Capítulo 8: Tatuaje Parte 1/2

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Tyler tragó saliva, Shelley se veía extremadamente sexy.

-Quería invitarlos a ti y a Daniel a Mc Donald's, también irán mi mejor amigo Dylan y su novia Holland, pensé que podríamos salir los 5 para conocernos.-Dijo con la mirada concentrada en el rostro de Shelley.

La castaña estuvo a punto de inventar una excusa, no le apetecía salir con Tyler, era cierto que había dicho que podían ser amigos pero le resultaba difícil ya que la presencia del pelinegro la ponía nerviosa, quedó desconcertada cuando Tyler volteó y cerró la puerta del departamento.

-¿Qué estás haciendo? no te invité a quedarte.-Empezó a quejarse con el ceño fruncido.-Tengo cosas que hacer como tomar un baño por ejemplo, luego cambiarme, desayunar...-El resto de palabras que pensaba pronunciar quedaron atoradas en su garganta.

Tyler se encontraba demasiado cerca de ella, no sabía en que momento se había acercado tanto, además su mirada hizo que Shelley se asustara, la miraba con adoración, dejándola totalmente desconcertada, se suponía que eran amigos ¿por qué se comportaba así?

Shelley realmente no quería averiguarlo, tragó saliva y quiso retroceder pero quedó paralizada cuando sintió un dedo posarse en su mejilla, Tyler estaba delineando delicadamente su pómulo, ese acto agarró desprevenida a Shelley, sintió que las piernas le fallaban, un estremecimiento recorrió su cuerpo, la piel se le puso de gallina y su pulso cardíaco se aceleró súbitamente.

Quiso pedirle a Tyler que se detuviera pero no pudo, sentía la garganta seca y se encontraba paralizada, Tyler siguió acariciando su mejilla, Shelley sintió algo extraño, ella también quería estirar el brazo y acariciar con su dedo la mejilla del pelinegro, nunca antes había sentido tal necesidad y eso le causaba miedo.

Cuando Tyler se cansó de delinear la mejilla de la castaña, deslizó su dedo y lo apoyó suavemente sobre el labio inferior de Shelley, ansiaba besarla, la ojimiel sintió como si una corriente eléctrica la hubiese atravesado, le pareció que Tyler había llegado demasiado lejos así que se apartó de inmediato, tomó grandes bocanadas de aire ya que su respiración había quedado irregular, además sentía su rostro arder.

Se atrevió a mirar al pelinegro y notó que estaba igual o peor que ella, las pupilas de Tyler estaban tan dilatadas que sólo un aureola café las rodeaba, además su respiración también era irregular, Shelley se estremeció.

Tyler estaba tan cegado por el deseo que sólo pensaba en las múltiples maneras de besar a Shelley pero debía controlarse, tenía la certeza de que la castaña era su alma gemela, por lo tanto merecía un primer beso épico, no podía dejarse llevar por el deseo del momento, Shelley, su Shelley, merecía más que eso.

Tragó saliva e intentó controlarse, el problema era que verla vestida con ese sexy pijama provocaba que se comportara como un adolescente hormonado sediento de besos, se sintió culpable cuando vio la mirada de pánico de Shelley, desvió sus ojos de ella y se concentró en un punto de la pared, volvió a tragar saliva y trató de distraerse con algo, de pensar cualquier cosa que hiciera que le bajara el ansia de besar esos gruesos labios color sandía, cuando finalmente creyó conseguirlo volvió a mirar a una asustada y nerviosa Shelley y trató de actuar natural.

-Tienes muy suave la piel Shells.-Halagó sin pensar guiñándole un ojo.

Shelley palideció ligeramente provocando que Tyler quisiera golpearse, se autoregañó "¿eso es actuar natural Tyler? no jodas", finalmente se resignó, abandonaría el plan de Dylan, no podía seguir aparentando ser amigo de Shelley, era un desastre en ello, pensó "a la mierda la amistad, de todas maneras creo que Shelley ya sospecha que quiero algo con ella así que basta de juegos, le demostraré cuanto la deseo, trataré de conquistarla", sonrió con diversión y confianza.

Destinados (Tyler Posey y Shelley Hennig)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora