake, mientras que Mitsuba se hizo cargo de comprar un par de botanas. Sabíamos de antemano que el idiota de Kimizuki prepararía algo de comer, y debíamos de alabar sus alimentos, realmente era muy bueno en lo que hacía.

—Estoy un poco emocionada —dijo Mitsuba a unos pasos de la puerta del castaño— Yoichi mencionó que invitó a un amigo a nuestra noche de cena, me hace muy feliz que lo haya hecho. Ya sabes que mi bebé Yoichi es muy tímido y siempre le costó hacer amigos.

Reí por su comentario, aunque a mí también me alegraba. Yoichi siempre me pareció agradable desde el principio, y también se había hecho mi amigo muy rápidamente, incluso me sorprendía el círculo tan pequeño de amigos que este tenía cuando siempre me pareció una persona con la que se puede hablar fácilmente.

De Mitsuba sabía de antemano que siempre tendría un pequeño grupo de amigos, ya que no era del todo japonesa, y aquello me enojaba un poco.

Ni siquiera su padre, quien tenía raíces americanas, era del todo Estadounidense. La madre de este era de Estados Unidos, y a decir verdad cuando era joven fue una rubia bastante guapa , extrovertida y alocada, por lo que contaba la familia de mi novia. El padre de Mitsuba, en cambio, era un imponente empresario japonés, obviamente, con cabellos rubios, pero facciones asiáticas. Y es que Mitsuba se notaba totalmente japonesa a excepción de su cabello rubio. Por ello es que me molestaba tanto que a veces mi novia se esforzase más de la cuenta para demostrar sus capacidades y que valía la pena conocerla o trabajar con ella.

—También a mí me alegra que haya hecho un amigo. Aunque la manera en la que lo dices, lo hace sonar como si fuese un niño —acepté risueño, mientras mi novia tocaba la puerta.

Mitsuba rodó los ojos ante mi comentario, sabía bien que la rubia veía a Yoichi como un pequeño hermano menor, al igual que yo... Yoichi era adorable, inocente e ingenuo, por ello me alegraba que su novio fuese todo lo contrario, así jamás lastimarían al castaño, y si lo hacía el cuatro ojos, le partiría el rostro sin dudarlo, aunque lo dudaba realmente, se notaba a millas que lo que más amaba en el mundo, aparte de su pequeña hermana, era a nuestro pequeño e inocente amigo Yoichi. Por lo menos, una charla tendría con Kimizuki si llegara a hacer alguna injusticia en contra del castaño. Yoichi era el ser más puro en la tierra que había llegado a conocer.