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El café era vida.

Y Normani se había terminado su vida pocos minutos después de volver a subir al automóvil de Camila.

La morena había insistido en seguir conduciendo ella, aún tenía bastante energía y sabía que, aunque no quisiera aceptarlo en voz alta, Dinah aún seguía un poco ebria.

El camino era silencioso, iluminado por los faros de los automóviles que de movían a gran velocidad ¿Cuántas personas viajaban a otra ciudad para encontrarse con su amor? ¿Cuántos por trabajo, obligación? ¿Cuántos para reunir a un anterior grupo de amigas? ¿A una familia?

Normani se había esforzado mucho en poner en alto el nombre de su academia de danza, ella misma había dado algunas clases ahí y había tomado algunas de ballet. Había contratado a los mejores bailarines del país y grandes niñas y niños prodigio de la danza habían estado ahí, elevando cada vez más el prestigio de ese lugar.  Había aprendido a ser feliz con lo que la rodeaba, había superado la muerte de su abuela en aquel edificio, dejando todos sus sentimientos en casa pasó de baile; pero no había sido suficiente para llegar más lejos.

La morena realmente no sabía en qué momento su academia había comenzado a desvanecerse, una demanda había sido la que abrió sus ojos ante una realidad inminente y pocas semanas después Camila había entrado a aquel edificio mientras Normani se despedía de su lugar favorito en el mundo.

El letrero anunciando la llegada a El Paso, Texas hizo que el corazón de Normani comenzará a latir con gran velocidad, tal vez aún era la cafeína que tenía en su sistema, pero en menos de siete horas llegarían a la Ciudad de la mayor de las chicas. ¿Qué le diría a Ally cuando la viera?

Sintiendo como sus párpados comenzaban a cerrarse la morena salió del camino para hacer el cambio de conductor, se merecía un gran descanso por la gran cantidad de horas que se había mantenido al volante.

"Dinah... dinah" susurró la morena agitando lentamente el cuerpo de la más alta "Es tu turno"

La más alta ni siquiera se inmutó en abrir los ojos, estaba agotada y haría todo lo que fuese posible por no conducir.

"¡Dinah!" Gritó sorpresivamente Camila en el asiento trasero provocando que la morena y la Polinesia dieran un brinco asustadas. No estaba dispuesta a perder más tiempo del necesario para volver hasta Beth.

"¿Qué sucede, chicas?" Pregunto Dinah fingiendo seguir adormilada, pero lo cierto era que después del grito de Camila, sus ganas de dormir se habían esfumado.

"Es tu maldito turno de conducir" dijo Camila deslizando sus piernas fuera del espacio entre su asiento y el asiento de Dinah "Vamos, aún tenemos que ir hasta Miami"

"¿Miami?" Pregunto Dinah extrañada.

"Sí, Fifth Harmony no es Fifth Harmony si hace falta una de nosotras." Confirmó Camila saliendo del automóvil.

Dinah volteó a ver a Normani asombrada de lo que acaba de escuchar.

"Mierda, Normani." Susurró Dinah negando con la cabeza "¿No le has dicho la verdad?"

La morena se encogió de hombros "No sé cómo hacerlo, lo he intentado pero... dejemos que Ally se lo diga."

Y dicho aquello Normani bajó del automóvil para dejarle el espacio libre a la más alta.

"Mierda" volvió a decir Dinah bajando del auto para que Camila tomase el lugar del copiloto.

Pocos minutos después el auto se puso en marcha con la más alta al volante y los nervios de Camila al limite. La verdad era que la canción que había hecho que ella comprara el automóvil había sido una de sus favoritas, así que no quería que algo le sucediera al único recuerdo de aquella canción que ahora era un gran éxito en las radios con unos arreglos musicales que ella jamás hubiese utilizado para ella.

Normani se durmió casi de inmediato, desde el momento en el que colocó su cabeza sobre el asiento trasero supo que había resistido hasta el último aliento y se felicitó a sí misma por el gran trabajo que había realizado, había conducido hasta Taxas y ahora solo estaban a siete horas de Ally Brooke.

A siete horas de saber si Fifth Harmony podía volver a los escenarios y a siete horas de que Camila supiese la verdad de una vez por todas.

"Por favor no pongas tus baladas aburridas en la radio porque me voy a dormir, voy a chocar y nos vamos a morir" exagero Dinah mientras Camila buscaba alguna estación de radio en aquella ciudad.

"Todo el día he soportado las canciones de Beyoncé, Hip hop y rap, ahora es mi turno de ser la DJ del viaje"

"La única DJ de este viaje soy yo" dijo Dinah mostrando su sonrisa traviesa que tanto había extrañado Camila "Pero en cuanto te duermas voy a cambiar su aburrida música... y no te puedes quejar de la música de Rap, Camila Cabello."

Camila sintió como sus mejillas se ruborizaban, y agradeció que estuviese oscuro y Dinah no se pudiera dar cuenta de lo roja que se había puesto por aquel comentario.

"¿Cómo ha estado tu familia?" Le preguntó Camila tratando de cambiar el tema.

Dinah se encogió de hombros, la verdad era que no había convivido con ellos tanto como deseaba gracias a sus decisiones de vivir en Cabazon en lugar de Santa Ana.

"Todo va bien. Seth está enorme, ojalá se hubiese quedado como un bebé." Admitió recordando lo hermoso que resultaba para ella cuidar a su hermano bebé algunos años atrás "¿Qué tal tu familia?"

"Mis padres y Sofi están de viaje en Cuba" dijo Camila con una gran sonrisa en su rostro "Cada verano van y se quedan allá hasta que Sofi tiene que volver a la escuela."

Dinah asintió recordando que los padres de su compañera siempre habían dicho que de no ser por las giras que tenían que hacer con el grupo, ellos estarían en Cuba disfrutando de las playas, al parecer lo habían conseguido.

Camila se acomodó en el asiento recostado, había descansado todo el tiempo que su ex compañera había conducido, pero aún faltaban bastantes horas para que volviese a ser su turno de conducir. Realmente dudaba que la más alta fuese capaz de chocar su automóvil, por lo que pronto dejó que sus ojos volviesen a cerrarse y su mente comenzará a trazar unos hermosos sueños donde se reencontraba con sus antiguas compañeras de grupo y está vez no dejaban que las cosas de fuesen a la mierda.

Dinah tamboreaba en el volante del automóvil al ritmo de la canción que sonaba en la radio, a penas escuchó a la menor roncar se dedicó a conectar su celular por Bluetooth y su música comenzó a sonar por los altavoces del auto.

El GPS del auto marcó que habían llegado a la ciudad de Fabens, treinta minutos después de El Paso, y Dinah miro extrañada el destino que marcaba. Soltó una risita pensando que probablemente sus compañeras no le habían indicado que tenía que actualizarlo. Marcó rápidamente el destino al que tendría que conducir y siguió tamboreando la canción que salió, era una que había bailado tantas veces sobre un escenario y había dejado muy claro que ella quería trabajar desde casa.

"New York ahí vamos" susurró la más alta entre la música y los ronquidos de sus compañeras.

Better together - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora