Abjurar La Reminiscencia Del Narciso

Acercamiento

Capítulo veintidós

Yuu

—¿Quieres que deje de buscarte?

Sí.

Sí.

La respuesta sin pensarlo debe de ser sí.

No...

Yuu, está prohibido siquiera intentar cambiar de opinión, ¿De qué serviría mantener comunicación con una persona que te lastimó tanto en el pasado?

Nada me daba la garantía de que en esta ocasión fuese diferente, Mika aparentaba ser otra persona, sí, y fue lindo hablar con él de Mitsuba, aunque parte del rompimiento de nuestra relación fue a causa del rubio, solo que admitía que fue por Mika en el pasado, no del presente porque al final no sacó a Mitsuba de mi vida, sino que fue mi propia forma de comportarme con ella, pero en cualquier momento las cosas podían tornarse diferentes y Mika podría volver a ser un idiota, un egoísta, celoso, posesivo, manipulador ser que desea controlar mi vida, lo que hago y los amigos que tengo aún si antes no lo hacía de forma directa.

—No tienes que responderme hoy —dijo, colocando sus manos en mis hombros.

Me sentía más confundido que nunca sin saber cómo reaccionar, qué hacer, qué decir, y odiaba esa sensación de no poder decidir, o de siquiera saber cómo me sentía, era demasiado jodido para mí. Porque era obvio que lo mejor sería alejarme de él, y quizá, no lo quería del todo.

—Tengo la esperanza de que me perdones lo que en el pasado hice, Yuu-chan —tomó la palabra mi ex—. Sin embargo, si sigo causándote conflictos internos, lo que menos deseo, es herirte, y si para evitar ese tipo de situaciones debo de alejarme de ti, con gusto me rendiré contigo —explicó con suavidad, como si en lugar de hablar con un adulto, se encontrara conversando con un niño pequeño.

—¡Ah, Mikaela! No me... No... ¡No lo sé! No me apetece pensar en eso... —respondí irritado, y no por sus palabras sino conmigo mismo. ¡¿Tan difícil es decir que sí, que quiero que se aleje de mí!? Maldita sea contigo, Yūichirō. Ni siquiera alejé al rubio de mí, pero este se alejó ante mi reacción, sin responder nada por mi comentario tan hostil.

—Perdón, no quise gritarte —acepté—. Yo...

—Creo que es obvio lo que deseas —exclamó mi ex con una mirada de pura tristeza. No entendía, ¿por qué mi corazón dolía con esas palabras? Si yo mismo sabía que era más sano alejarme de él.

—Si lo sabes... ¿Por qué no tomas la decisión tú? —pronuncié con amargura, apartando la mirada lo más que pudiera de esa persona—. Sí, ambos sabemos lo que es mejor. Lo que se quiere y lo que se necesita, difiere mucho. Tú mismo te estás lastimando también.

—¿Sabes, Yuu-chan? Desde un principio supe que iba a ser muy difícil que me perdonases y me dieses otra oportunidad —expresó sonriéndome con dulzura—. Sabía que ibas a comportarte hostil, molesto. Yuu, es normal, y aún así decidí seguir con esto, porque para mí tiene solución.

—¿Cómo estás tan seguro que tiene solución? Entre tú y yo no existe confianza y los rencores y recuerdos aún permanecen y perduran, Mikaela —expresé sintiéndome cada vez más triste. Yo no veía una solución, estar con Mika fue el peor error de mi vida, me cerré tanto y no sabía cómo comportarme en muchas ocasiones, incluso en el amor porque no deseaba volver a enamorarme, aún si con Mitsuba las cosas fueron totalmente diferentes, aún si con aquella linda rubia, sabía que valía la pena.

—Por supuesto, Yuu-chan. Jamás podré olvidar el daño que te hice y cómo te traté, pero, ¿todo fue culpa mía? —aquel comentario logró hacerme enfurecer demasiado, ¿qué significaba aquello?