Capítulo veintiséis
Yuu
—Parecen muy buenos amigos —expresé lo obvio. Mikaela y yo nos encontrábamos parados como dos bobos viendo la puerta cerrada, y apenas murmuré aquello por el repentino silencio que nos envolvía.
—Sí, está un poco loca —rió—, pero es una gran amiga, dentro de lo que cabe es madura en muchos aspectos, solo es una boba —murmuró sonriendo.
Regresé mi vista a mi ex novio, que me veía también fijamente. Sus ojos azules parecían tan confusos, luego, abría la boca y la cerraba de nueva cuenta.
—¿Quieres... quedarte a comer? Podría hacer curry, o algo que se te antoje —murmuró inseguro, mostrando una mirada de cachorrito regañado, logrando persuadirme por completo.
—Ah, yo... sí, gracias —tosí tímido—. Puedo ayudarte a hacer la comida, si gustas —propuse, Mika por su parte sonrió con encanto ante mi comentario, asintiendo con la cabeza. Por lo pronto, nos sentamos nuevamente mientras, intentábamos mantener una conversación normal.
De cierto modo, temía que se diera esa charla entre nosotros que dejara al descubierto todo lo que sentimos antaño, puesto que no había venido por ello siquiera. Simplemente y siendo honesto deseaba ver a Mika y conocer a una persona con la que parecía llevarse bien, demasiado bien, de hecho.
Sería un mentiroso si dijese que no sentí ciertos celos. No era por el tema de que sintiera o pensara que Mika gusta de su mejor amiga, sino porque, su confianza parecía ser bastante, y yo nunca pude ser así con el blondo.
Rato después, comenzamos a realizar la comida. Al final decidimos que sí comeríamos curry, después de todo, seguía siendo nuestra comida favorita, así que empezamos a lavar insumos y pelar verduras. No hablábamos mucho, simplemente nos dedicamos a la cocina, pero debía de admitir que era lindo encontrarme haciendo aquello con mi ex novio.
Cuando los alimentos se encontraban en proceso de cocción, Mika y yo volvimos a tomar asiento.
—Yuu-chan —llamó Mika, y yo le miré expectante—. ¿Te sientes cómodo estando aquí?
Parpadeé ante su comentario, incluso analicé mi comportamiento desde que llegué a la casa del rubio, debido a que, según yo, si bien, mantenía cierto silencio con mi contrario, no demostré del todo encontrarme incómodo por mantenerme en la casa de Mikaela, o con su presencia, por lo mismo, solo negué con la cabeza.
—¿Shinoa te causó alguna incomodidad?
—Supongo que de cierto modo, pero, me parece, no lo sé, divertida —acepté—. Solo que, es un poco inusual su forma de ser.
Mika rió un poco por mi comentario, asintiendo con la cabeza.
—Shinoa es una persona extraña, pero es imposible no encariñarse con ella —expresó—. A decir verdad, creo que te llevarías bien con ella.
Sonreí por su comentario, porque pensaba del mismo modo, y si bien, fue cuestión de un par de minutos los que hablamos, me parecía interesante por lo menos.
Mika se acercó a mí, anteriormente se encontraba frente a mí, pero decidió posicionarse al lado derecho de donde me encontraba, y aquello me puso un poco ansioso, pero no de una manera mala, o de una manera en la que me emocionara del todo. Bueno, quizá sí, me emocionaba un poco. Y no sabía si me disgustaba o me agradaba.
—Yuu-chan. ¿Cómo has estado? —me sonrió, aquel gesto de cierto modo me derritió, por lo que carraspeé para intentar disimular que no me sentía un tantito alegre por su atención.
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Abjurar La Reminiscencia Del Narciso
FanfictionTras una estable vida junto a una mujer tan adorable y temperamental como lo era Mitsuba, Yuu se reencuentra con el ser que más había amado en todo el mundo. Sin embargo, no pensaba darle el placer de siquiera demostrar su interés en aquel rubio. A...