-¿Qué fue eso Shelley?-Preguntó Tyler mirándola con incredulidad.
Sabía que la castaña estaba enojada pero no se imaginaba que tanto, Shelley apretó los puños y tensó la mandíbula, dejando sus labios en una fina línea.
-¡Te lo merecías!-Vociferó señalándolo con un dedo, Tyler la miraba con los ojos bien abiertos.-¡¿Quién te crees que eres para sacarme de esa manera de la sala?! ¡pasé la vergüenza del siglo!-Se revolvió su castaño pelo con una mano, frustrada.
Tyler sintió un poco de arrepentimiento, se había dejado llevar por los celos, miró apenado a Shelley.
-Perdón, tienes razón, por favor no te enojes Shells.
Shelley le mostró el dedo medio, Tyler quiso reír porque en vez de intimidante se veía adorable pero se contuvo porque sólo conseguiría que la castaña se enojara aún más con él si se reía.
-¡¿Cómo quieres que no me enoje?!-Gritó Shelley sin dar el brazo a torcer.-¡Y no me vengas ahora con perdón! ¡sabías que quería ver la película y te importó una mierda! ¡no me dejaste ver el final!
Tyler tragó saliva, joder que Shelley estaba enojada.
-Yo...-No sabía que más podía decir en su defensa.
Shelley no lo dejó hablar.
-¡¿Y por qué mierda te comportaste como un novio celoso?! ¡no entiendo tu actitud y nunca lo haré! ¡somos amigos Tyler!
Tyler quiso sincerarse y decirle que no podía ser su amigo pero lo siguiente que dijo Shelley lo dejó desconcertado.
-¡Desde que te conocí sólo me traes problemas! ¡me arrepiento de haberte dado la posibilidad de ser mi amigo! ¡te odio!
Tyler supo de inmediato que Shelley mentía por lo que no se preocupó, sin embargo sintió la necesidad de encararla, quería que le repitiera esas palabras en la cara, quería ver si se animaba a decírselo mirándolo a los ojos.
-¿Ty... Tyler?
Shelley había notado que el semblante del pelinegro era serio, sin previo aviso Tyler avanzó rápidamente hacia ella provocando que por acto reflejo retrocediera.
-¿Qu... qué haces? espera.-Pidió, Tyler no se detenía, la distancia entre ellos era más y más corta.-Para, no te acerques más.-Dijo sumamente nerviosa.
Había retrocedido lo máximo que podía, su espalda estaba apoyada en la pared, ya no tenía a donde ir, no tenía escapatoria. Tyler ignoró sus súplicas y se acercó peligrosamente, dejando sus rostros a escasos centímetros, Shelley abrió grandes los ojos.
-Te dije que no te acercaras más.-Ordenó tratando de sonar segura pero falló, su voz se había quebrado un poco.
-Repítelo Shelley.-Pidió Tyler mirándola fijamente, la castaña sentía su aliento haciendo cosquillas en su cara, tragó saliva.-Dale, repítelo mirándome a los ojos, quiero ver si te animas.-La desafió.
-Hum...
-Lo sabía.-Dijo Tyler esbozando una sonrisa de victoria que dejó sin palabras a Shelley.-Tú no me odias, puedes tirarme toda la mierda que quieras como hiciste recién pero sé que no estás hablando en serio, sé que lo que dices no es cierto, ahora quiero que seas sincera por una vez en tu vida y lo admitas, admite que no me odias.-Pidió en tono serio.
Shelley soltó un suspiro, a su parecer Tyler estaba siendo demasiado dramático.
-Okay no te odio.-Confesó un poco avergonzada por su anterior arrebato, Tyler sintió una alegría inmensa, Shelley lo había admitido.-Estaba muy enojada, lo que dije estuvo mal, lo lamento.-Empezó a jugar con sus dedos y explicó con sinceridad.-Cuando me enojo mucho no mido mis palabras y puedo llegar a ser muy hiriente, es un defecto que tengo que corregir, ayer logré que Daniel se ofendiera conmigo y se demorara en perdonarme, en fin...-Dejó de jugar con sus dedos y esbozó una sonrisa tímida.-No te lo tomes tan a pecho, no seas dramático.
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Destinados (Tyler Posey y Shelley Hennig)
RomantikTodas las personas nacen con un pequeño tatuaje gris oscuro en la cara interna de su muñeca izquierda, los cuales pueden tener diversas formas, pueden representar cualquier cosa. Sin embargo sólo existe un gemelo de cada uno, es decir que cada tatua...