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18 horas y 37 minutos, algunos cobros por la utilización de la carretera.

2,059 kilómetros, más de 150 dólares en gasolina.

El GPS del auto estaba configurado y listo para que ellas iniciarían su camino hasta la soleada ciudad de Miami.

Camila sentía sus manos temblando sobre el volante y un creciente nudo en su garganta que casi no la dejaba respirar. Estaba nerviosa, no, estaba aterrada de los que podría decirle la chica de ojos verdes al verla después de tantos años, pero esto era más grande que cualquier nervio o miedo que pudiese sentir, eso era más grande que ellas. El último deseo de una pequeña, de Beth, era todo lo que había que tener en cuenta para lograr esa increíble aventura que no sabía cuantos días les había costado ya.
¿Cuánto tiempo más podría tener Beth?

La música en los altavoces del auto comenzó a sonar con fuerza, pero la mente de Camila seguía girando en torno al tiempo, a Beth, la autopista y la chica de ojos verdes que podía decir que no.

¿Qué pasaría si Lauren decía que no? ¿Habría alguna forma de obligarla? ¿El secuestro era una opción?

Camila conducía en silencio tratando de plantearse todos los escenarios posibles que podrían ocurrir al encontrar ese par de ojos verdes y en el asiento trasera, Normani y Ally, se daban miradas nerviosas tratando de saber que hacer o que decir ante esa situación.

Ally negó con la cabeza cuando Normani la incitó con la cabeza a hablar con Camila.

"Tal vez ella debería saber." Susurró la mayor aprovechando el escándalo que producía en los altavoces la copiloto.

"¿Iremos hasta Miami sólo para que ella descubra lo que pasó?" Normani negó con la cabeza "¡Son dieciocho malditas horas!"

"Han pasado bastantes años ¿No crees?" Respondió la mayor "Dejemos que lo descubra ella misma, además sabías que esto terminaría en Miami desde el principio y no le dijiste nada."

Normani cruzó los brazos sobre el pecho, no había nada más que decir, sabía que su compañera tenía razón, ella había sido la primera en ser recluida para esa travesía y por ello, practicante, había sido su responsabilidad decirle a Camila la lamentable situación en la que terminaría toda la aventura.

Era ahora o nunca, lo sabía la morena, tenía que tomar la decisión de dejar que Camila descubriera todo al llegar a Miami, o decirle lo que había sucedido y romper su corazón en mil pedazos.

Beth.

La pequeña también estaba en sus pensamientos, había aceptado con un propósito, sabía que todas lo habían hecho por Beth, aunque no la conocían.

Los minutos pasaban, la música a tan alto volumen distraía sus pensamientos y no podía evitar sorprenderse cada vez que veía a Ally plácidamente durmiendo del otro lado del asiento que compartían.

Las horas se iban con rapidez, tal vez ya era tarde para decirle la verdad a Camila, tal vez estaban cuatro años tarde tratando de decirle la verdad a Camila.

Fifth Harmony había terminado, Fifth Harmony era historia, parte de un pasado hermoso y maravilloso que las ayudo a crecer como personas.
Fifth Harmony lo había sido todo, y había sido nada desde el momento en que todo cambió.

Camila condujo sin parar tanto como pudo, tal vez era algún tipo de récord, aún le era difícil lidiar con Dinah y su vejiga que la había obligado a detenerse tres veces en siete horas, aunque había aprovechado bastante para estirar las piernas y consumir una gran cantidad de café antes de continuar.

Miami estaba solo a once horas de ellas, once horas de reunir a toda la banda.

Once horas de ver a Lauren.

O eso creía ella.

Better together - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora