El olor a café recién preparado penetraba las fosas nasales de Tyler, el pelinegro y sus dos amigos, Dylan y Holland, se encontraban en una cafetería, habían elegido sentarse en una mesa pegada a la pared que ofrecía una buena vista de la ciudad desde la ventana, Dylan y Holland se encontraban sentados uno al lado del otro y Tyler frente a ellos.
Eran las 9 de la mañana de un sábado, los chicos estaban conversando animadamente, esperando que los atendieran, finalmente una camarera se acercó hasta ellos.
-Buenos días ¿qué van a ordenar?
Inmediatamente los recuerdos asaltaron la mente de Tyler, el día anterior había conocido a Shelley de una manera parecida, la castaña había estado atendiendo la mesa que se encontraba al lado de la suya y Dylan.
Tyler no pudo evitar esbozar una boba sonrisa al pensar en su alma gemela, porque si, Shelley era su alma gemela, no tenía la certeza absoluta ya que aún no había conseguido ver su tatuaje pero lo sentía, sentía una innegable conexión con la castaña que no había sentido nunca antes con nadie y eso era más que suficiente.
-¿Tyler?-La voz de Dylan lo sacó de sus pensamientos, el pelinegro miró a su amigo con una ceja arqueada.-¿Qué vas a pedir? yo aún no me decido.
-Hum...-Tyler meditó unos segundos.-Un té y dos tortillas finas.
-Bien.-Dijo la camarera anotando el pedido en su libreta, luego miró a Holland.
-Yo quiero un licuado de banana, un vaso de soda y 5 bollos.-Pidió relamiéndose los labios.
La camarera la miró impresionada, aún así anotó lo que había pedido, Tyler se cubrió la boca con una mano para no dejar escapar una carcajada. Dylan suspiró, claramente agotado, le había aconsejado repetidas veces a Holland comer menos ya que había ganado peso desde que comenzaron a salir pero su novia no le hacía el menor caso.
-Yo voy a pedir un café con leche y dos medialunas.-Terminó diciendo Dylan.
La camarera lo anotó y luego les ofreció una sonrisa.
-En seguida les traigo sus pedidos.-Dicho eso se retiró.
Dylan y Holland reanudaron la conversación mientras que Tyler se cruzaba de brazos y volvía a mirar por la ventana, perdido en sus pensamientos nuevamente. Desde que llegaron a la cafetería no había hablado mucho pero en su defensa no podía dejar de pensar en cierta chica de ojos mieles, alborotados mechones castaños de cabello y sonrisa de hoyuelos. Shelley se estaba convirtiendo en su obsesión, durante la noche no había podido dormir bien ya que no podía dejar de pensar en ella.
Tyler vio a una pareja caminar de la mano por el frente de su ventana y suspiró, quería estar así con Shelley, quería que salieran a pasear, quería pasar tanto tiempo con ella como fuera posible, después de todo había encontrado a su destinada hacía unas horas, era entendible que le costara estar solo, si no estaba con Shelley sentía que estaba perdiendo el tiempo.
Le gustaba mucho salir con Dylan y Holland pero en ese momento sólo quería largarse de allí e ir al departamento de la castaña para invitarla a salir a algún lugar.
-Ty.-Escuchó que lo llamaba Dylan, Tyler regresó a la realidad y lo miró avergonzado, el castaño soltó una risita divertida.-Joder, desde que llegamos no participaste nada, estás perdido en tu propio mundo, Shelley te tiene hasta las manos.
-Es mi alma gemela.-Se defendió Tyler encogiéndose de hombros.-¿Qué esperabas? tú estabas igual cuando encontraste a Holland.
Holland, quien ya estaba al tanto de todo lo que había sucedido el día anterior gracias a Dylan, lo contradijo.
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Destinados (Tyler Posey y Shelley Hennig)
RomanceTodas las personas nacen con un pequeño tatuaje gris oscuro en la cara interna de su muñeca izquierda, los cuales pueden tener diversas formas, pueden representar cualquier cosa. Sin embargo sólo existe un gemelo de cada uno, es decir que cada tatua...