3. Punto muerto - Centro comercial

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— Quizás la evacuación es más adentro —menciono el mecánico, intentando que lo mirará. Al mismo tiempo yo observaba desde dentro del refugio al montón de zombis que se encontraban yendo de un lado a otro.

— Maldición, odio las tiendas —tome un francotirador que se encontraba sobre la mesa—. Avisadme si ven alguna. Tengo el traje manchado —reí un poco. Recargue la arma y empuje la puerta del refugio con mi pie, atrayendo la atención de muchos zombis.

Los demás comenzaron a disparar a la par mía, el sonido parecía haber atraído la atención de alguna persona quien parecía estar llorando desconsoladamente. Me acerque lentamente de dónde provenia el ruido, aún tomando el francotirador sobre mis dos manos.

— ¿Holaaa? ¿Estás bien? —Rochelle se adelantó antes que todos nosotros, dejando de lado su arma y acercándose hacia donde provenia el llanto, detrás de uno de los mostradores que estaban en el centro. Al asomarse nos dimos cuenta de que no se trataba de un superviviente, sino de un infectado más del montón.
Rápidamente la aleje. Junto a los demás nos alejamos lo más pronto posible del lugar, subiendo por una de las escaleras eléctricas que ya no se encontraban en funcionamiento. Caminamos con sumo cuidado por todas las partes que se encontraban vacías, de vez en cuando topandonos nuevamente con esos malditos infectados especiales de los cuales Ellis venía hablándonos durante todo el camino.

— Deberíamos ir por la zona de carga, quizás haya otro camino por ahí —menciono, mientras que tomábamos un pequeño descanso sentandos sobre algunas sillas que habíamos encontrado—. Con todo el desastre que está por todos estos lugares, no nos vendría mal tomar un pequeño atajo.

— Ellis, no creo que sea un atajo tratándose de la zona de carga.

— Vale —hizo un gesto de pena, pero aunque su idea era algo tonta era la única que nos quedaba por tomar.

Pasamos por la zona de carga, cómo había dicho Ellis. Los caminos estaban casi cerrados por completo. Tomamos el más corto que encontramos, hacia la izquierda empujamos unas cuantas cajas que se encontraban amontonadas.
Cómo esperábamos, el lugar tenía una alarma la cuál sería activada si disparabamos hacia las ventanas o simplemente abríamos la puerta que se encontraba en la tienda donde estabamos atrapados. Miramos desde fuera como unos cuantos infectados ya nos estaban esperando, muchos de ellos intentaban romper las ventanas sin objetivo alguno, ya que como me imaginaba estás eran de un material el cual las hacía más resistentes.

Nos preparamos, cargamos nuestras armas hasta el tope, en mi caso tomé unas píldoras que llevaba cargando conmigo desde hace un buen rato. La mitad del frasco se las di a Ellis ya que este no estaba del todo bien, pero aunque fuera así no era el momento de ocupar un botiquín para curarlo.

Salimos lo más rápido que pudimos de la tienda, corrimos con todas nuestras fuerzas hasta llegar al tercer piso del centro comercial. Note como uno de aquellos infectados raros, Jockey, atrapaba por detrás a Coach.

— ¡Nick! ¡Ellis! —Rochelle me lanzó una de sus pistolas. La tome con mi otra mano mientras que en la derecha sostenía la katana que llevaba cargando desde un principio. La otra P220 se la lanzó a Ellis, mientras que ella se quedaba únicamente con su rifle—. Corran a desactivar la alarma, yo me encargaré de Coach.

Fue corriendo hacia dónde se encontraba este, intentando separarlo de aquel Jockey que estaba intentando derribarlo, y que como habíamos notado, lo logro después de unos cuantos segundos.

— Vamos —me golpeó en el hombro. Fue corriendo hasta las otras escaleras que nos faltaban, ocupando las dos pistolas que llevaba para así despejar el camino que nos llevaba hacia la zona en donde podíamos desactivar la alarma.

Nick. Nick. Nick. Nick • NellisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora